miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo 3

Vane no había llegado y la verdad que lo que menos necesitaba era dejarle tiempo a mi mente para que piense… Pedro estaba hablando con la directora del lugar y yo estaba elongando contra la pared, casi sin querer un par de lágrimas se escaparon de mis ojos, intente disimularlas, pero era en vano.
No soportaba más…

Claudio- Todavía no entiendo para qué mierda volvimos, ni para qué carajo me enganche con vos. Me arrepiento de todo.
Eugenia- ¿De tus hijas también?
Claudio- De vos me arrepiento. ¡De vos! ¿Cómo no me di cuenta de que era tan hija de puta?
Eugenia- Vos ves cosas que no son Claudio.
Claudio- ¿Qué no es? ¿Vos no sos una putita?
Eugenia- Te dije mil veces que nunca te engañe. (Llorando)

 ¿Para qué volvieron? ¿Por qué no se separan de nuevo? Me dolía que la tratara así, en cierto punto estoy del lado de mi vieja, él no tiene derecho a tratarla así, haya pasado lo que haya pasado. Y yo… que hacía tres días enteros que no comía nada.
Lo escuche llegar y seque mis lágrimas, haciendo fuerza para no seguir llorando.
Pedro- Pau. ¿Estás bien?
Paula- Sí. ¿Por?
Pedro- Estás llorando. (Te sentaste a mi lado y yo me senté con mis piernas cruzadas) No pretendo que me cuentes lo que te pasa, no sé si hay tanta confianza como para eso, pero sabe que si necesitas algo, podes contar conmigo.
Paula- Gracias, pero es algo muy largo, complicado… y que nadie sabe.
Pedro- Esta bien si no queres contarme, pero no llores Pau.
Paula- Es que cargo con muchas cosas, y a veces necesito explotar.
Pedro- ¿Y puedo hacer algo para que te descargues? ¿Un abrazo? (Yo sonreí a medias y él me abrazo, acariciando mi espalda. Yo lloraba cada vez más en su hombro. Y el mundo se me dio vuelta como una media, en sus brazos me sentía protegida, segura. Como si nada pudiese hacerme daño estando así, abrazada a él) Tranquila hermosa, todo tiene solución.
Paula- A veces es muy difícil encontrarla.
Pedro- Pero no es imposible.
Paula- (Me separe un poco de él) Perdón. (Y me levante, casi corriendo para ir al baño y lavarme la cara. Me daba vergüenza volver, por lo que acababa de pasar, por mostrarme así de vulnerable frente a él, por lo que acababa de sentir, aunque no me quedo otra) Perdón Pepe, de verdad.
Pedro- ¿Por qué? A veces esta bueno descargarse, hace bien hacerlo. Y sabe que cuando necesites hacerlo, podes contar conmigo.
Paula- Gracias.
Bese su mejilla y sentí que un torbellino de sensaciones me invadió. Apenas tres semanas hacía que lo conocía, pero… a lo que siento parece no importarle el tiempo, ni la confianza. ¡Ni nada!
Me pasaban cosas que nunca antes me habían pasado. Me estaba ¿enamorando? No sé la respuesta, pero me da miedo. ¿Por qué? Porque nunca un hombre me hizo feliz, nunca un hombre me completó, nunca un hombre me hizo sentir viva. Y ese es el significado de amor, VIDA. (“Amor significa sentirse vivo… A significa ‘no’ MOR significa ‘muerte’…”) No pierdo las esperanzas de encontrar a aquel hombre, al amor de mi vida. A aquel que me haga sentir viva cada vez que me mira, que me besa, que me toca…

Llegue a casa y escuche un llanto que provenía del baño, Valen estaba en lo de una amiga, papá no sé en dónde, era mamá… Me acerque y toque la puerta.
Paula- Mami. ¿Puedo pasar?
Eugenia- Sí hija… (Entre y ella estaba llorando en un rincón del baño, abrazando sus piernas)
Paula- Ma… ¿Qué pasa? (Dije sentándome al lado de ella y abrazándola por el costado) ¿Te peleaste de nuevo con papá?
Eugenia- Sí… (Suspiro) Ya no aguanto más esta situación, y sé que ustedes también la sufren. Pero tu papá no quiere irse, y yo no quiero irme, no puedo dejarlas solas.
Paula- Tranquila mami. Si necesitas irte hacelo, yo me hago cargo de Valen, de verdad.
Eugenia- Pero él que tiene que irse es él. ¿O no?
Paula- Supongo que sí, no sé. Eso dice la justicia. Y además, te trata demasiado mal, yo estoy segura de que vos no hiciste nada…
Eugenia- Te juro que no hice nada Pau. (Me dijo llorando cada vez)
Paula- Lo sé mami, lo sé. Tranquila. (Y la abracé. Amo a mi mamá, y lo peor que me puede pasar es verla llorando. A veces me muero de ganas de contarle lo que me pasa, pero tiene tanto ella que siento que la voy a molestar, pero es mi mamá, y la necesito. ¡Conmigo!) No llores más.
Eugenia- Es que no puedo más Pauli, no puedo más.
Paula- Mmm… ¿Qué te parece si nos vamos de shopping? Asi te despejas un poco.
Eugenia- No Pau, no quiero molestarte.
Paula- ¡Mamá! ¡No me molestas! Dale, no se discute más, tarde de madre e hija.
Eugenia- (Sonrió) Te amo mucho hija.
Paula- Yo también mami. (Y volvimos a abrazarnos)
Tarde con mamá, solas, las dos. Que bien me hacía eso… No pude no hablarle de Pedro. (Ella no sabía nada)
Eugenia- Pau… mira, yo sé que todos tus ex te hicieron sufrir y mucho, y que el ejemplo que tenes en casa mucho no ayuda, pero no todos los hombres son así.
Paula- Me muero de miedo ma. Además, ni se si a él le pasa lo mismo.
Eugenia- Por lo que me contaste, un par de indirectas te tiro hija.
Paula- Sí, pero no sé qué hacer.
Eugenia- Antes que nada, no te prives de lo que sentís… estar enamorada a tu edad es hermoso.
Paula- Para, tampoco sé si estoy enamorada.
Eugenia- Bueno, lo que sea que estés… permitite sentir lo que sentís, y déjate llevar.

“Gracias por lo de hoy Pepe, hacía tiempo que nadie me abrazaba así”
“No tenes nada que agradecer Pau. Estás mejor?”
“Sí… Aunque sin soluciones. Vos? Cómo estás? Adaptándote a tu nuevo hogar?”
“Así es… aunque es todo un quilombo!”
“Si necesitas ayuda… puedo bajar” (Finalmente alquilo en el edificio donde vivo… Eso es ¿bueno?)
“Si no tenes nada que hacer, un poco de ayuda no me vendría nada mal”
“En un rato estoy por ahí”
“Genial! Gracias!”

Toque timbre, algo nerviosa. ¿Algo? ¿A quién quiero engañar? ¡Super nerviosa!
Pedro- Hola Pau…
Paula- Hola…
Pedro- Gracias por venir, por la ayuda. Si cuando termino de abrir la puerta te espantas por el quilombo, podes irte, no me voy a enojar. (Reímos y él abrió la puerta) Pasa…
Paula- Tampoco es para tanto, ya tenes un montón de cosas acomodadas. ¿En qué te ayudo?
Pedro- Mmm… Ayudame a sacar todo lo que hay en esta caja.
Nos sentamos en el sillón, que ya estaba en su lugar y comenzamos a vaciar una caja. Yo tome un portarretratos…
Paula- Qué linda foto. ¿Es tu mamá? (Él asintió sonriendo, pero note en sus ojos melancolía, nostalgia)
Pedro- Mamá… (Y puso aquella foto en un estante)
Pasamos un rato ordenando y él no volvió a hablar…
Paula- No quiero parecer metida, pero desde que agarre la foto de tu mamá que no hablaste… ¿Pasa algo?
Pedro- Es que ella… falleció, y todavía no me acostumbro a no tenerla conmigo.
Paula- Perdón.
Pedro- No te hagas problema. No tenías por qué saberlo. Por eso te dije hoy que todo tiene solución, bueno casi todo…
Paula- (Sonreí, a medias) Lo sé, pero me encierro mucho en lo que me pasa, y no encuentro salida.
Pedro- ¿Puedo saber qué es eso que te pasa?
Paula- (Suspire) Por un lado, mis viejos… se llevan muy mal, pero muy mal. Y no soporto más que se peleen, ni que mi vieja se la pase llorando por la culpa de él, además mi hermanita sufre demasiado. Mi viejo se va al carajo con lo que dice, y mi hermana tiene siete años.
Pedro- ¿Y por el otro lado?
Paula- Perdón, pero es algo que nadie sabe, me cuesta mucho decirlo y…
Pedro- Ya está, no hace falta que me lo cuentes.
Paula- Gracias. (Dije un poco aliviada)
Pedro- ¿No piensan en separarse?
Paula- Eso es lo que quiere mamá, pero papá no… es una situación complicada, con divorcio de por medio, ya se separaron, y ahora volvieron. Pasa que hubo situaciones violentas en casa, verbales, pero violentas al fin, y la tenencia de mi hermanita la tiene mamá, o en su defecto yo, mi viejo no se puede quedar sola con ella… y él eso no se lo banca.
Pedro- ¿Y vos? ¿Cómo te llevas con él?
Paula- Mal, muy mal. En casa no se lleva bien con nadie… Pero. ¿Podemos cambiar de tema? Necesito despejarme un poco.
Pedro- Obvio que sí.

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Acá el otro capítulo de hoy! Por favor, quiero comentarios sinceros... gracias por la buena onda!
Cami, @paulashines ♥

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