Capítulo 87

 Mis ojos ya no podían contener las lágrimas, me sentía desnuda ante todos, muerta de vergüenza, y de miedo, por su reacción.

Pedro- Tranquila. (Me abrazo más fuerte)
Paula- Es algo que me cuesta mucho... Es muy difícil esto para mí. (Suspire, haciendo una pausa) Yo… (Volví a hacer una pausa) Soy, anoréxica, y bulímica.

Dije casi sin voz, llorando y Pedro me abrazo, yo no podía sostener la mirada frente a ellos, por eso escondí mi cara en el pecho de él, llorando incontrolablemente, aunque, la enorme mochila que llevo sobre mi espalda ahora pesaba un poco menos, solo un poco. Porque el miedo que sentía al saber o imaginar lo que seguía después de esto era muchísimo.

Pedro- Eras Pau.
Paula- (Negué con mi cabeza) Soy.
Luciana- Perdón, no sabíamos nada, no queríamos hacerte sentir mal. Perdón, de verdad.
Pedro- Yo me encargue de que no lo sepan. No me parecía que tenía que ser yo el que se los cuente.
Horacio- ¿Por eso tanto tiempo…?
Paula- Sí, estuve internada meses. (Me separe de Pepe, secándome las lágrimas e intentando poder mirarlos a la cara)
Pedro- Por eso yo también estuve tan desaparecido.
Paula- Perdón, ya sé que no es lo que esperaban como la mujer de su hijo, como cuñada o nuera. Y lo entiendo. Pero soy esto, estoy así hace más de dos años y el primero que lo supo fue él cuando ni siquiera éramos novios. Él fue el que más me ayudo a intentar pasar todo esto, aunque es muy difícil, y hoy a la mañana tuve una recaída muy grande…
Sonia- Nos estás dejando helados.
Carolina- Y no tenes que pedir perdón, mi hermano te ama así, y vos sabes que nos caíste súper bien.
Horacio- Coincido con Caro.
Pedro- (Quien me abrazaba por el costado y acariciaba mi brazo) No te tenes que sentir culpable, es una enfermedad, nadie tiene la culpa de estar enfermo.
Paula- Es culpa mía Pepe, lo sabes. (Suspire y apoye mi cabeza en su hombro)
Sonia- No creo que vos hayas elegido enfermarte Pau, no es tu culpa.
Luciana- Es lo que te tocó pasar, o lo que te toca pasar. A todos nos tocan cosas horribles en la vida.
Carolina- Y es lindo ver como se salvaron mutuamente.
Pedro- Yo siempre digo lo mismo. (Sonreí)
Horacio- Se nota lo mucho que se aman  y se bancan, de verdad.
Paula- Gracias por entender y tomarlo bien, de verdad. Tenía mucho miedo de cómo podían llegar a reaccionar. Y hoy no tenía muchas ganas de comer porque sinceramente después de lo que pasó hoy no estoy bien, tengo el estómago cerrado.
Luciana- Perdón por presionarte tanto. Capaz no lo querías contar….
Paula- No, está bien, en algún momento lo iban a saber, y ahora me siento mejor.

La vuelta a casa fue en completo silencio, sinceramente no tenía ganas de hablar con él.
Llegamos al edificio y cuando subimos al ascensor apreté el piso de mi departamento.

Pedro- ¿Vamos a tu casa?
Paula- Yo sí.
Pedro- Ah, creí que dormías conmigo. ¿Mañana Valen se queda sola?
Paula- No.
Pedro- ¿Y entonces?
Paula- Quiero ir a mi casa Pedro.
Pedro- No Paula, vamos a ir a la mía y me vas a explicar qué carajo te pasa.
Paula- ¿En serio no sabes que me pasa todavía nene? (Pregunté con lágrimas en los ojos y al llegar a mi piso no dejo que las puertas se abrieran apretando el botón que nos llevaría al suyo. Los pisos que nos separaban los hice reposada contra la pared, con mis brazos cruzados y mirando al suelo. A punto de llorar, cuando llegamos, bajamos, yo detrás de él y espere a que abra, para entrar y cerrar la puerta)
Pedro- No sé qué hacer, te juro que no sé qué hacer.
Paula- ¿Con qué?
Pedro- Con vos.
Paula- Vos no tenes que hacer nada conmigo, y menos por obligación. Porque lo decís con ese tono.
Pedro- No, no vas a empezar de nuevo con eso, por favor.
Paula- Nunca lo termine Pedro. Sigo siendo solamente un estorbo en tu vida, y lo sabes. Todo lo que pasó hoy pudiera haber sido innecesario si estuvieses con una mujer normal, todo lo que pasó ayer, hoy a la mañana. Todo lo que viene pasando desde que nos conocimos. ¿No te das cuenta que vivís pendiente de mí?
Pedro- No Paula, no. Si estoy pendiente de vos, como decís vos, es porque quiero que estés bien.
Paula- (Suspire) Porque tengo un estado anímico de mierda, que es incontrolable. Porque puedo terminar de nuevo en el baño vomitando como si nunca hubiese estado encerrada haciendo un tratamiento de mierda. Como si nunca vos y mamá se hubiesen roto el culo para pagarlo, como si nunca hubiese pasado nada. (Grite llena de ira, y ya llorando)
Pedro- Para Pau, para.
Paula- No, no puedo parar. Necesito sacar toda la mierda que tengo adentro. (Grite mientras me quebraba) No aguanto más, lo de anoche fue lo que faltaba para querer irme a la mismísima mierda, sola, alejada de todo, para no cagarle la vida más a nadie. Porque no se lo merecen.
Pedro- ¡Paula! ¿Te escuchas lo que decís?
Paula- Sí, digo lo que siento. ¿Te das cuenta que conmigo nunca vas a tener una vida normal o linda? Y no te mereces esto Pedro, sos un tipo que vale oro, como amigo, como hijo, como hermano, como novio, pero por sobre todo como hombre. Como persona. Y la vida te debe tener preparado algo que vale la pena para vos, estoy segura.
Pedro- ¿Vos que me estás queriendo decir? ¿Queres que nos separemos?
Paula- No, no quiero. Pero va a ser lo mejor.
Pedro- No Paula. No. Sabes que no es así.
Paula- ¿Por qué sos tan bueno? Abrí un poco la cabeza y date cuenta, por favor.
Pedro- ¿Qué me dé cuenta de qué?
Paula- De que nunca te voy a poder dar una familia, que nunca voy a poder quedar embarazada, por lo tanto nunca vamos a poder tener hijos. Que nunca vamos a poder ser una pareja normal, y por mi culpa.
Pedro- ¿Cuándo carajo vas a entender que no es tú culpa Paula? Y que yo te elijo así. Como sos.
Paula- No podes ser tan cerrado. Pensa de verdad, dejando tus sentimientos de lado. Necesito que lo hagas, aunque me haga mierda a mí.
Pedro- Es imposible que yo deje de lado lo que siento por vos.
Paula- Intentalo, por favor. (Dije secando mis lágrimas y dirigiéndome a la puerta, él me siguió) No vamos a terminar en la cama como ayer, te lo aviso. Hoy vas a pensar en serio.
Pedro- No tengo nada para pensar, entendelo.
Paula- Deja de ser tan bueno Pedro. ¡Por favor!
Pedro- Te recuerdo que te enamoraste de mí así como soy.
Paula- Ya lo sé, y te amo así. Y tu actitud de siempre poner a los demás sobre vos mismo te juro que me puede, pero por primera vez intenta revertirlo. Te lo pido por favor, de verdad.
Pedro- Siento que estás buscando que nos separemos y no te animas a decírmelo en la cara.
Paula- ¿En serio crees eso? (Pregunte quebrándome nuevamente) No hay nada que desee más en esta puta vida que pasarla al lado tuyo, pero así no. Así no puedo, no puedo condenarte a tener una vida de mierda, porque eso vas a tener si seguís conmigo. Por eso, quiero que al menos lo pienses.
Pedro- Andate por favor, no quiero responderte mal.
Paula- No, decime lo que me queres decir.
Pedro- No Paula. ¡Andate!
Paula- Ahora no me quiero ir, me lo decís.
Pedro- ¿Ves lo que digo? ¡Estás buscando que nos peleemos y no te animas a decírmelo mirándome a los ojos!
Paula- No entendes un carajo Pedro. (Respondí con un exceso de bronca y me quise ir, pero él me paro, agarrándome del brazo demasiado fuerte)
Pedro- Vos sos la que no entiende un carajo nena.
Paula- ¿Me podes soltar? Me estás lastimando. (Me soltó con bronca y salí corriendo de su departamento, una milésima de segundo tarde en decidir entre escalera o ascensor, no tenía fuerzas para absolutamente nada, pero el ascensor no venía asique fui por las escaleras, demasiado torpe, atropellada y a punto de caerme varias veces hasta que por fin llegué a mi casa, por suerte tenía las llaves, entre intentando ser sigilosa y fui directo a mi habitación, cerrando lentamente para estallar desarmando toda mi cama y golpeando el colchón cuando termine de hacerlo)