Capítulo 1.

“Amor significa sentirse vivo… A significa ‘no’ MOR significa ‘muerte’…”

Feliz, eso es lo que le hago creer a la gente que me rodea que soy, una mina feliz.
Me llamo Paula, Paula Chaves, tengo 21 años, una familia a punto de romperse (O ya rota, más bien hecha pedazos), una hermanita de 7 años, Valentina y una pasión inmensa: Bailar. Lo que hago desde que tengo uso de razón. Hoy llegue a formar parte, y a laburar en una de las academias más importantes del país. Aunque no todo fue camino de rosas… los vestuarios son diminutos, y viven teniendo una exigencia estúpida sobre el físico de los bailarines y bailarinas. Tengo que tener un peso determinado para estar ahí, lo que me llevo a dejar de comer, a mentir… a ser anoréxica. Odio estar así, odio no poder controlarme…

Estaba enchufada a los auriculares escuchando música, cuando Valen entra llorando a mi habitación, yo inmediatamente me saque los auriculares y me senté en la cama, ella lo hizo sobre mí y la abrace. No era necesario que le pregunte que le pasaba, porque podía escuchar perfectamente los gritos de mamá y papá peleándose.
Paula- Tranquila mi amor. (Dije acomodando su pelo)
Valen- No me gusta que se peleen.
Paula- A mí tampoco Valen… (Dije acariciando su espalda ya que ella lloraba cada vez más y se aferró a mi cuello)
Valen- Me da miedo Pau.
Paula- ¿De qué hermosa?
Valen- De que vuelvan a separarse.
Paula- Pero Valen, capaz es mejor, así dejan de pelear… Y no pienses en cosas feas. (Bese su mejilla) ¿Queres quedarte a dormir conmigo hoy? (Ella asintió, separándose de mi) Te voy a buscar el pijama y vengo. (Bese su frente, salí de la habitación y me cruce con mamá) ¿Hace falta gritar así? ¿Para qué mierda volvieron? Saben que nos hacen mal y siguen. Valen vino llorando, asustada a buscarme. Piensen un poco. (Dije con algo, bastante de bronca e impotencia. Sus peleas eran demasiado violentas, verbalmente, y más para una nena de siete años. Según papá ella lo engañó, pero algo me hace creer que no fue así, será porque nunca tuve una buena relación con papá)
Eugenia- Perdón hija. (Dijo llena de vergüenza y yo sinceramente no tenía ganas de seguir aquella conversación asique me dirigí al cuarto de Valen, agarre su pijama. Ella se acostó en mi cama y después de tranquilizarla mientras jugaba con su pelo, se quedó dormida. Y yo también lo hice, abrazándola)

Al día siguiente mis viejos se iban de viaje, laburaban en una empresa de turismo, ambos en el mismo sector, y viajaban casi siempre juntos, no sé cuan bueno era eso para ellos.
Cuestión que debía hacerme cargo de Valen, asique la desperté…
Paula- Buen día dormilona. (Bese su mejilla, ella negó con su cabeza y yo reí) ¿Qué no enana? ¡Tenes que ir a la escuela! (Pero ella no tenía la más mínima intención de levantarse, asique, comencé a hacerle cosquillas)
Valen- ¡No Pau! ¡No! (Dijo riéndose y yo deje de hacerle cosquillas)
Paula- Entonces arriba.

Ensayo en el estudio, la profe, Vane, me había dicho que el chico que bailaba conmigo se había lesionado, por lo tanto, hoy conocería a mi nueva pareja de baile. ¿Ensayar para qué? Nos estábamos preparando para un concurso muy importante en Europa, que sería dentro de tres meses.
Estaba elongando en la barra, con mi pierna sobre ella cuando vi entrar a un chico castaño, algo perdido. Baje mi pierna y me di vuelta, ya que solo había visto su reflejo en el espejo.
Paula- ¿Pedro? (Y por primera vez cruzamos miradas, una extraña sensación me invadió, temblé, o tuve la impresión de aquello al sentir sus ojos marrones clavados en los míos)
Pedro- Sí… ¿Vos sos… Paula?
Paula- Así es. (Sonreí y nos saludamos, de nuevo la misma sensación y en aquel momento, en el que nos mirábamos sin decir nada, o diciendo todo con la mirada sentí que el mundo se paró, que una sensación de vértigo me invadió, en cada recoveco de mi cuerpo,  pero Vane ingreso al salón, interrumpiendo aquel ¿mágico? momento)
Vanesa- ¿Pedro?
Él giro su cabeza para mirar a Vane y suspire, profundamente, tratando de volver en mi misma. ¿Qué acaba de pasarme?
Pedro- Sí, soy yo.
Vanesa- Ah, un gusto, soy Vanesa, la coreógrafa… Y ella es Paula, tu bailarina, aunque veo que ya se conocieron.
Nos miramos, sonriendo, asintiendo con nuestras cabezas y esa misma sensación de hacía segundos, volvió a invadirme. ¿Qué te pasa Paula?
Sin decir nada, al menos yo, volví a la barra, a elongar  y a intentar descifrar que acaba de pasarme. Pedro, se puso a mi lado, también ubicando su pierna sobre la barra.
Pedro- ¿Vamos a bailar juntos, no? (Yo asentí con mi cabeza) Entonces deberíamos conocernos un poco, para tener un poco de confianza. ¿No te parece?
Paula- Sí, tenes razón. (Me limite a sonreír y escondí mi cara, yendo sobre mi pierna. ¿Cómo romper el hielo?) ¿Cuántos años tenes?
Pedro- 25. ¿Vos?
Paula- 21…
Pedro- ¿Hace mucho que bailas?
Paula- Desde que tengo uso de razón. (Reímos) ¿Vos?
Pedro- Igual. Me salvo de muchas cosas la danza.
Paula- Igual que a mí. Pero son cosas feas, empecemos por las lindas. ¿No?
El ensayo comenzó, empezamos por las cosas básicas de la coreos, ya que eran tres, sin hacer trucos ni pasadas complicadas por el hecho de que todavía no nos teníamos la suficiente confianza.
Tres horas después salía del estudio, sin entender demasiado lo que me ocurría, aunque no era momento de fijarme en eso ya que estaba llegando tarde a buscar a Valen de la escuela.
Por suerte el retraso no fue muy grande, y volvíamos ambas tomadas de la mano, ella no dejaba de hablarme, pero yo no podía quitar a él de mis pensamientos.
Valen- ¡Pau! (Me gritó)
Paula- ¿Qué Valen? (Dije desencajada)
Valen- No me escuchaste. (Dijo bufando)
Paula- Perdón hermosa, es que tenía la cabeza en otro lado. Decime.
Valen- No. (Y entro en el ascensor enojada, ya que habíamos llegado al edificio)
Paula- No te enojes Valen. Perdoname. (Me agache a su altura) De verdad. (Bese su mejilla) No es que no quiero escucharte, es que estaba pensando en otra cosa. ¿Me perdonas? (Ella asintió con su cabeza y nos abrazamos. Valen era muy celosa, y bastante posesiva conmigo. El hecho de que la única imagen que tenía ella de nuestros viejos era la de ellos peleándose llevaba a que busque una especie de refugio en mí, o eso me había dicho la psicóloga de la escuela. ¿Yo? La amo, es mi luz. Bajamos del ascensor y entramos al departamento. Ella dejo las cosas de la escuela en su habitación y vino a la cocina, donde yo estaba preparando el almuerzo) ¿Me queres contar Valen?
Valen- Sí. (Sonrió) Voy a ser la protagonista en el acto del jardín.
Paula- ¿De verdad? Te felicito mi amor.
Valen- Gracias Pau… ¿Vos me vas ayudar a armar el traje?
Paula- ¿De qué actuas?
Valen- De dama antigua.
Paula- Mmm…. Yo tengo un traje guardado, después de comer lo buscamos. ¿Queres?
Valen- ¡Sí! (Dijo sonriente)

¿Qué me pasaba? Me encontraba sentada en el balcón, observando el cielo e intentando descifrar mis sentimientos. ¿Por qué esa sensación al conocerlo? ¿Al mirarlo a los ojos? ¿Al sentirlo cerca? ¿Al unir mis manos con las suyas mientras bailábamos? Suspire, intentando serenarme, comprenderme. Aunque era imposible…
¿Me estaría enamorando? ¿Cómo saberlo si nunca lo había hecho? Mis demás novios nunca me habían enamorado completamente, nunca había sentido algo semejante con ellos. Nunca.
Me daba miedo, miedo a enamorarme, miedo a los hombres, todos me habían hecho mal, habían jugado conmigo. Me daba miedo confiar en alguien, confiarle mi corazón… y mis problemas.
Nadie sabe de mi anorexia, nadie, esta fue causada, más allá de por el estudio de danza, también por mi ex, que vivía diciéndome que estaba gorda. Odio mi cuerpo, lo odio. Odio que se me noten así las costillas, doy asco. Odio no poder revertir esta situación de mierda. Odio no poder controlarme.
Algunas lágrimas se despidieron de mis ojos, recordando que hacía más de dos días que no comía nada, no tenía fuerzas para nada, pero la comida me daba asco, nauseas.
En ese momento, sentí la mano de Valen en mi hombro y seque rápidamente mis mejillas húmedas.
Valen- No llores Pau.
Paula- (Sonreí, a medias) ¿Me das un abrazo? (Valen se sentó sobre mí y me abrazo, yo hice lo mismo)
Valen- Te quiero mucho.
Paula- Yo te quiero más hermosa. (Bese su mejilla reiteradas veces y nos separamos)
Valen- No llores más hermanita.
Paula- (Sonreí) No lloro más. (Y acomode su pelo, ya que había mucho viento) ¿Queres que vayamos a dormir una siesta juntas? (Ella asintió con su cabeza, nos paramos y nos fuimos a la pieza de nuestros papas, la cama era mucha más grande… y cómoda. Nos dormimos abrazadas, en realidad ella se durmió antes. ¿Yo? No podía dejar de pensar en él un segundo)

-----------------------

Bueno, hola, principalmente no sé como me estoy animando a subir esto (tengo un montón de cosas escritas que nunca me anime a publicar, no sé por qué esta sí) Quiero opiniones sinceras POR FAVOR!  
Y si las nove les copa y quieren que se las pase avisennme por twitter o sigan al blog ;)
Cami.. @paulashines ♥