Hacía demasiado tiempo que ya estaba acá y
sinceramente no me terminaba de acostumbrar, seguía sintiendo que no era mi
lugar.
Ya tenía 23 años y mi hermana 10. La obra llevaba meses en cartel, y sinceramente nos estaba yendo demasiado bien. ¿Cuándo había pasado tanto tiempo?
Desde que estoy acá, a pesar de la angustia que ya convive conmigo, no volví a vomitar (Ni a tener ganas de hacerlo) Cami decía que era por el cambio tan rotundo de vida. Una buena en todo esto.
Igualmente, seguía hablando con ella, y bastante seguido. Por Skype. Aún no me sentía del todo recuperada como para abandonar el tratamiento, a pesar del tiempo que había pasado.
En este momento, estábamos en una especie de ‘vacaciones’ con el espectáculo, ya que hacía más de seis meses que estábamos en cartel, sin parar. Era agotador. Demasiado.
Caminaba por las calles españolas, en medio de una increíble tormenta, estaba yendo a buscar a Zai al aeropuerto, desde que estoy acá nos vemos más seguido que cuando estaba en Argentina, vive trabajando acá. (Por suerte)
Paula- (Corrí a abrazarla) ¡Zairu!
Zaira- Hola Pauchi. (También me abrazo) ¿Cómo estás amiga?
Paula- (Suspire) Como puedo. ¿Vos?
Zaira- (Se separó un poco de mí) ¿Algún día cambiará esa respuesta?
Paula- Eso espero… (Suspire) Pero no da ponerme mal acá y ahora. Dale, anda a buscar tus valijas que te acompaño al hotel y te venís a casa, porque te comunico que hoy dormís conmigo.
Zaira- ¡Pero que autoritaria! (Reímos y la acompañe a retirar sus valijas y hacer trámites varios)
Noche de tormenta (Nunca había cesado) con un interminable termo de café bien caliente. Hacía un mes que no nos veíamos, y como ya dije, desde que estoy acá nos vemos más seguido, eso era demasiado tiempo.
Los colchones en el suelo, y varias mantas. Hacía mucho frío.
Zaira- Podes poner play cuando quieras.
Paula- (Reí) ¿Tan insoportable soy?
Zaira- Lo extraño a Pedro, y fui una boluda. (Dijo burlándome y yo reí)
Paula- Sos una tarada.
Zaira- Al menos te hago reír. (Sonreí) En serio amiga, ya no da para más esto. Vamos a salir, el sábado a la noche, y vamos a conocer gente nueva, vos lo necesitas.
Paula- No tengo ánimos de abrirme a conocer gente nueva, hombres precisamente.
Zaira- Pero tu estado anímico no da para más. ¡Necesitas una alegría amiga!
Paula- ¡Zaira! (Le pegue suavemente en su hombro) Sabes que no soy así.
Zaira- Ya lo sé tonta, sos un angelito del señor que nunca estaría con un hombre porque sí. Pero podes conocer a alguien, capaz podes volver a tener una relación.
Paula- Sí… ¿Amándolo a Pedro? No Zai. No quiero lastimar a alguien más, bastante tengo con toda la culpa que me carcome por todo el mal que le hice a él. (Suspire)
Zaira- No podes tener una cabeza tan enroscada Paula.
Paula- Es lo que hay, soy así. No puedo hacer nada contra eso.
Zaira- Cambiar.
Paula- ¿Más cambio del que hice, o intente hacer?
Zaira- Lo intentaste, vos lo dijiste.
Paula- (Suspire) Ya no sé qué carajo hacer para olvidarme de él. Intente todo.
Zaira- Menos estar con otro hombre.
Paula- No quiero lastimar a nadie más.
Zaira- ¿Vos te pensas que por estar con un flaco una noche lo vas a lastimar? ¿No conoces la psicología de los hombres todavía? Más que lastimarlo, le estarías haciendo el favor de que la…
Paula- Bueno Zaira, ya entendí. (Dije riendo)
Zaira- Tenes 23 años nena, deja de ser ubicadita. (Volvimos a reír)
Paula- Son demasiado fríos los europeos Zai, no me gustan.
Zaira- Vamos a conseguir un argentino entonces. ¡No vas a morir soltera!
Paula- ¡Estás loca!
Zaira- Bastante. (Reímos) Pero vos no te quedas atrás eh. (Volvimos a reír y le revolee un almohadón) Ah no Paulita. Te pasaste. (Y me la devolvió. Guerra de almohadas, como cuando teníamos doce años, terminamos las dos muertas de risa, acostadas en los colchones)
Paula- Gracias amiga.
Zaira- Nada que agradecer hermosa. (Sonreí)
Ya tenía 23 años y mi hermana 10. La obra llevaba meses en cartel, y sinceramente nos estaba yendo demasiado bien. ¿Cuándo había pasado tanto tiempo?
Desde que estoy acá, a pesar de la angustia que ya convive conmigo, no volví a vomitar (Ni a tener ganas de hacerlo) Cami decía que era por el cambio tan rotundo de vida. Una buena en todo esto.
Igualmente, seguía hablando con ella, y bastante seguido. Por Skype. Aún no me sentía del todo recuperada como para abandonar el tratamiento, a pesar del tiempo que había pasado.
En este momento, estábamos en una especie de ‘vacaciones’ con el espectáculo, ya que hacía más de seis meses que estábamos en cartel, sin parar. Era agotador. Demasiado.
Caminaba por las calles españolas, en medio de una increíble tormenta, estaba yendo a buscar a Zai al aeropuerto, desde que estoy acá nos vemos más seguido que cuando estaba en Argentina, vive trabajando acá. (Por suerte)
Paula- (Corrí a abrazarla) ¡Zairu!
Zaira- Hola Pauchi. (También me abrazo) ¿Cómo estás amiga?
Paula- (Suspire) Como puedo. ¿Vos?
Zaira- (Se separó un poco de mí) ¿Algún día cambiará esa respuesta?
Paula- Eso espero… (Suspire) Pero no da ponerme mal acá y ahora. Dale, anda a buscar tus valijas que te acompaño al hotel y te venís a casa, porque te comunico que hoy dormís conmigo.
Zaira- ¡Pero que autoritaria! (Reímos y la acompañe a retirar sus valijas y hacer trámites varios)
Noche de tormenta (Nunca había cesado) con un interminable termo de café bien caliente. Hacía un mes que no nos veíamos, y como ya dije, desde que estoy acá nos vemos más seguido, eso era demasiado tiempo.
Los colchones en el suelo, y varias mantas. Hacía mucho frío.
Zaira- Podes poner play cuando quieras.
Paula- (Reí) ¿Tan insoportable soy?
Zaira- Lo extraño a Pedro, y fui una boluda. (Dijo burlándome y yo reí)
Paula- Sos una tarada.
Zaira- Al menos te hago reír. (Sonreí) En serio amiga, ya no da para más esto. Vamos a salir, el sábado a la noche, y vamos a conocer gente nueva, vos lo necesitas.
Paula- No tengo ánimos de abrirme a conocer gente nueva, hombres precisamente.
Zaira- Pero tu estado anímico no da para más. ¡Necesitas una alegría amiga!
Paula- ¡Zaira! (Le pegue suavemente en su hombro) Sabes que no soy así.
Zaira- Ya lo sé tonta, sos un angelito del señor que nunca estaría con un hombre porque sí. Pero podes conocer a alguien, capaz podes volver a tener una relación.
Paula- Sí… ¿Amándolo a Pedro? No Zai. No quiero lastimar a alguien más, bastante tengo con toda la culpa que me carcome por todo el mal que le hice a él. (Suspire)
Zaira- No podes tener una cabeza tan enroscada Paula.
Paula- Es lo que hay, soy así. No puedo hacer nada contra eso.
Zaira- Cambiar.
Paula- ¿Más cambio del que hice, o intente hacer?
Zaira- Lo intentaste, vos lo dijiste.
Paula- (Suspire) Ya no sé qué carajo hacer para olvidarme de él. Intente todo.
Zaira- Menos estar con otro hombre.
Paula- No quiero lastimar a nadie más.
Zaira- ¿Vos te pensas que por estar con un flaco una noche lo vas a lastimar? ¿No conoces la psicología de los hombres todavía? Más que lastimarlo, le estarías haciendo el favor de que la…
Paula- Bueno Zaira, ya entendí. (Dije riendo)
Zaira- Tenes 23 años nena, deja de ser ubicadita. (Volvimos a reír)
Paula- Son demasiado fríos los europeos Zai, no me gustan.
Zaira- Vamos a conseguir un argentino entonces. ¡No vas a morir soltera!
Paula- ¡Estás loca!
Zaira- Bastante. (Reímos) Pero vos no te quedas atrás eh. (Volvimos a reír y le revolee un almohadón) Ah no Paulita. Te pasaste. (Y me la devolvió. Guerra de almohadas, como cuando teníamos doce años, terminamos las dos muertas de risa, acostadas en los colchones)
Paula- Gracias amiga.
Zaira- Nada que agradecer hermosa. (Sonreí)
Yo había ido al baño y cuando volví Zai estaba mirando mi caja.
Paula- Retiro el gracias de hace un rato, guarda eso, por favor. Me hace mal. (Dije entrando a la habitación y cerrando la puerta)
Zaira- Perdón, es que me intrigó.
Paula- No me jode que lo mires Zai. Me hace mal lo que hay ahí adentro. (Suspire sentándome contra la pared) Esta toda mi historia con Pedro.
Zaira- Es lo que estoy notando. ¿Para qué lo tenes? ¡Tiralo!
Paula- ¡Ni loca! Es lo único que me queda de él.
Zaira- Así no lo vas a poder olvidar ni superar nunca Pau.
Paula- No estoy tan segura de querer olvidarlo.
Zaira- ¿Y qué? ¿Vas a vivir aferrada a un amor del pasado?
Paula- No sé. Te juro que no sé.
Zaira- Me das tanta ternura Pau.
Paula- ¿Ternura? Yo me doy pena. Deje al amor de mi vida, y ya no hay retorno. No te das una idea de lo que me arrepiento.
Zaira- Vos sabías que era una locura.
Paula- Sí, pero creí que era lo mejor, y en cierto modo lo sigo creyendo. Para él.
Zaira- No estoy tan segura de lo que decís.
Paula- ¿Sabes algo de él?
Zaira- No, ni idea. No lo vi más. Pero te amaba demasiado, yo creo que debe estar como vos. Son dos idiotas llorando el uno por el otro a millones de kilómetros.
Paula- Espero que no, quiero creer que la única que llora soy yo.
Zaira- No estés tan segura Pau.
Paula- Fui una pelotuda.
Zaira- La verdad, que sí.
Paula- No hice una bien en toda mi vida Zai.
Zaira- Hey, para, tampoco te tires tan para abajo.
Paula- Es la verdad… (Dije con los ojos llenos de lágrimas y con un nudo en la garganta)
Zaira- (Se acercó a abrazarme) No llores Pau.
Cuenta Pedro
Meses pasaron, y yo intentaba olvidarme de lo que me había dicho, porque… ¿Para qué me lo iba a venir a decir si pensaba abortar? ¡Estaba loca! ¡Está loca! Ese hijo no era mío, aunque, pensándolo bien, quizás nunca había estado embarazada. ¿O sí?
Sí tan solo atendiera una vez el teléfono.
Así había vivido mi mente los últimos meses, momentos de felicidad al pensar que quizás era mío, momentos de angustia al creer que quizás había abortado, y momentos de duda, demasiada.
Y en medio de todo esto, Paula, que a pesar de que pasen los días, las semanas, los meses, los años y las vidas no podría arrancarla de mi corazón. Nunca.
Era de noche y no me podía dormir, ya había probado todas las posiciones existentes (y las no existentes también), tapado, destapado. Tome agua, leche y hasta inclusive un té (A pesar de cuánto los odio, era la caja de tés que Pau tenía en casa…) ¡Era misión imposible!
Mi cabeza era incapaz de dejar de lado sus mil pensamientos por segundo.
Y cuando por fin estaba logrando conciliar el sueño sonó el timbre. ¿A esta hora? ¡Son las tres y media de la mañana! Y por un segundo me ilusione creyendo que podría ser Paula, pero no. Al llegar a la puerta escuche el llanto de un bebé.
Algo extrañado abrí la puerta y al mirar al suelo me encontré con un bebé, demasiado chiquitito, envuelto en una manta y con una carta.
Me agache para tomarlo en brazos, él lloraba y al alzarlo se tranquilizó. Una sensación de vértigo y de felicidad me invadió… ¿Sería mi hijo?
Entre al departamento y luego de sentarme en el sillón lo acomode sobre mis piernas, acostado sobre ellas y tomó mi dedo con su manito. Después de observar cómo se iba quedando dormido con una mezcla de sensaciones en el cuerpo, lo alce en mis brazos y fui hasta mi cuarto, con la carta (que no me animaba a abrir). Me semi acosté en la cama, y lo acomode sobre mi pecho, donde rápidamente se durmió completamente. Momento en el cual, me decidí a abrir la carta, temblando.
---------------------------------------------
Buenas tardes, ante último capítulo cosa que ni yo puedo creer, pero mañana me extenderé.. :)
ayyy quiero saber si es o no el hijo?,me dio triste el principio del cap y lindo alfinal oquesea no sea hijo d pyp pero bue ,cuanto basa tardar en reconcilacion? :)
ResponderEliminarsi te digo que te odiooooo seria mentirte porque me envicie con tu novela y me afecta que termine asi.... jajajjaja
ResponderEliminaramor odio seria?
bueno algo asi!
por favor que termine de una vez, necesito que llegue la segunda parte ;)
(no soy muy amiga de la ansiedad, se entiende?)