sábado, 12 de enero de 2013

Capítulo 14




Al día siguiente me desperté a las cinco de la mañana. ¿Por qué? Moría de nervios.
Cerca de las siete de la mañana (Hora en la que seguía en la cama, creo que sin haber cambiado de posición y paralizada) recibí un mensaje de Pepe.

“Buen día hermosa! Espero no despertarte, aunque sé que apagas el celu de noche…”
“Buen día Pepe! Estoy despierta hace dos horas.”
“Por qué? Descansa vos que podes”
“No puedo más de los nervios, te juro”
“Tranquila! Va a estar todo bien, te lo prometo”
“Ojala Pepe”
“Estoy seguro de que va a ser así. A qué hora paso por tu casa?”
“Mmm… a las tres, el turno es a las tres y media”
“A las tres paso por tu casa bonita. Qué tengas un lindo día”
“Vos también lindo”


Suspire y cerré mis ojos, intentando conciliar el sueño, pero era totalmente imposible.
El miedo que tenía era más fuerte que todo, me levante de la cama, ya resignada a volver a dormir y me dirigí a bañarme. Pase un largo rato debajo del agua, intentando serenarme, intentando aclarar mis pensamientos, disimulando mis lágrimas con las gotas de agua provenientes de la ducha.
Cuando salí encontré un mensajito en mi celular.


“No hace falta ni que te pregunte para saber que te estás muriendo de nervios, de miedo y que debes estar llorando. O no? (Sé tú respuesta) Tranquila bonita, yo estoy con vos. Siempre. Y no va a pasar nada que vos no quieras que pase”
“Por qué me conoces tanto? Gracias Pepe, de verdad”
“Estoy volviendo para casa, hoy te toca buscar a Valen?”
“No, hoy está mamá”
“Entonces en un ratito te mando un mensaje y te venís. Queres?”
“Dale Pepe”

A la media hora yo estaba en su casa…

Pedro- Pau… Pau… (Yo no paraba de caminar de un lado para el otro. Cruzada de brazos, mirando hacia el suelo y sin salir de mis pensamientos. Él se acercó a mí y me tomo de los hombros) Pau. (Me dijo en un tono de voz un poco más elevado) ¿Me estás escuchando? (Yo negué con mi cabeza) Tranquila. (Y me abrazo, pero ese abrazo fue especial, fue distinto a todos los demás. Nunca me había sentido tan contenida en los brazos de alguien. Nunca)
Paula- Tengo mucho miedo Pedro. ¿Y si ya no se puede hacer nada?
Pedro- No seas tan negativa. Además, es una enfermedad psicológica, de la que sos consiente. ¿Cómo no se va a poder hacer nada? (Se separó un poco de mí)
Paula- Una enfermedad psicológica que tiene una banda de consecuencias físicas.
Pedro- Pero que no son irreversibles.
Paula- Anda a saber, puedo llegar a ser infértil.
Pedro- Pero eso es una suposición tuya Pau, y ahora no estamos por ir a un médico clínico, osea que eso no lo vas a saber ahora.
Paula- No me enrosques, tengo miedo igual.
Pedro- ¿Queres que entre con vos? Yo hablo con la mina.
Paula- No sé Pepe, no sé ni siquiera como voy a hacer para entrar todavía.
Pedro- Así. (Tomaste mi mano, entrelazando nuestros dedos)
Paula- (Sonreí, al menos un poco) Gracias. (Y lo abracé, besando su mejilla)


Más tarde, bajábamos del auto de Pepe para entrar en el lugar.
Pedro- ¿Vamos? (Me preguntaste tomando mi mano y yo asentí dudosamente con mi cabeza. Pasamos por recepción y nos dijeron que en unos quince minutos me atenderían)
Pedro se sentó y me insinuó que yo lo haga sobre él. Yo lo hice y me abrazo por la cintura.
Pedro- Tranqui. (Yo apoye mi cabeza en su hombro y él acarició mi espalda) ¿Queres que entre con vos?
Paula- Por favor.
Pedro- Voy con vos bonita. (Beso mi mejilla y me susurró al oído) Te quiero mucho. ¿Sabes?
Paula- Yo también Pepe, muchísimo.

Fueron los quince minutos más terroríficos de mi vida hasta que escuche “Chaves” y me voltee, una mujer de unos treinta años era quien me llamaba. Yo casi no tenía reacción, y Pedro casi me empujo para que me pare, él lo hizo detrás de mí.

Paula- Buenas tardes. (Dije temblando y súper dubitativa)
Doctora- Buenas tardes. ¿Vienen los dos?
Pedro- Ella, si molesto, me voy. (Y en ese momento apreté su mano como nunca. Pidiéndole que no lo haga)
Doctora- No, está bien. Por ser la primera vez, es normal. Pasen.

Pedro comenzó a caminar, detrás de la doctora y yo lo hice detrás de él. Sin soltarle la mano, lo necesitaba.
Luego de más o menos una hora salimos del lugar, yo no podía dejar de llorar. Era imposible.
Pedro tomo mi mano y comenzamos a caminar, alejándonos del auto.
Paula- ¿A dónde vamos?
Pedro- A caminar, a la plaza, o a donde quieras.
Paula- ¿No podemos ir a tu casa mejor?
Pedro- Como quieras Pau.

En la casa de Pedro, yo estaba sentada en el sillón y él me trajo un vaso de agua.
Pedro- Tranquilizate un poco. ¿No fue tan grave como pensabas? ¿O sí?
Paula- Creo que no.
Pedro- (Se sentó a mi lado y yo tome un poco de agua) ¿No queres dormir un ratito así descansas?
Paula- Si me puedo quedar acá…
Pedro- Sabes que sí hermosa. Veni. (Me acosté apoyando mi cabeza en sus piernas y él comenzó a acariciar mi pelo por un largo rato, pero yo no lograba dormirme, ni dejar de llorar) Tranquila. No ganas nada poniéndote así.  
Paula- Siento que no voy a poder.
Pedro- Sí que vas a poder, estoy segurísimo de que vas a poder.
Paula- No Pedro.
Pedro- Sí Paula. Sí.
Paula- (Me levante) ¿Me das un abrazo? (Pedro no dijo nada, solo me abrazo contra su pecho)


La charla con la psicóloga había sido muy fuerte. Me definió lo que tengo como una anorexia causada por el exterior repercutiendo en mi interior, en mi forma de ser.
Me dijo que si yo quería, podía revertir la situación, pero que todo dependía de mí, y que tendría que visitar a un médico clínico y a un nutricionista para comenzar el cambio.


Esa nochecita me desperté y note que estaba en el cuarto de Pedro. Me levante y me dirigí al living, donde él estaba mirando la tele.


Pedro- Buenas noches dormilona.
Paula- ¿Qué hora es? ¿Dormí mucho?
Pedro- Las nueve.
Paula- Uia, me fui al carajo. (Reímos) Me tengo que ir a casa Pepe, en una hora mamá entra a trabajar. ¿Queres venir?
Pedro- Dale, vamos. (Sonreí y después de agarrar mis cosas y apagar la tele, salimos)


Cuando llegamos a nuestro departamento mamá ya se estaba yendo. Pepe se quedó solo un rato y se fue, ya que al otro día debía ensayar muy temprano.

Estaba con Valen, en su cuarto, quién estaba por dormirse.
Valen- Pau. (Me dijo acostada en su cama)
Paula- ¿Qué mi amor? (Me senté a su lado)
Valen- ¿Podemos hacer algo juntas? Me habías prometido un día conmigo, como antes. (Me dijo haciendo pucherito y yo sentí una culpa increíble)
Paula- Perdón Valen, es que no estoy muy bien. ¿Sabes?
Valen- Pero capaz que si salimos, se te pasa.
Paula- (Sonreí) Sos tan linda enana. Mañana día de hermana. ¿Te parece?
Valen- Sí. ¿Me vas a buscar a la escuela?
Paula- Sí, y después vamos al Mac.
Valen- (Sonrió) ¿Dormís conmigo?
Paula- Dale hermosa. Me pongo el pijama y vengo.

-------------

di interminables vueltas para escribir este capítulo, intente veinte veces escribir la charla con la psicóloga, pero la verdad que no sabía como hacerlo :_
Y estoy algo trabada con la novela, si quieren tirar ideas pueden hacerlo en http://ask.fm/camichavesita (Y ya que están pregunten algo, jajaja) No, de verdad, no sé como seguirla, suelo irme por las ramas con las cosas, y por eso nunca subo nada, jajaj.

3 comentarios:

  1. a mi encanto el capitulo y tenes que seguirla como vos pienses que es mejor o como lo sientas podes mirar alguna peli para inspirarte. me gusta muchisimo la nove besos

    ResponderEliminar
  2. Hola!! Soy nueva leyendo la nove, pero me encanta! es muy sintida, subí más por favor.

    ResponderEliminar