domingo, 19 de mayo de 2013

Capítulo 56


Después de un rato y de una charla un poco más alegre que la de hacia un rato, decidimos dormir… Pepe estaba a mi lado, súper dormido… Yo me quise levantar y Valen me paró.

Valen- Pau. ¿A dónde vas?
Paula- No sé… Me iba para no despertar a nadie.
Valen- (Se levantó también) Te acompaño, yo tampoco puedo dormirme. (Fuimos hasta la cocina y después de hacernos un té cada una nos sentamos en la mesa)
Paula- ¿Vos estás bien Valen?
Valen- Sí Pau, y es la posta.
Paula- (Sonreí) ¿Mientras yo no estuve…?
Valen- No, y no lo hago hace más de dos semanas.
Paula- No sabes lo que me alivia escuchar eso Valen. Todo lo que pase, y lo que me pasa, no se lo deseo a nadie, y menos a vos. (Tomé su mano, suspirando) Gracias por haberte quedado con Tomi, me hizo muy bien ese viaje, saqué afuera muchas cosas que tenía adentro, muy reprimidas, escondidas… Y gracias por todo lo que me dijiste hoy. En serio… Se supone que acá yo tendría que cuidarte yo a vos, no vos a mí.
Valen- Nos cuidamos mutuamente. Es algo recíproco. (Sonreí) Es solo que quiero verte bien.
Paula- Veni… (Ella se paró y yo hice que se siente sobre mis piernas, la abracé por la cintura) A
veces se me complica aceptar que ya no sos más mi nena chiquitita… Y te juro que cuando hablas me sorprendes. ¿Y sabes qué? Me da mucho orgullo saber que yo estuve en tu crianza, me da orgullo ver la mujercita que sos, y saber la mujer hermosa que vas a ser.
Valen- ¿A pesar de…?
Paula- Eso es algo pasajero, en vos lo va a ser. Te lo aseguro. (La abracé contra mí) Gracias por ser parte de mi vida Valen…
Valen- A vos, por ser parte de la mía.

Después de un rato volvimos a acostarnos y nos quedamos dormidas.

Al día siguiente cuando me desperté estaba sola, o eso creí, porque escuché ruidos en la cocina… Pero esperé a que alguien venga, no tenía ganas de levantarme.

Pedro- Buen día… (Dijo asomándose por el umbral de la puerta)
Paula- Buen día… (Dije acurrucándome)
Pedro- (Se acostó sobre mí, y besó mi cuello) Estamos solos. Valen se fue a lo de Cata, y Tomi a lo de un amigo… Y tu mamá no volvió.
Paula- (Sonreí) ¿Y qué hora es?
Pedro- Las doce, y si te parece, vamos a almorzar a algún lado, y a caminar, o a un parque.
Paula- Emmm… El temita sería levantarme.
Pedro- (Rio y se levantó) Dame la mano… (Dijo extendiendo la suya y yo se la di) Ahora arriba. (Dijo y reímos, yo me levanté y nos dimos un beso) ¿Acomodamos todo esto antes?
Paula- Dale…

Ordenamos todos los colchones y demás, yo me cambié y salimos, almorzamos en un bar y nos dirigimos a un parque. El día estaba frío pero había un sol hermoso.

Él estaba sentado con sus piernas estiradas y yo acostada en el pasto, con mi cabeza sobre sus piernas.

Paula- Me parece que me estás mal acostumbrando.
Pedro- ¿Por?
Paula- Demasiado tiempos los dos solos.
Pedro- (Sonrió) Siempre vamos a tener ratitos solos.
Paula- Ya lo sé, no te estoy recriminando nada. Es más. Me encanta… Digamos que estoy en un momento especial en el que te necesito demasiado.
Pedro- Y acá me tenes… Podes aferrarte a mí todo lo que quieras y necesites.
Paula- Tengo miedo de consumirte. (Dije riendo y él rio)
Pedro- Nunca… Y me encanta que intentes ponerle un poquito de humor. (Acarició mi pelo y yo sonreí)
Paula- ¿Puedo consumirte entonces?
Pedro- Me encanta que lo hagas, sobre todo si lo haces con besos. (Sonreímos y yo me senté, sobre sus piernas, rodeando su cintura con mis piernas y mi cuello con mis brazos)
Paula- Te amo mucho. ¿Sabes?
Pedro- (Me abrazó por la cintura y rosó mi nariz con la suya)  Y yo te amo a vos mi amor. (Me besó, lo besé. Nos besamos) Consumime, por favor.
Paula- (Sonreí y besé toda su cara, hasta llegar a sus labios y también besarlos) Gracias.
Pedro- ¿Por qué? Todavía no te consumí… (Dijo besando mi cuello y yo sonreí)
Paula- Era un gracias más global igual. Gracias por estar conmigo.
Pedro- Toda la vida voy a estarlo. (Susurró en mi oído y yo lo abracé más fuerte)
Paula- Y yo con vos…
Pedro- Siempre.
Paula- Siempre. (Nos separamos un poco y nos besamos)

Más tarde, estábamos Valen y yo en casa, tiradas en la cama de mamá.

Paula- Hablamos demasiado de mí desde que volví. Vos… ¿Cómo estás?
Valen- Bien.
Paula- ¿Segura?
Valen- Sí, en serio… No lo hice más.
Paula- No me mientas para no hacerme sentir mal. Por favor.
Valen- No te estoy mintiendo Pau, ya te lo dije anoche.
Paula- (Sonreí) Entonces me hace muy bien saberlo, pero podes confiar en mi.
Valen- (También sonrió) ¿Podemos dejar de hablar de problemas?
Paula- ¿Y de que queres hablar?
Valen- De algo más alegre.
Paula- Mmm…
Valen- Mmm… ¿Qué? ¿Me vas a decir que no pasó nada lindo en su viaje?
Paula- Sí, pero son privadas. Sos muy chiquita para saber algunas cosas.
Valen- (Rio) Sos una tarada.
Paula- ¿Por qué? Me da vergüenza, para mí vos seguís siendo una nena.

Me desperté en el baño, con mi muñeca sangrando, llorando. ¿Qué carajo había pasado? ¿Qué había hecho? ¿Me acabo de despertar? ¿Lo hice dormida?
Rápidamente me curé y me vendé, corrí a mi habitación y me acosté, sin dejar de llorar. No quería volver a dormirme. ¿Si lo hacía de nuevo?
Me pase el resto de la madrugada despierta, sin dejar de llorar e intentando entender que carajo había pasado.
En un rato mamá y Valen se levantaban, asique fui al baño a lavarme la cara y volví a mi cuarto, me encerré allí, me pusé un buzo bien largo de mangas y me acosté a escuchar música, intentando serenarme.

Mamá se había ido a trabajar, Valen a la escuela. Salí de mi cuarto y busqué algo para tomar, bien caliente, un café… Tenía demasiado frío y sueño. Pero no sé cómo iba a hacer para volver a dormirme.

Un rato más tarde, Pepe tocó el timbre. Me miré al espejo, mis ojeras de tanto llorar ya eran casi indisimulables y la excusa sería que acababa de levantarme, total seguía en pijama, y estaba con el pelo algo despeinado.

Paula- (Abrí la puerta) Hola… (Dije intentando sonar animada)
Pedro- Buen día. (Me dio un beso)
Paula- Veni, pasa… (Entramos y cerré la puerta) ¿Desayunaste?
Pedro- No, vengo a desayunar con vos. (Dijo levantando una bolsa de facturas y yo sonreí)
Paula- Sos lo más. (Lo besé) ¿Café?
Pedro- Dale. (Nos dirigimos a la cocina y después de preparar dos cafés nos sentamos a desayunar)


Pedro- (Hizo que lo abracé por el cuello y no pude disimular mi cara de dolor) ¿Qué pasa Pau?
Paula- Nada…
Pedro- Pau, te conozco. Te cambió la cara… ¿Qué pasa? ¿Qué tenes ahí? (Pregunto viendo que yo tocaba mi herida)
Paula- Nada Pedro. (Dije estirando la manga de mi buzo)
Pedro- Paula, no me mientas. (Dijo agarrándome del brazo)
Paula- ¿Qué te pasa nene? ¡Me estás lastimando! ¡Soltame! (Grité ya llorando, e intentando que me suelte) En serio que me estás lastimando. Soltame.
Pedro- Entonces dejame ver que escondes.
Paula- Nada. (Dije soltándome y secando mis lágrimas con las mangas de mi buzo)




4 comentarios:

  1. ahhh q lindo cap..extrañava lo tristeee jejeej pero volivo jejeej soy @mika_weg me gustoooo

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  2. Ayyy por favor!!! me logré actualizar con los capítulos de estos días, todos llenos de ternura y me encuentro con este último!! Casi me muero, ahora necesito leer mas después de estos cinco jajaja
    Me encantaron todos, súper tiernos, cómo me gusta que la cuiden tanto a Pau, que estén encima de ella, ojalá realmente pueda empezar de a poco a ver la mitad llena del vaso (aunque después de este capítulo, me parece que eso se va a hacer esperar jaja)
    No me canso de decírtelo Cami, me encanta como escribis, sos genial, y gracias por seguir compartiéndola con nosotras y ojalá que por muchos capítulos más!
    Besos y espero leerte mañana(:

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  3. Qué??? se cortó estando dormida???? Ay no!!! pobre Pau una vez que tenía la intención de mejorar y ver las cosas de otra manera!!! Amo tu nove , ahora me dejas con la intriga hasta el próximo!!! :/

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