jueves, 10 de enero de 2013

Capítulo 12

Nos encontrábamos en la orilla del mar, el agua iba y venía, mojando nuestros pies, hasta nuestros tobillos.
Él me abrazo por la cintura, por mi espalda y yo apoye mi cabeza en su hombro.
Un suave viento soplaba en aquel entonces, el cual impactaba sobre nuestros rostros, despeinándonos un poco y haciendo volar mi vestido.
El perfecto horizonte frente nuestro, la luz de la luna, junto con algunas gaviotas que volaban sobre el mar.
Parecía la escena de una película, y quizás lo sea. Una de las primeras escenas de nuestra película, de nuestra historia.

Paula- ¿Podemos parar el tiempo acá?
Pedro- Si nosotros queremos, podemos. ¿No te parece?
Paula- (Sonreí) Sos muy lindo.
Pedro- (Me abrazo más fuerte y beso mi mejilla) O podemos iniciar el tiempo acá… juntos. ¿Qué te parece? ¿Queres?
Paula- Sí.

Me tomaste por la cintura, enfrentándome a vos y nos abrazamos.
Yo no podía dejar de sentir nada más que amor. Amor puro, genuino. Ese que todavía te hace sentir mariposas en el estómago, ese que crece todos los días un poquito más. Aquel que es invencible.
Nos separamos, solo un poco y nos miramos sonriendo.

Pedro- (Chocaste mi frente con la tuya, suavemente) ¿Iniciamos el cronometro?
Yo asentí con mi cabeza sonriendo, acercándonos hasta rosar nuestras narices y que esas famosas mariposas me invadan de pies a cabeza.
Nos miramos, como afirmándonos que estábamos seguros de lo que íbamos a hacer y cerramos los ojos, comenzando a acortar la pequeña distancia que separaba nuestras bocas.
Rozamos nuestros labios para luego unirnos en un beso que me dio vuelta el mundo en un segundo, que me hizo sentir viva, plena. Nuestros labios encajaban a la perfección, parecía que estaban destinados a unirse.
Nos separamos, solo un poco, y nos sonreímos, ambos con los ojos llorosos y escondí mi cara en cuello, abrazándolo, porque moría de vergüenza.

Pedro- (Quien también me abrazo) Te quiero mucho hermosa. Mucho.
Paula- Te quiero Pepe. (Dije con la voz quebrada)
Pedro- No llores.
Paula- Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, tan querida. (Él beso mi frente y acaricio mi espalda, para quedarnos un rato así, abrazados y observando el mar. Volvimos a separarnos y seguíamos sonriendo)
Pedro- ¿Puedo?
Paula- Los besos no se piden, se roban.
Reímos y volvimos a besarnos… él me alzo, levantándome un poco del suelo, sin dejar de besarme.

Volvimos al departamento, ya que había comenzado a llover, y mientras entrabamos se cortó la luz, asique prendimos las velas de la cena y preparamos mate.
Pepe se acercó a mí, que estaba en el living, y poso una manta sobre mis hombros, ya que comenzaba a hacer frío, mucho.
Se sentó frente a mí y comenzamos a reír, desde que volvimos de la playa no habíamos dicho nada, no sabíamos que decir.

Pedro- ¿Y ahora qué? (Dijo riendo)
Paula- No sé… (Dije envolviéndome en la manta, ya que había comenzado a tiritar. El viento había cambiado de repente hacia el sur, y yo estaba algo mojada por la lluvia)
Pedro- (Me cebo un mate y me lo dio) Que pase que lo que tenga que pasar. ¿No?
Paula- Sí. ¿No? Que fluya.

Y en aquel momento volvimos a reír. Me sentía una idiota, enamorada. Decir que mi cara no se veía demasiado gracias al corte de luz, porque no sé qué expresión tenía.
Por suerte, al rato, ya comenzó a ser todo como antes y continuamos con la ronda de mates y risas. La pasaba tan bien con él, me sentía tan bien a su lado.
Cerca de las cuatro de la mañana nos fuimos a dormir, él en la cocina, y yo en la habitación, aunque, confieso algo, desde el día en que dormimos juntos en la playa descubrí que sus brazos son el lugar más lindo del mundo para dormir, pero por ahora, estamos así, solo nos dimos un beso, o dos... sí, dos, los dos besos más lindos del mundo, nunca había sentido algo así.
Me sentía plena, feliz, y hacía tanto tiempo que no me dormía con una sonrisa.

Al día siguiente me despertó él, besando mi mejilla y acariciando mi pelo.
Pedro- Buen día hermosa.
Paula- Hola Pepe. (Dije acurrucándome, ya que hacia frío)
Pedro- Traje para que desayunemos, hay una tormenta tremenda, asique me parece que nos vamos a tener que pasar todo el día acá. ¿Cómo dormiste?
Paula- Muy bien, hacía mucho que no me dormía con una sonrisa, siempre lo hacía llorando.
Pedro- Me alegro entonces… Ya te lo dije, vinimos acá para que te sientas bien.
Paula- Vos me haces sentir bien. (Nos sonreímos y comenzamos con el mate)

Más tarde…
Paula- Pepe. ¿Vos de verdad me acompañarías al médico?
Pedro- Te dije que sí, y en todo lo que necesites. ¿Queres ir?
Paula- Al menos al psicólogo…
Pedro- Tengo todas las tardes libres para acompañarte.
Paula- Gracias.
Pedro- No tenes que agradecerme nada, ya te lo dije.
Paula- Pero yo necesito hacerlo… Sos un amor conmigo, y nunca nadie me banco así, apenas nos dimos unos besos y estás al lado mío, siempre. A mi ex nunca se lo dije porque sabía que no iba a contenerme, y llevábamos un año juntos, y vos… me cuidas, me contenes, me queres ayudar, y me conoces hace dos meses. Sos increíble.
Pedro- Eso es porque te quiero, mucho y de verdad.
Paula- Yo también te quiero Pepe, muchísimo. (Y nos abrazamos) Gracias por hacerme tan bien.
Pedro- Es lo mismo que me haces sentir a mí Pau, estamos a mano. (Y me dio un beso en la comisura de mis labios)
Paula- ¿Vos también sentís maripositas en el estómago? (Dije algo tímida)
Pedro- (Sonrió) Muchas… ¿Y sabes que más siento? (Me dijo tomándome por las mejillas)
Paula- ¿Qué? (Dije tomándolo por la cintura)
Pedro- Amor, mucho. (Nos sonreímos y unimos nuestros labios en un beso que fue distinto a los anteriores, ya nos teníamos algo más de confianza y pude terminar de confirmar que nuestros labios estaban destinados a unirse. Nos separamos sonriendo y nos dimos otro beso, pero corto)
Paula- Me das vuelta el mundo Pepe.
Pedro- Puedo dártelo vuelta las veces que quieras… (Dijiste aferrándome más a vos)
Paula- ¿Puede ser ahora? (Dije en un ataque de timidez extremo, él afirmo con su cabeza y volvimos a besarnos, para abrazarnos)
Pedro- Vos también das vuelta el mío.
Paula- Te quiero Pepe, mucho.
Pedro- Te quiero hermosa. (Y nos separamos, sonriendo) ¿Queres que vayamos a ver una peli a la cama? El día lo amerita…
Paula- ¿Juntos?
Pedro- Si queres…
Paula- Sí. Me hace muy bien sentirte cerca. (Él sonrió y nos fuimos a la habitación, pusimos la peli que no habíamos visto… “Diario de una pasión” Nos acostamos, algo tímidos, y cada uno en una punta de la cama, hasta que nos miramos, riendo)
Pedro- Veni… (Yo me acerque a él y apoye mi cabeza en su pecho. Él me abrazo por la cintura y allí vimos la película, juntos, mientras nos mimábamos)

Más tarde, ordenamos las cosas para volver… ya que saldríamos mañana temprano.

Paula- No quiero volver.
Pedro- (Sonrió) Yo tampoco Pau, pero podemos volver cuando quieras.
Paula- Es que volver significa volver a todo, y no quiero. Tengo miedo.
Pedro- Pero me tenes cerquita, me podes llamar cada vez que tengas miedo.
Paula- (Sonreí) Sos un amor Pepe, pero de verdad…
Pedro- ¿Seguís con la idea de ir al médico?
Paula- Sí…
Pedro- Eso es un avance, el principio para que el miedo de pase.
Paula- Eso espero.
Pedro- Vas a ver que sí Pau. (Beso mi mejilla) Tranquila.
Paula- (Suspire) Es muy difícil.
Pedro- Lo sé, pero no imposible.

-----------

1- milagrosamente, amo como me quedo este capitulo♥
2- ya sé que a todos les chupa un huevo mi novela en este momento, pero quería subirlo.
3- estoy feliz.
4- Respeto y amor♥

5 comentarios:

  1. ame este capitulo, lo mas tierno que ai, me encanto!. Segui subiendo!!

    ResponderEliminar
  2. me encanto lejos unos de los mejores capitulos

    ResponderEliminar
  3. me encanta de verdad !! tan tierno pepe tan dulce hay me enamore mas de el !! me encanta subi mas esta buenisimaa

    ResponderEliminar
  4. hermosoooo capitulo toda la razon !! jajaja y que diasss estos pauliters!!♥ gracias por subir igual

    ResponderEliminar