Capítulo 53

Nos habíamos quedado dormidos (Sí, teníamos demasiado sueño acumulado) y Pau me despertó besando mi nuca.

Pedro- Mmm… Qué hermoso despertarme así dos veces en el día.
Paula- Dormido sos muy tentador. Muy. (Dijo y volvió a besar mi nuca) Aunque despierto también.
Pedro- (Sonreí) Sos hermosa… (Acarició mi pelo)
Paula- Preparé una picada, pero para comer en la cama… ¿La traigo?
Pedro- Reitero, sos hermosa. (Ella sonrió y besó mi mejilla) Pero quédate un ratito más acá.
Paula- Mientras no te aplaste… (Reímos)
Pedro- Nunca, amo sentirte así de cerquita.
Paula- Sos tan tierno mi amor. (Dije y lo abracé)
Pedro- Me contagias… (Sonreí y besé su mejilla) ¿Qué te parece si ésta noche nos vamos a la playa y miramos el amanecer? Extraño compartir eso con vos…
Paula- Si me enfermo por el frío. ¿Te haces cargo?
Pedro- Mmm… Pachuchita me podes más que lo normal, asique sí… Aunque, mejor abrigate.
Paula- Como una cebolla, sí, estoy acostumbrada. (Reímos)
Pedro- Mientras me den los brazos para abrazarte.
Paula- (Largó una carcajada) Sos un tarado.
Pedro- Y vos una friolenta.
Paula- Ya lo sé… ¿Y?
Pedro- Emmm… No sé. (Volvimos a reír y yo di media vuelta, quedando a su lado, con mi cara a centímetros de la suya)
Paula- Perdón que me corra, pero… (Me besó) Quería besarte.
Pedro- ¿Qué tomaste hermosa?
Paula- ¿Por?
Pedro- Demasiada ternura.
Paula- ¿Eso qué quiere decir? ¿Qué yo no soy tierna con vos? (Preguntó seria… ¿Haciéndose la enojada?)
Pedro- No tonta, no quise decir eso… Quise decir que…
Paula- Que no te demuestro amor. Eso… (Dijo y salió corriendo a la cocina. No se puede estar enojando por esto… ¿O sí?)
Pedro- Pau… (Dije y me levanté a buscarla) No entiendas cualquiera… (Me acerque a ella, quién estaba dándome la espalda, en un rincón de la cocina) No llores tonta. (Pose las manos en sus hombros y noté que estaba llorando, pero de risa)
Paula- No podes ser tan iluso Pedro. (Dijo muriendo de risa)
Pedro- Ah… No. Empeza a correr porque la venganza será terrible. (Quise abrazarla por la cintura y ella salió corriendo, al cuarto. La corrí y cuando llegué estaba contra la pared, cubriéndose con un almohadón, yo me acerque a ella también riendo y le quité el almohadón, pero ella me tomó de las manos, sabía que le haría cosquillas, asique hizo todo lo posible por evitarlo) Ni sueñes que te vas a salvar… (Dije y la arrebaté, abrazándola por la cintura y haciendo que caiga en la cama, sin soltarla me acosté a su lado y la llene de cosquillas)
Paula- No Pedro, no… (Dijo en medio de carcajadas)
Pedro- ¿Qué no? ¿Qué no? (Dije intensificando las cosquillas)
Paula- Basta, dale. (Rogó intentando pararme)
Pedro- La próxima vez que me hagas una joda, pensalo. (Dije riendo y deje de hacerle cosquillas, quedando sobre ella)
Paula- Sos medio tontito cuando queres eh.
Pedro- Cuidado con lo que decís porque… (Volví a hacerle cosquillas y ella rio. Yo la besé) Igual, me gusta que hagas éstas cosas, eso quiere decir que te sentís un poquito mejor.
Paula- (Sonrió) Un poco, sí…
Pedro- Me encanta. (Volví a besarla y antes de inspeccionar temas profundos y que las carcajadas terminen en lágrimas me levanté y acerqué la picada a la cama) ¿Comemos?
Paula- Dale… (Respondió y se sentó)

Cenamos en la cama y miramos un rato la tele, charlamos… Ya eran las cuatro de la mañana y después de tomarnos un café y abrigarnos hasta la médula salimos camino a la playa.

Paula- Tengo demasiado frío. (Dijo tiritando)
Pedro- (La abracé por el costado, frotando su brazo) Si queres volvemos, pero te dejas el gorrito que te queda hermoso.
Paula- (Sonrió) No, vamos… Me da mucha paz ver el amanecer, y más si es con vos.
Pedro- Pero estás temblando.
Paula- Vamos, dale.
Pedro- Tonta, en serio… No da que lo que queda estés enferma.
Paula- Amor, quiero ir. En serio. Buscamos un lugar donde no haya tanto viento…
Pedro- (Suspiré) Un ratito.
Paula- A ver el amanecer. (Me besó para callarme, yo reí y seguimos caminando)

Llegamos a la playa pasadas las cuatro y media, y teóricamente en un rato amanecería. Buscamos un lugar en el que el viento pegaba tan fuerte, debajo de unos árboles, una especie de bosquecito antes de entrar a la playa. Yo había traído una lona y una manta en la mochila, acomodamos la lona y me senté contra un árbol, y yo puse la manta sobre mis hombros, ella se sentó sobre mis piernas cruzadas, apoyada sobre mi espalda y yo la abracé, tapándola.

Pedro- ¿Un poco mejor?
Paula- Sí… (Dijo acurrucándose en mí, y sus piernas)
Pedro- Seguís congelada. (Dije posando mis manos sobre las suyas)
Paula- Dame un ratito para que se me pase.
Pedro- ¿En serio te queres quedar?
Paula- Sí mi amor… Sh. Disfruta del cielo.
Pedro- ¿Y de vos?
Paula- Cuando gustes. (Sonreímos y nos dimos un beso)

-

El cielo comenzaba a aclararse, y el sol a asomarse. Estar así con él me desconectaba del mundo, y me conectaba con él y solo con él. Con el amor que nos une. Me tranquilizaba,             me apartaba la angustia del alma. Me hacía inmensamente bien.

Paula- (Suspiré) ¿Te acordas cuando hablábamos de parar el tiempo? Ahora lo haría.
Pedro- (Sentí que me abrazó aún más fuerte) Yo también lo haría. (Besó mi mejilla)
Paula- Me da mucha paz estar acá con vos, me hace muy bien… Me sana.
Pedro- Te voy a traer más seguido entonces. (Sonreí) ¿Te dije muchas veces que amo tu sonrisa?
Paula- Creo que cada vez que sonrío.
Pedro- Bueno, el día que te canses de que te lo diga es porque vas a estar con una sonrisa constante, y antes de que me digas algo, ese día va a llegar.
Paula- Te amo muchísimo mi amor.
Pedro- Te amo con la vida hermosa. (Y nos besamos, por un largo rato)

Ya eran las seis de la mañana y decidimos volver, me sentía un cúbito. Mientras él estaba en el baño yo me hice un té, casi hirviendo, me saqué el buzo y me cambié el jean por una calza, obviamente saque mis zapatillas y me metí en la cama, buscando que las mantas y el té me ayuden a entrar en calor.

Pedro- (Se acostó a mí lado) Hola señorita cubito.
Paula- Qué gracioso eh.
Pedro- (Apoyó su cabeza en mi hombro) Terminate el té que te doy un súper abrazo de oso así se te pasa.
Paula- Arreglala ahora, dale.
Pedro-  No voy a seguirte la corriente, porque caigo como un pelotudo mientras vos lloras de risa.
Paula- (Reí) Sos tan lindo. (Besé su frente y terminé el té, deje la taza en la mesita de luz y me acosté en la cama, él lo hizo a mi lado y me abrazó, dejando que yo me acurruque en su pecho)
Pedro- Descansa...
Paula- Vos también mi amor. (Besé su pecho) Te amo.
Pedro- (Me abrazó más fuerte y corrió un mechón de pelo de mi cara) Te amo… (Acarició mi nariz y sin decir más nada, nos quedamos dormidos)

Hacía demasiado tiempo (que ni siquiera lo recordaba) que no me dormía tan tranquila, sin pensamientos o sentimientos que me atormenten.
No me quedaba otra que amigarme con todo esto que me pasaba, aceptarlo… Y creo que eso era lo que nunca había logrado hacer. Aceptar que todo era real y no podía cambiarlo, lo que pasó, pasó… Y el futuro. ¿Quién sabe? Solo quiero estar bien, disfrutar un poco de estar viva (aunque la mayoría de las veces no lo sienta) Pero, él me hace sentir viva, y creo, sin temor a equivocarme, que es el único capaz de lograrlo… Besándome, abrazándome, tocándome, amándome.