Capítulo 44

Eugenia- No, no. De nuevo no… (Dijo quebrándose y yo posé mi mano en su espalda)

Paula- Mami, tranquila. (Dije llorando y suspiré) Después tenemos que hablar. ¿Sí? Pero ahora vamos a buscarla.
Eugenia- Anda vos, te juro que no puedo.
Paula- Ma, te necesita. Necesita saber que la apoyas… (Sequé sus lágrimas y me levanté, dándole la mano a ella) Dale… Hacelo por ella. (Caminamos juntas hasta su cuarto y toqué la puerta) Mi amor. ¿Podemos pasar?
Valen- No, quiero estar sola.
Eugenia- Por favor hija, quiero que hablemos. (Yo abrí la puerta y me asomé, ella estaba llorando, tirada en la cama, abrazando su almohada. Entramos y mamá se arrodilló a su lado, yo me senté a los pies de la cama) Tranquila mi amor. Tranquila. (Dijo acariciando su pelo)
Valen- Perdón mamá, perdón. (Dijo ahogada por el llanto)
Eugenia- No Valen, no me tenes que pedir perdón.
Paula- ¿Queres un poco de agua hermosa?
Valen- Por favor.
Paula- Ahora te traigo. Tranquila… (Acaricié su espalda y fui en busca de un vaso con agua, volví y ella se sentó, le di el vaso, me senté a su lado y tomó un poco, dejé el vaso sobre el escritorio. Mamá se sentó frente a nosotras y tomó sus manos, yo la abracé por la espalda y apoyé mi cabeza en su hombro)
Eugenia- Hija… ¿Me escuchas? (Ella asintió con su cabeza) Primero, no tenes que pedir perdón. Segundo, tranquilízate… Y tercero… (Mamá suspiró) No estás sola. ¿Sabes? No tenes que tener vergüenza ni miedo conmigo, sos mi hija Valen, y por eso quiero que estés bien, y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance y lo que no también para que así sea. (Se sentó a su lado y la abrazó) Te amo hija.
Valen- Yo también mami, gracias. (Yo sonreí y posé su mano en la espalda de Valen) Y gracias a vos también Pau.
Paula- Sh… Sabes que no hay nada que agradecer. (También la abracé) Tranquila hermosa. Ya está, ya pasó… (Besé su hombro) Igualmente, estás llorando demasiado me parece eh, no estás tan mal… No asustes a mamá. (Ella rio)
Valen- Soy llorona como vos Paula.
Paula- ¿Qué? ¿Ahora es culpa mía? (Pregunté haciéndole cosquillas en su cuello)
Valen- Un poquito.
Paula- ¿Un poquito?
Valen- Sí.
Paula- (Reí) Te amo hermosa… Y me hace muy bien saber que te animaste, vas a estar mejor, y además, era mucho para mí sola. Tenía miedo de no ser la suficiente contención para vos.
Valen- (Se separó de mamá, quedando sentada en medio de las dos) Primero, sabes que yo también te amo hermanita. (Sonreí y besé su mejilla) Y tenías razón, ahora me siento un poco mejor, más liberada… Pero nunca podrías ser poca contención para mí. (Sonreí y nos abrazamos)
Eugenia- No se dan una idea de lo bien que me hace ver la relación que tienen… (Sonreí) Tranquilizate Valen… (Acarició su espalda y ella se separó un poco de mí)
Valen- ¿Se enojan si me voy a bañar? Necesito pensar un poco.
Eugenia- Anda, te va a hacer bien…

Valen buscó sus cosas y se fue a bañar…

Eugenia- ¿Hace cuánto lo sabes?
Paula- Desde que volví de Argentina… Perdón que no te lo dije, pero era ella la que te lo tenía que decir, y además, la entiendo más que nadie y no estaba bueno que la buchonee, iba a generar el efecto contrario en ella…
Eugenia- No, no me voy a enojar con vos Pau, al contrario, gracias…
Paula- Es mi hermana mami, no agradezcas… Y de verdad, no está tan mal, a ver, no está en el estado que estaba yo cuando te lo conté, sí, vomitó varias veces, pero no es tan grave… El problema es que no logro convencerla de que vaya al psicólogo. (Suspiré) No podemos, no puedo permitir que pase por todo lo que pasé yo porque no se lo merece ma. (Y dejé caer una lágrima) Hay que ayudarla, ahora, ya.
Eugenia- La vamos a ayudar, hablo a tiempo, eso es bueno…

Un rato más tarde, Valen salió del baño y mamá y yo seguíamos en su cuarto…

Valen- Mmm… ¿Me dejan mi cama?
Paula- Si nos podemos quedar.
Valen- Quiero dormir. Necesito terminar de tranquilizarme.
Eugenia- Vos podes dormir un ratito y yo preparo algo rico para que cenemos.
Valen- Hay comida de hoy al mediodía.
Eugenia- Dejame mimarte un poquito. (Valen sonrió y mamá se fue, Valen se acostó en la cama y yo me arrodillé frente a ella)
Paula- ¿Viste que iba a estar bueno hablar? (Dije corriendo el pelo de su cara)
Valen- Gracias Pau.
Paula- No tenes nada que agradecerme… Lo sabes. (Ella sonrió y yo cerré la persiana. Volví a arrodillarme frente a ella) Descansa que te va a hacer bien.
Valen- Gracias.
Paula- Sh… (Besé su mejilla) Descansa, dale.

Comunicación telefónica…

Paula- Hola amor.
Pedro- Hola mi amor. ¿Cómo andas?
Paula- Acá ando… ¿Vos?
Pedro- ¿Qué significa esa expresión?
Paula- Yo estoy bien, no te preocupes… Es que Valen habló con mamá y bueno, fue una situación un poco complicada. Pero ya pasó.
Pedro- Me alegra que lo haya hecho…
Paula- A mí me alivia… (Hice una pausa) Por eso no aparecí en todo el día, y perdón si no llegué a limpiar demasiado.
Pedro- No te preocupes bonita.
Paula- (Sonreí) Te prometo que si acá está todo bien me voy a dormir con vos, ya te extraño.
Pedro- Sí podes, venite que yo también te extraño. Pero si no, nos vemos mañana.
Paula- Si no, me voy a darte un par de besos… Y te dejo que ya está la comida.
Pedro- Entonces te espero, aunque sea un ratito. Buen provecho.
Paula- Gracias. Beso amor.
Pedro- Beso Pau.

Fin de la conversación telefónica.

Cuando terminamos de comer, Valen volvió a dormir y mientras lavábamos los platos con mamá me acordé de algo, le mandé un mensaje a Pepe…

‘Vos estás solito hoy, no?’

‘Pensé que te acordabas, jaja! Sí, Tomi está en el campamento’

‘Por qué no me avisaste antes amor? En menos de diez minutos estoy ahí…’

Paula- Ma… ¿Vos ya te vas a acostar?
Eugenia- Sí Pau. ¿Por?
Paula- Porque me acordé que Pepe está solo, Tomi está en un campamento, y quiero ir a su casa… (Dije con un poco de vergüenza, mamá rio) No te rías, me da vergüenza.
Eugenia- Ya sos grande hija, no tengas vergüenza.
Paula- Es que con vos me da cosita. (Reímos)
Eugenia- Anda Pau…
Paula- (Sonreí) Hasta mañana ma.
Eugenia- Hasta mañana hija.

Nos saludamos, agarré las llaves y salí. Entré en su departamento y comencé a buscarlo, estaba en su cuarto, acostado en la cama mirando la tele, en cuero…

Paula- Permiso. ¿Se puede? (Pregunté apoyada en el umbral de la puerta)
Pedro- Pero por supuesto que se puede. (Sonreí y entré hasta acostarme a su lado, posando mi mano en su pecho) Hola… (Dijo y me besó)
Paula- Hola. (Besé su mentón) ¿Por qué no me avisaste antes que estabas solo? Me había re olvidado, digamos que tuve un día complicado.
Pedro- Porque si no aparecías era por algo amor… Además, ya está… Estamos juntos ahora. (Dijo y me besó, quedando sobre mí)
Paula- (Sonreí) Veo que queres aprovechar en serio que estamos solos. (Lo besé) Y lo mejor que me podría pasar después de todo lo que pasó hoy es sentirme amada… (Sonreímos y nos besamos)
Pedro- Te amo bonita.
Paula- Te amo Pedro. (Dije entre besos y quité su remera)