Capítulo 17

Al día siguiente, se cumplían cuatro meses de que nos habíamos conocido con Pedro. Pensé que él ni lo recordaría, pero me sorprendió con un mensajito.

“Buen día linda. Hoy es un día muy especial ;)”
“Buen día Pepe. Mmm… sí. Qué lindo!”
“Esta noche estás invitada a casa, a las nueve”
“A tu casa o a salir? Soles cambiar de planes”
“Decís que soy indeciso? Jajaja! Seguro que en casa”
“Jaja, nos vemos lindo”

Esa noche, me prepare para ir a lo de Pepe y fui a su casa. Toque timbre:

Pedro- Hola hermosa. (Dijo tomándome por la cintura y depositando un beso en mis labios)
Paula- Hola Pepe. (Entramos y note que el lugar estaba distinto, había luces tenúes, la mesa en el medio del living y la mesa súper arreglada, y lista para cenar)
Pedro- Sentate que ya vengo. (Beso mi mejilla y se fue para la cocina, yo hice lo que él me pidió y me senté a esperarlo. Lo hizo a los pocos minutos, con una fuente de pollo al champignon) No sé qué puede llegar haber salido de esto, pero lo hice con mucho amor. (Sirvió en los platos de ambos y se llevó la fuente a la cocina) ¿Champagne? (Yo asentí con mi cabeza y él sirvió dos copas. Yo no dejaba de sonreír)
Paula- Gracias por todo lo que preparaste. Es hermoso.
Pedro- Igual falta la prueba de fuego, que te guste la comida. (Reímos) ¿Brindamos? (Dijo levantando su copa, yo asentí y levante la mía) Porque este amor crezca todos los días. (Yo sonreí, chocamos nuestras copas y cada uno tomo un poco. Luego de esto, probé un bocado del pollo) ¿Y?
Paula- Está buenísimo Pepe.
Pedro- ¿No mentís?
Paula- Juro que no. (Él sonrió y cenamos, charlando de todo y al mismo tiempo de nada. Amaba cada charla que tenía con él)

Más tarde, nos encontrábamos en el sillón, charlando.
Pedro- Pau. ¿Puedo preguntarte algo?
Paula- Sí Pepe.
Pedro- Yo de verdad que te veo mejor, pero… ¿En serio lo estás?
Paula- Un poco, no es que ya estoy bien, pero no sé, la estoy llevando un poco mejor. Me controlo, al menos un poco.
Pedro- Yo sé que hablar te pone mal, y no quiero que estés mal, pero sabes que si necesitas algo contás conmigo. En estas dos semanas nunca mencionaste nada, y no quise preguntarte, porque no hubiese soportado que te pongas mal y no estar cerca de ti para darte un abrazo.
Paula- Sos un amor conmigo Pepe, lo sé. Y te lo agradezco.
Pedro- Solo quería recordártelo. (Sonreí y bese su nariz)
Paula- Gracias.
Pedro- Podemos ir parando un poquito con los gracias. ¿No? Bah, digo. Ya somos novios. (Reímos)
Paula- No, pienso agradecerte toda la vida por todo lo que estás haciendo por mí Pepe. Acostúmbrate.
Pedro- Entonces vos acostúmbrate a que te cuide.
Paula- (Sonreí) Gracias Pepe.
Pedro- (Acomodo mi pelo) ¿Tengo que decirte de nada? (Reímos)
Paula- No sé, hace lo que quieras. (Y él me beso)
Pedro- Eso es lo que quiero hacer, todo el tiempo. Besarte. (Nos sonreímos y volvimos a besarnos)
Tu boca es adictiva.
Paula- ¿Sí?
Pedro- Sí. (Nos dijimos sin dejar de besarnos)

Un poco más tarde, él no me dejo lavar nada ni ayudarlo, asique mientras él lo hacía yo salí al balcón, y él me sorprendió abrazándome por la espalda.
Pedro- Ya te extrañaba.
Paula- ¿Mucho? (Dije entrelazando mis dedos con los suyos)
Pedro- Demasiado. (Y comenzó a besar mi cuello)
Paula- No hay nada más lindo que el contacto de tus labios sobre los míos, o sobre mi piel.
Pedro- ¿Yo no soy más lindo?
Paula- Cuánto ego. (Dije riendo)
Pedro- Bueno che.
Paula- Sos hermoso, hermoso. (Y ahora él beso mi nuca)
Pedro- Vos sos hermosa. (Me abrazo aún más fuerte y después de un par de besos más entramos, hacía mucho frío) Antes de que te auto invites, estás invitada esta noche a quedarte acá.
Paula- ¿Y voy a volver a dormir con tu remera?
Pedro- Si queres… Así cuando te extraño, me la pongo y siento tu perfume.
Paula- ¿Vos sos así de tierno siempre?
Pedro- Mmm… creo. (Reímos y nos besamos)
Paula- ¿Miramos una peli?
Pedro- En la cama, tapados hasta la nariz y abrazaditos. Ah, y con chocolates.
Paula- Amo tus ideas. ¿Sabías?
Pedro- Y yo te amo a vos.
Paula- Y yo a vos. (Nos sonreímos y nos besamos)

Pedro prendió la calefacción del aire, y luego de preparar café y llevar los chocolates al cuarto. Ah, y de poner la peli. Nos acostamos, así como estábamos, es decir vestidos y miramos la peli en medio de muchos mimos. Demasiado.

La película había terminado y Pedro no dejaba de besarme, disfrutaba demasiado de aquellos besos, pero por otro lado temía. Temía de que él busque algo más. No es que yo no lo quiera hacer, pero tengo mucha vergüenza de mi cuerpo. Y no podría soportarlo.

Paula- Pepe, para, para un poco.
Pedro- ¿Qué pasa?
Paula- Que me parece que te estás yendo un poco…
Pedro- Yo te amo Paula.
Paula- Yo también te amo Pedro, pero… no.
Pedro- ¿Por qué?
Paula- Pedro.
Pedro- Te lo estoy preguntando bien.
Paula- No, basta. No quiero hablar de esto. (Y me fui del cuarto)
Pedro- Para Pau. ¡Para! (Me siguió y antes de que yo cruce la puerta me tomo de la mano) No te enojes, por favor.
Paula- No estoy enojada de verdad, porque no es un problema con vos. Es un problema conmigo.
Pedro- ¿Y hace falta que te vayas? ¿No podemos hablarlo?
Paula- Me da mucha vergüenza Pedro.
Pedro- ¿De mí Pau? Sabes que podes confiar.
Paula- (Suspire) Pepe…
Pedro- Bueno, si no queres, no me contas. Pero no te vayas, y menos así.
Paula- Es mi cuerpo Pedro. Es un asco. (Dije con lágrimas en los ojos)
Pedro- (Me abrazo por la cintura) Veni. (Y nos sentamos en el sillón) No pienses en eso, vos sos hermosa. No importa tu cuerpo. Sos hermosa. (Levanto mi mentón para que lo mire, ya que yo estaba mirando el suelo) Hermosa.
Paula- No Pedro, soy un asco. (Dije ya llorando)
Pedro- Hey Pau. (Seco mis lágrimas) Sos hermosa. No importa tu cuerpo, importa lo que sos. Y sos una de las personas más lindas que conozco.
Paula- Gracias Pepe, pero siento que con eso no basta. En ese momento vos tenes que sentirte atraído físicamente por mí y es imposible que lo hagas con el cuerpo que tengo.
Pedro- No pienses en eso bonita, y no quiero presionarte. Perdón si lo hice.
Paula- No, de verdad. Es algo mío.
Pedro- Perdón si te hice sentir mal, no es lo que quiero.
Paula- ¿De dónde saliste Pedro? Nunca conocí un hombre tan comprensivo.
Pedro- Estamos en peligro de extensión. (Reímos)
Paula- Te amo.
Pedro- Te amo. (Nos besamos) ¿Vamos a dormir?
Paula- Dale.

Al día siguiente, iba muy colgada en mis pensamientos, volvía caminando del almacén cuando crucé la calle y un auto venía a una velocidad increíble, el cual no llegue a ver, intente correr pero me caí en el medio de la calle, y a partir de ahí no recuerdo más nada.

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último del día de la fecha, gracias por la buena onda gente!