Cuenta Paula
Al día siguiente me desperté debido a una lluvia más que torrencial, creí que se caía al cielo, cielo que era capaz de demostrar o transmitir exactamente el estado de mi alma en ese momento.
Triste, gris, enfurecido, llorando.
Zaira- Pau…
Paula- ¿Qué? (Pregunté aún metida en la cama, tapada hasta la nariz. Mi estado de ánimo sumado a ese día no daba para otra cosa)
Zaira- ¿No pensas salir de la cama en todo el día?
Paula- ¿Salir de la cama? ¿Qué es eso? (Pregunté riendo y ella también rio) Claramente no.
Zaira- (Suspiro) Bueno, yo tengo una reunión ahora y no sé qué cosa más, cualquier cosa me llevo el celu.
Paula- ¿Trajiste la compu?
Zaira- Sí.
Paula- ¿No me la prestas? Así hablo con mamá por ahí.
Zaira- Y te traigo el desayuno.
Paula- Sos la mejor del mundo.
Zaira- Lo sé, lo sé. (Reímos y me paso su compu)
Paula- Gracias, de verdad.
Zaira- Sh. (Sonreí y salió del cuarto, para al rato volver con un desayuno para mí)
Conversación vía Skype con mamá…
Paula- Hola mami.
Eugenia- Hola Pau… ¿Cómo estás? ¿Mejor?
Paula- ¿En serio me ves mejor?
Eugenia- No, por eso pregunto…
Paula- No sé, como puedo. ¿Vos?
Eugenia- La verdad, no dejo de pensar en vos.
Paula- Tranqui ma, Zai me tiene cuidada, en serio… (Ella sonrió y no dijo nada más respecto al tema) Te llamo por otra cosa igual…
Eugenia- ¿Qué pasó? Contame.
Paula- Hay un casting, para una obra muy importante, muy, acá… Para hacerla acá, y de lo impulsiva que soy ya me veía ahí, pero no sé, después pensé en vos y en Valen y… No sé. (Suspire) ¿Qué hago ma?
Eugenia- Presentate hija, mira, ya es casi Noviembre, Valen termina las clases y nos podemos ir para allá.
Paula- ¿Y vos? ¿Y tú trabajo? ¿Y si no quedo? Para mami.
Eugenia- Vos anda, preséntate, rompela y después vemos cómo hacemos.
Paula- ¿Segura?
Eugenia- Sí hija. Además, te va hacer bien.
Paula- (Suspire) Sí, puede ser que tengas razón… Es mañana.
Eugenia- Anda, de verdad.
Paula- Gracias por apoyarme ma. (Sonreí, al menos un poco)
Eugenia- Siempre lo voy a hacer mi amor. (Sonreímos)
Paula- ¿Te enojas si te dejo? Porque hay una tormenta zarpadisima y no sé cuánto tiempo más va a durar conectado el wifi. Mandale un beso a la enana que ya la extraño.
Eugenia- Y ella a vos Pau... En serio.
Paula- (Sonreí) Un beso mami.
Eugenia- Un beso hija.
Aproveche que el wifi por el momento andaba e investigue un poco sobre aquel casting, ‘Spartacus’ sería la obra para la cual audicionaría… Nunca pensé que iba a llegar a algo así, ni siquiera a intentarlo, porque obvio que el miedo a no quedar siempre existe, pero es tanta la necesidad que tengo de cambiar mi vida, que por primera vez me tengo fe para algo.
Después de apagar la compu, prendí la tele. Mis planes de no salir en la cama seguían totalmente en pie. Mi angustia seguía en pie, mis ganas de correr a Buenos Aires y abrazarlo, pedirle perdón. Mis inútiles ganas, mi inútil arrepentimiento, mi estúpida actitud.
Más tarde, decidí probar mis puntas, por las dudas de que algo ocurra… Uno nunca sabe, pero por suerte, me pude subir sin ninguna dificultad, después de probar algunos pasos algo ‘tontos’ por el pequeño lugar que tenía, las deje en mi bolso y fui rumbo al baño.
Me bañe, y después de ponerme de nuevo el pijama volví a la cama.
Sinceramente, moría de hambre, aprovechando el servicio de hotel, pedí que me traigan una merienda a la cama, y por primera vez (Después de todo lo que pasó antes de venir para acá, es decir, hace poquísimos días) Le tuve pánico a la comida, otra vez. Intente comer despacio, pausado, pero no sé, no podía controlarme.
Empecé a llorar, otra vez, sin dejar de mirar un punto fijo (El picaporte), me levante, dirigiéndome a aquel picaporte, pero cambie de dirección, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, y termine en el baño. Otra vez. Vomitando, como si aquella acción sanara todas mis angustias.
Me levante, algo mareada, y después de lavarme la cara y la boca, me mire al espejo, con algo de asco y volví a la cama.
Había vuelto a hacerlo, de nuevo. Otra maldita vez.
Zaira- Pauli… (Entro a la habitación y yo me tape hasta la cabeza) ¿Qué vamos a jugar como con los nenes chiquitos? (Se tiro sobre mí y me destapo) Dale amiga, no puedo verte más así.
Paula- (Suspire) Vomite de nuevo Zai. (Dije sollozando y ella cambió la expresión de su cara, saliendo de encima de mí y sentándose a mi lado, en una milésima de segundo)
Zaira- Tranquila. (Me abrazo y yo también lo hice, llorando cada vez más) Tranquila.
Paula- Me odio, hago todo mal, todo al reves.
Zaira- (Acarició mi espalda) No te odies Pau. ¿De qué te sirve?
Paula- (Suspire) Tengo miedo. (Me separe un poco de ella) Miedo de nunca superar nada, de vivir en esto, en la angustia y la enfermedad para siempre.
Zaira- No pienses así amiga, vas a ver que cuando te des cuenta ya pasó todo. En serio.
Paula- Eso espero… (Suspire y me deje caer en la cama)
Al día siguiente, intente levantarme con un cambio de energías (Que un poco funcionó), me bañe y me prepare para ir a la audición. Tenía en número 1348.
La cola ocupaba incontables cuadras y yo sentía que llegaría sin energías al momento de audicionar, pero, por suerte, nos separaron en grupos, designados en distintos salones de ensayo donde preparábamos distintos combinados, o coreografías para mostrar. (Eso lo había leído en la página, pero de los nervios me había olvidado)
Pasaron las horas de ensayo, y por fin nos tocaba audicionar. ¿Por fin? Moría porque llegue el momento, pero, a la vez, me daba muchísimo pánico.
Audición grupal e individual. Los nervios se apoderaron de mi cuerpo, dejando de lado cualquier otra sensación o sentimiento.
Pasaron varias horas, hasta que al menos, terminaron de audicionar.
‘Y Pau? Cómo va todo?’
‘Recién se terminaron las audiciones Zai, no sé. No puedo más de los nervios’
‘No, tranquila amiga! Tenete fe, sos genial en lo que haces’
‘Gracias amiga! Por absolutamente todo, sos de oro. Te quiero muchísimo’
‘Te quiero amiga, nada que agradecer’
Al día siguiente me desperté debido a una lluvia más que torrencial, creí que se caía al cielo, cielo que era capaz de demostrar o transmitir exactamente el estado de mi alma en ese momento.
Triste, gris, enfurecido, llorando.
Zaira- Pau…
Paula- ¿Qué? (Pregunté aún metida en la cama, tapada hasta la nariz. Mi estado de ánimo sumado a ese día no daba para otra cosa)
Zaira- ¿No pensas salir de la cama en todo el día?
Paula- ¿Salir de la cama? ¿Qué es eso? (Pregunté riendo y ella también rio) Claramente no.
Zaira- (Suspiro) Bueno, yo tengo una reunión ahora y no sé qué cosa más, cualquier cosa me llevo el celu.
Paula- ¿Trajiste la compu?
Zaira- Sí.
Paula- ¿No me la prestas? Así hablo con mamá por ahí.
Zaira- Y te traigo el desayuno.
Paula- Sos la mejor del mundo.
Zaira- Lo sé, lo sé. (Reímos y me paso su compu)
Paula- Gracias, de verdad.
Zaira- Sh. (Sonreí y salió del cuarto, para al rato volver con un desayuno para mí)
Conversación vía Skype con mamá…
Paula- Hola mami.
Eugenia- Hola Pau… ¿Cómo estás? ¿Mejor?
Paula- ¿En serio me ves mejor?
Eugenia- No, por eso pregunto…
Paula- No sé, como puedo. ¿Vos?
Eugenia- La verdad, no dejo de pensar en vos.
Paula- Tranqui ma, Zai me tiene cuidada, en serio… (Ella sonrió y no dijo nada más respecto al tema) Te llamo por otra cosa igual…
Eugenia- ¿Qué pasó? Contame.
Paula- Hay un casting, para una obra muy importante, muy, acá… Para hacerla acá, y de lo impulsiva que soy ya me veía ahí, pero no sé, después pensé en vos y en Valen y… No sé. (Suspire) ¿Qué hago ma?
Eugenia- Presentate hija, mira, ya es casi Noviembre, Valen termina las clases y nos podemos ir para allá.
Paula- ¿Y vos? ¿Y tú trabajo? ¿Y si no quedo? Para mami.
Eugenia- Vos anda, preséntate, rompela y después vemos cómo hacemos.
Paula- ¿Segura?
Eugenia- Sí hija. Además, te va hacer bien.
Paula- (Suspire) Sí, puede ser que tengas razón… Es mañana.
Eugenia- Anda, de verdad.
Paula- Gracias por apoyarme ma. (Sonreí, al menos un poco)
Eugenia- Siempre lo voy a hacer mi amor. (Sonreímos)
Paula- ¿Te enojas si te dejo? Porque hay una tormenta zarpadisima y no sé cuánto tiempo más va a durar conectado el wifi. Mandale un beso a la enana que ya la extraño.
Eugenia- Y ella a vos Pau... En serio.
Paula- (Sonreí) Un beso mami.
Eugenia- Un beso hija.
Aproveche que el wifi por el momento andaba e investigue un poco sobre aquel casting, ‘Spartacus’ sería la obra para la cual audicionaría… Nunca pensé que iba a llegar a algo así, ni siquiera a intentarlo, porque obvio que el miedo a no quedar siempre existe, pero es tanta la necesidad que tengo de cambiar mi vida, que por primera vez me tengo fe para algo.
Después de apagar la compu, prendí la tele. Mis planes de no salir en la cama seguían totalmente en pie. Mi angustia seguía en pie, mis ganas de correr a Buenos Aires y abrazarlo, pedirle perdón. Mis inútiles ganas, mi inútil arrepentimiento, mi estúpida actitud.
Más tarde, decidí probar mis puntas, por las dudas de que algo ocurra… Uno nunca sabe, pero por suerte, me pude subir sin ninguna dificultad, después de probar algunos pasos algo ‘tontos’ por el pequeño lugar que tenía, las deje en mi bolso y fui rumbo al baño.
Me bañe, y después de ponerme de nuevo el pijama volví a la cama.
Sinceramente, moría de hambre, aprovechando el servicio de hotel, pedí que me traigan una merienda a la cama, y por primera vez (Después de todo lo que pasó antes de venir para acá, es decir, hace poquísimos días) Le tuve pánico a la comida, otra vez. Intente comer despacio, pausado, pero no sé, no podía controlarme.
Empecé a llorar, otra vez, sin dejar de mirar un punto fijo (El picaporte), me levante, dirigiéndome a aquel picaporte, pero cambie de dirección, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, y termine en el baño. Otra vez. Vomitando, como si aquella acción sanara todas mis angustias.
Me levante, algo mareada, y después de lavarme la cara y la boca, me mire al espejo, con algo de asco y volví a la cama.
Había vuelto a hacerlo, de nuevo. Otra maldita vez.
Zaira- Pauli… (Entro a la habitación y yo me tape hasta la cabeza) ¿Qué vamos a jugar como con los nenes chiquitos? (Se tiro sobre mí y me destapo) Dale amiga, no puedo verte más así.
Paula- (Suspire) Vomite de nuevo Zai. (Dije sollozando y ella cambió la expresión de su cara, saliendo de encima de mí y sentándose a mi lado, en una milésima de segundo)
Zaira- Tranquila. (Me abrazo y yo también lo hice, llorando cada vez más) Tranquila.
Paula- Me odio, hago todo mal, todo al reves.
Zaira- (Acarició mi espalda) No te odies Pau. ¿De qué te sirve?
Paula- (Suspire) Tengo miedo. (Me separe un poco de ella) Miedo de nunca superar nada, de vivir en esto, en la angustia y la enfermedad para siempre.
Zaira- No pienses así amiga, vas a ver que cuando te des cuenta ya pasó todo. En serio.
Paula- Eso espero… (Suspire y me deje caer en la cama)
Al día siguiente, intente levantarme con un cambio de energías (Que un poco funcionó), me bañe y me prepare para ir a la audición. Tenía en número 1348.
La cola ocupaba incontables cuadras y yo sentía que llegaría sin energías al momento de audicionar, pero, por suerte, nos separaron en grupos, designados en distintos salones de ensayo donde preparábamos distintos combinados, o coreografías para mostrar. (Eso lo había leído en la página, pero de los nervios me había olvidado)
Pasaron las horas de ensayo, y por fin nos tocaba audicionar. ¿Por fin? Moría porque llegue el momento, pero, a la vez, me daba muchísimo pánico.
Audición grupal e individual. Los nervios se apoderaron de mi cuerpo, dejando de lado cualquier otra sensación o sentimiento.
Pasaron varias horas, hasta que al menos, terminaron de audicionar.
‘Y Pau? Cómo va todo?’
‘Recién se terminaron las audiciones Zai, no sé. No puedo más de los nervios’
‘No, tranquila amiga! Tenete fe, sos genial en lo que haces’
‘Gracias amiga! Por absolutamente todo, sos de oro. Te quiero muchísimo’
‘Te quiero amiga, nada que agradecer’
Hicieron una primera eliminación, en la cual, gracias al cielo, no estaba. Quedábamos cuatro mil. ¿Pocos? ¿Muchos? No lo sé, solo sé que en breve colapso de nervios.
Así eliminaron, hasta que quedamos quinientas personas, mitad exacta de mujeres y hombres.
Me compre una botella de agua porque ya no podía más, llamaban de a uno y les comunicaban el resultado. Yo, era una de las últimas. O eso creo.
Cuando escuche mi nombre, una sensación de escalofrío, miedo, alegría y vértigo me invadió, como puede, temblando, ingrese a aquel salón. Rogando que mi vida logre dar un giro de trescientos sesenta grados…
Me pare frente al jurado y comenzaron a hacerme una especie de devolución.
Jurado- Buenas tardes.
Paula- Buenas tardes. (Sonreí, intentando esconder mis nervios)
Jurado- Primero, tranquila. (Reí) Y segundo… ¿Sos argentina, no?
Paula- Sí, sinceramente estoy acá de casualidad, porque acompañe a una amiga que es modelo y…
Jurado- Y la vida te puso en frente una oportunidad increíble.
Paula- Así es…
Así eliminaron, hasta que quedamos quinientas personas, mitad exacta de mujeres y hombres.
Me compre una botella de agua porque ya no podía más, llamaban de a uno y les comunicaban el resultado. Yo, era una de las últimas. O eso creo.
Cuando escuche mi nombre, una sensación de escalofrío, miedo, alegría y vértigo me invadió, como puede, temblando, ingrese a aquel salón. Rogando que mi vida logre dar un giro de trescientos sesenta grados…
Me pare frente al jurado y comenzaron a hacerme una especie de devolución.
Jurado- Buenas tardes.
Paula- Buenas tardes. (Sonreí, intentando esconder mis nervios)
Jurado- Primero, tranquila. (Reí) Y segundo… ¿Sos argentina, no?
Paula- Sí, sinceramente estoy acá de casualidad, porque acompañe a una amiga que es modelo y…
Jurado- Y la vida te puso en frente una oportunidad increíble.
Paula- Así es…
No hay comentarios:
Publicar un comentario