miércoles, 16 de enero de 2013

Capítulo 24




Valen- Pau…
Paula- ¿Qué mi amor?
Valen- ¿Me puedo acostar con vos?
Paula- Obvio Valen. (Ella se subió con la silla y se acostó a mi lado, abrazándome)
Valen- Estoy muy feliz de que te hayas despertado. Te extrañe mucho. (Me dijo casi llorando y yo acaricie su pelo) Tenía mucho miedo Pau, no sabía que hacer sin vos.
Paula- No llores princesa. (Bese su frente) Ya me desperté, ya estamos acá las dos. Mira. No pasó nada.
Valen- Es que… fue horrible. (Me abrazo más fuerte y yo también lo hice) Te escribí un montón de cosas en un cuaderno. ¿Te lo puedo leer?
Paula- Obvio hermosa. (Ella se sentó y yo seque sus lágrimas) ¿Sabes que te amo mucho, no?
Valen- (Asintió con su cabeza) Yo también te amo Pau. (Volvimos a abrazarnos)
Paula- Te amo hermosa. (Bese reiteradas veces sus mejillas)
Nos separamos y mamá (Quien observaba la escena) le paso el cuaderno.
Valen- Pau, hoy mamá y Pepe me contaron que un auto te piso, y que estás en un hospital, lastimada y durmiendo. Y que no te despertas. Tengo mucho miedo. ¡Despertate Pau!
Paso otro día y seguís durmiendo. ¿Por qué? (Mientras lo leía lloraba y yo lo hacía también)
¿Y si nunca te despertas? ¿Qué hago yo? Te necesito, te extraño.
Te amo hermana, y te extraño.
Hoy tuve que volver a la escuela, y todos me preguntaban qué pasaba, y no podía no llorar.
No aguanto más. ¿Por qué?

Y no la deje seguir, la abracé, llorando cada vez más.

Paula- (La aferre en mi pecho) Perdoname Valen. No quería que pases por todo eso.
Valen- Pero no fue tu culpa Pau.
Paula- Para mí sí. ¿Me perdonas? (Ella asintió con su cabeza y mamá se unió al abrazo)

Ese día, me la pase en aquella habitación, con médicos, enfermeros y millones de estudios y diversas cosas.
Me hicieron hacer ejercicios para comenzar a tomar fuerza en los músculos, pero yo lo único que quería era salir de esa habitación. Me dejaron hacerlo, pero en silla de ruedas, al menos ya me habían quitado el suero.

Paula- Me siento una abuela. (Dije riendo)
Pedro- Bueno señora. ¿Quiere salir? ¿Está segura? (Dijo burlándome)
Paula- Sos un tarado. Dale, no aguanto más acá.

Salimos de la habitación y por el ascensor llegamos al parque del hospital.

Paula- (Respire hondo) Aire puro.
Pedro- (Estaciono mi silla frente a un banquito, donde se sentó él) ¿Te sentís mejor?
Paula- Bastante. Aunque ahora me duelen mucho las piernas y los pies, de los ejercicios que me hicieron hacer.
Pedro- ¿Queres apoyarte en mi?
Paula- ¿No molesto?
Pedro- Obvio que no. Dale. (Yo sonreí y pose mis piernas sobre las suyas)
Paula- Sos muy tierno.
Pedro- Vos me pones así. (Acarició mis piernas)
Paula- Menos mal que me pude depilar hoy…
Pedro- ¿Te depilaste? (Me preguntó riendo)
Paula- Sí Pedro, era un mono, mamá me trajo crema y me ayudo. Porque no daba hacer los ejercicios y todo eso.
Pedro- Para mí sos una exagerada, pero bueno.
Paula- Soy mujer Pepe.
Pedro- Bueno, está bien… ¿Entonces puedo acariciarte tranquilo?
Paula- Sí. (Dije riendo) ¿Cuándo podre volver a casa?
Pedro- No sé, quizás que en un par. Los médicos dicen que estás evolucionando rápido, y eso es bueno.
Paula- Mejor… Pero quiero estar en mi cama,  con vos. Con la enana…
Pedro- Tranquila, ya vamos a estar hermosa.

Esa noche la pase con mamá, Pepe y Valen se fueron a casa…
Al día siguiente de nuevo millones de médicos, estudios y todas esas cosas. Pero al menos sirvieron para confirmar que no tenía ninguna lesión cerebral. Lo cual me tranquilizaba, demasiado, porque estaba muerta de miedo.

A la tarde, Valen estuvo conmigo, jugamos a las cartas y Pepe merendó conmigo.
Amaba como me cuidaban, pero no soportaba más allí.
¡Al fin! Al día siguiente, a última hora, me dieron el alta. Con reposo absoluto.
Ya caminaba, muy lento y pausado, con ayuda ya que solía marearme. Pero al menos podía mantenerme en pie.

Pepe me hacía de apoyo al caminar, salimos del hospital los 4 y volvimos en el auto de Pepe.

Pedro- Dame la mano para bajar. (Eso hice y me ayudo a salir del auto, me acompaño a casa y me ayudo a llegar a la cama)
Paula- Pepe. ¿Te quedas a dormir conmigo?
Pedro- Me quedo, me voy a bañar a casa y vengo.
Paula- Gracias…
Pedro- Sh. (Me beso y se fue)
Valen se quedó un rato mirando la tele conmigo y después mamá vino a hacerme compañía, hasta que volvió Pepe. Cenamos y ya era casi la media noche.

Paula- ¿Preparas café? No quiero dormir, necesito… (Suspire) Pensar, charlar. No sé.
Pedro- Tenes que descansar Pau.
Paula- No puedo Pepe. No puedo. Hay algo que me carcome la cabeza. Por favor.
Pedro- ¿Un té?
Paula- Por favor.
Pedro- (Suspiro) Bueno, está bien.

Pepe se fue y al rato volvió con dos tazas de café y algunas galletitas.

Paula- ¡No sabes cómo extrañaba mi cama! (Dije sentándome mejor)
Pedro- (Rio y se sentó en la punta de la cama, reposándose sobre la pared) ¿Era muy incómoda esa camilla?
Paula- Demasiado. (Tome un poco de café y tome un papel que había dejado debajo de la lámpara) Pepe, lee esto.
Pedro- ¿Qué es?
Paula- Un papel que encontré en el cuarto cuando llegue…

Llegue del hospital y Pepe me ayudo a acostarme, después de hacerlo fue a buscar mis cosas, que habían quedado en el living.
Sentí un papel en la cama, lo busque para quitarlo, porque me molestaba, pero cuando lo vi no era un papel mío…
“Hola Paulita, me alegro de que hayas vuelto a tu casa… bah, creo que me alegro. Espero que no hayas reconocido a quien conducía el auto…”

Paula- Es mi viejo. Estoy segura. ¿Me quiso matar?
Pedro- No Pau, para, no te hagas la cabeza.
Paula- ¿Qué no me haga la cabeza? ¿Vos leíste eso?
Pedro- Sí, pero ni siquiera lo firma.
Paula- No puede ser nadie más. Es un sínico. (Dije ya llorando)
Pedro- Tranquila. (Posaste tus manos en mis piernas, intentando tranquilizarme)
Paula- Pedro. ¿Vos entendes que intento matar a su propia hija?
Pedro- Yo acá lo que entiendo es que vos necesitas estar tranquila, porque todavía estás muy débil. Y que ahora no tendrías que estar haciéndote problema por esto, y que me arrepiento de haberte traído el café, porque ahora de acá a que te duermas tenemos un rato largo.
Paula- ¿Cómo queres que esté tranquila?
Pedro- Mmm… Una película, con unos mimos… Capaz que funciona.
Paula- Veni conmigo. Por favor. (Dije secando mis lágrimas y él quito sus zapatillas y se acostó conmigo, metiéndose en la cama)
Pedro- No llores. (Beso mis labios y me abrazo contra su pecho) Tenes que estar tranquila, lo necesitas. (Comenzó a acariciar mi pelo hasta que me quede dormida, en sus brazos)


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último de hoy, gracias por tantos comentarios lindos ;) espero que les guste.

4 comentarios:

  1. Divino capitulo, me voy a dormir felizzzzz. Genia!

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  2. guau increíble...seguí subiendo....

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  3. GRACIASSSSSSSSS! cami por los caps de hoy!!! geniales me re gusta la nove

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  4. muy tierno pepe !!! muero por un novio como el !! me encanta muchisimoo la nove besos

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