viernes, 18 de enero de 2013

Capítulo 28



Al día siguiente, después de llevar a Valen a la escuela tenía que ir al médico. Tenía miedo, mucho. Temía que los mareos sean algo grave.

“Buen día hermosa! Cómo andas?”
“Buen día Pepe… Yendo al médico. Vos?”
“Por entrar a ensayar, cuando salgas avísame”
“Te mando un mensajito…”
“Anda tranqui, vas a ver que está todo bien ;) Y perdón por no poder acompañarte”
“Vos estás conmigo igual bonito. Además, ya hiciste un montón por mí…”
“Puedo hacer más, y pienso hacerlo”
“Te amo tanto Pepe”
“Yo te amo más preciosa”


Por suerte, me atendió rápido, me dijo que los mareos todavía podían ser normales, pero que por sí acaso, me haría una última tomografía.
Salí del hospital, enviándole un mensaje a Pepe cuando alguien me sorprendió, interrumpiendo mi camino y sin dejarme terminar el mensaje, parándose frente a mí. Levante la vista y vi a la última persona que quería ver en el mundo. A mi viejo.


Claudio- Hola Paulita.
Paula- Yo no tengo nada que hablar con vos. (Quise correrme pero él me agarro del brazo)
Claudio- Yo sí. Y vas a venir conmigo.
Paula- ¡Ni loca! (Intente soltarme pero él me agarro más fuerte) Soltame o grito.
Claudio- (Rio) ¿Vos te pensas que vas a poder conmigo?
Paula- Soltame. (Dije con los ojos llenos de lágrimas)
Claudio- Vos te venís conmigo. (Y me obligo a caminar a su lado, hasta que hizo que me meta adentro de un auto) Dame tu celular.
Paula- ¿Quién mierda te crees que sos para que yo te haga caso?
Claudio- Dame el celular Paulita. ¿O queres terminar debajo de un auto de nuevo?
Paula- ¿Fuiste vos?
Claudio- Efectivamente.
Paula- (No podía creerlo, trague mis lágrimas e intente que salga mi voz) No podes ser tan mierda, soy tu hija, y quisiste matarme.
Claudio- No es nada en contra tuyo Paulita, solo quiero que tu mamá sufra.
Paula- Sos una basura. (Dije llorando incontrolablemente. Sentía una opresión en el pecho horrible)
Claudio- Solo quiero que pase lo mismo que pase yo cuando me engaño.
Paula- Mamá nunca te engaño.
Claudio- Vos no sabes cómo fueron las cosas.
Paula- Sé perfectamente cómo fueron las cosas, sé que vos sos una mierda, que no tiene corazón. Sé  quién es mi vieja, y sé que tus hijas sufrimos el no haber tenido nunca un padre. No te das una idea de lo horrible que es.
Claudio- Ustedes nunca hicieron nada por tener un padre.
Paula- ¿Ahora es culpa nuestra? ¿Vos sabes que a pesar de todo Valen te ama y no entiende por qué vos a ella no? Y yo también te amaba, hasta que me di cuenta de la mierda que sos. Quisiste matarme, eso es porque no tenes corazón. Es irrazonable que hayas querido matar a tu propia hija. (Respire hondo) ¿Me dejas ir? No tengo nada que hacer acá. (Intente abrir la puerta pero estaba trabada) No sigas embarrándola.
Claudio- Primero tengo que decirte algo, cuidate mucho, y cuida a tu hermanita. La calle está muy peligrosa. ¿Sabes?
Paula- Me da asco llevar tu sangre, y agradezco no llevar tu apellido.


Por fin me dejo salir, una sensación horrible me invadía el cuerpo. Una opresión en el pecho no me dejaba respirar, y no tenía estabilidad, estaba temblando.
Así, temblorosa, busque mi celular y lo llame a Pedro.


Pedro- Pau, al fin. ¿Cómo fue todo?
Paula- ¿Estás en tu casa?
Pedro- Estoy llegando. ¿Paso algo? ¿Estás llorando?
Paula- ¿Dónde estás? Te necesito.
Pedro- ¿Vos dónde estás?
Paula- En la esquina del hospital.
Pedro- ¿Me esperas ahí y voy a buscarte?
Paula- No, deja. Voy para casa…
Pedro- Pau, no te voy a dejar así sola en la calle. Esperame ahí. Por favor.
Paula- Apurate.
Pedro- ¡Tranquila!

Siempre supe que mi vida no iba a ser un cuento de hadas como toda nena sueña, siempre mi vida fue distinta a la de las demás.
Porque no tenía papá, porque tenía que hacerme cargo de mi hermanita, porque vivía en el conservatorio de danza, porque mi familia era atípica, porque era una chica estudiosa y que iba en contra de la corriente, por no llevar la vida “común” de una chica adolescente.
Mi vida nunca fue un cuento de princesas, ni de hadas, ni de nada parecido. Hasta muchas veces llego a parecerse a una película de terror. Y cuando creí que nada más horrible podía pasar, me entero que mi papá, mi sangre, quiso matarme.

No aguantaba más, no podía creerlo. No podía dejar de temblar, ni de llorar. Sentía que me caía al suelo, que era imposible mantenerme parada. No tenía fuerzas.
Al fin vi el auto de Pepe, e intente correr hacía él, pero no podía, el cuerpo no me respondía.
Él bajo del auto y se acercó a mí. Yo lo único que pude hacer fue abrazarlo, refugiándome en su pecho.

Pedro- ¿Qué paso hermosa? (Preguntó abrazándome, y yo intente hablar. Pero no pude) Bueno, tranquila. (Beso mi cabeza) Tranquila. Pero respóndeme algo, porque me estás preocupando. ¿Te dijo algo malo el médico? (Negué con mi cabeza)
Paula- ¿Nos podemos ir de acá?
Pedro- A dónde quieras… ¿A casa? (Negué con mi cabeza, eso implicaba subir al auto, y necesitaba más que nunca que me abrace) ¿A caminar? ¿A la plaza? (Esta vez asentí) ¿Te tranquilizas un poquito? (Comenzamos a caminar, rumbo a la plaza. Sin separarnos)


Llegamos a la plaza, y nos sentamos debajo de un árbol, yo sobre él, y sin soltarlo.

Pedro- ¿Me contas que pasa?
Paula- (Respire hondo) No puedo, abrazame. Por favor.
Pedro- (Me aferro a su pecho) Me estás asustando. ¿Segura que no pasó nada con el médico?
Paula- Me dijo que era normal, pero que me haga una tomografía, que no me preocupe igual.
Pedro- ¿Entonces qué paso?
Paula- Mi viejo… se me apareció cuando salí del hospital, y me confeso que fue él.
Pedro- ¿Qué fue él el que te atropello?
Paula- Sí Pedro. Y que me cuide, y que cuide a Valen porque… (Y no pude seguir hablando)
Pedro- (Sentí que me abrazo más fuerte que nunca) Tranquila hermosa, tranquila. No vale la pena que llores por él.
Paula- Se supone que es mi papá.
Pedro- Ya lo sé, pero no hizo nada para serlo. Un papá no es solo el que lleva tu sangre, es el que te cría, el que esta con vos, el que te cuida. Te ama.
Paula- Yo nunca tuve un papá. No sé lo que es. Y sabía que era una basura, pero nunca pensé que para tanto. Fue todo para hacerla sufrir a mi vieja. (Dije temblando nuevamente, no soportaba más)
Pedro- Tranquilízate. (Comenzó a acariciar mi pelo) No hables más si te hace mal. Yo estoy acá con vos. ¿Sabes?
Paula- Gracias. (Él beso mi frente) Te amo.
Pedro- Yo también te amo.

No sé cuánto tiempo estuvimos allí, pero él nunca dejo de abrazarme, ni de mimarme. Es increíble cuánto lo amo, y sabe demasiado bien como tranquilizarme.

Pedro- ¿Un poco mejor? (Asentí con mi cabeza) ¿Vamos a casa?
Paula- A la tuya, te juro que no sé cómo decírselo a mamá.
Pedro- Vamos a la mía.
Paula- (Me levante de su pecho y quede sentada su lado) Gracias Pepe. (Lo bese y él seco mis lágrimas) No puedo creer todo lo que haces por mí.
Pedro- No me agradezcas más. (Beso mis labios) Te amo.
Paula- Yo también, mucho. (Volvimos a besarnos)

---------

Pedro se tendría que ganar cómo mínimo un millón de pesos por bancarla tanto a Paula, no les parece? ajajajaj, creo que no existe un hombre así, solo en mi bella imaginación.

3 comentarios:

  1. ojala exitieran los hombres como pepe, esta nove me ilusiona muchsimo respecto al amor pero me encanta, y escribis muy bien besos

    ResponderEliminar
  2. chicas creo que el pepe reali es igual! ajaja...me encanta la nove

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar