Paula- Mami…
Eugenia- ¿Qué Pau?
Paula- ¿Tenes que irte o algo para hacer?
Eugenia- No… ¿Por?
Paula- Necesito una charla y unos mimos de mi mamá. ¿Podrá ser?
Eugenia- Eso no lo tenes ni que preguntar.
Paula- ¿Podemos ir a mi cuarto?
Ella asintió con su cabeza y fuimos a mi cuarto. Yo me senté apoyada contra la cabecera de la cama, y mamá a los pies de ella, apoyando su espalda en la pared. Yo suspiré y sin que ella me diga nada, empecé a hablar.
Le conté todo lo que sucedió desde el primer momento del viaje hasta ese entonces, deshaogandome, ya que aún no había podido hablar con ella.
Paula- No sé qué hacer mami. Te juro que no sé. ¿Dejo la psicóloga y voy a un psiquiatra? ¿Me quedo así? ¿Hago como si nada pasara?
Eugenia- (Suspiró) Ai mi chiquitita… (Tomó mi mano) Te juro que quisiera poder hacer algo para aliviarte un poco tanto dolor. (Hizo una pausa) Tenes que hacer un cambio hija.
Paula- ¿Cómo?
Eugenia- Ir a un psiquiatra quizás sea la opción Pau, capaz te pueda dar antidepresivos… Y eso te va a hacer bien, o algo para que puedas dormir de noche.
Paula- Pero… ¿Eso no sería estar tapando el dolor? ¿Negándolo?
Eugenia- No hija, es solo una ayudita para que ese dolor se pueda sanar. Pensalo así, no seas tan cuadrada.
Paula- Soy así mami… Sí alguien no me abre la cabeza es imposible que cambie de parecer.
Eugenia- Y Pedro es el único que lo logra, es increíble lo que tienen…
Paula- (Sonreí) Te juro que no sé qué haría sin él… Sería todo diez mil veces más complicado.
Eugenia- Pero lo tenes, no lo desaproveches. No te cierres, él te hace bien… Y tampoco te cierres conmigo. Sabes que siempre voy a estar.
Paula- Gracias mami… (Dije acostándome y apoyando mi cabeza en sus piernas) Me gusta volver a ser tú nena por un rato… Lástima que ahora no lloro por un raspón en la rodilla.
Eugenia- Siempre, siempre lo vas a hacer. (Comenzó a acariciar mi pelo) Y así es la vida. ¿No? (Yo asentí con mi cabeza y me quede un ratito más allí, bajo los mimos de mamá)
Finalmente decidí ir a un psiquiatra, y hacia un mes que lo hacía… Sinceramente me sentía mejor, conmigo misma y con los demás. Odiaba depender de unas pastillas, pero la realidad era que esas pastillas me hacían bien y realmente necesitaba estar bien, o al menos un poco mejor.
Pedro- (Me abrazó por la espalda, mientras yo ordenaba un poco su placard) Deja de ordenar, yo me entiendo en ese quilombo.
Paula- (Reí) Pero me gusta atenderte un poquito.
Pedro- Prefiero otro tipo de atención. (Dijo besando mi cuello y yo sonreí) Estamos solos… No sé, podríamos hacer algo más interesante, sobre todo teniendo en cuenta que mañana estrenamos y hay que relajarnos.
Paula- ¿Y cómo?
Pedro- No sé, lo dejo a libre interpretación. (Dijo cerrando el placard. Yo sonreí y cuando él volvió a abrazarme, posé mis manos sobre las suyas)
Paula- Podemos salir a dar una vuelta, comprar algo para comer y después… una peli.
Pedro- Y después… (Sonreímos) Dale, vamos.
Era casi la media noche, y estábamos en el living tomando helado, él sentado en una punta del sillón y yo en la otra, con mis piernas estiradas sobre las suyas.
Pedro- (Dejo su pote y el mío, junto con las cucharitas, en la mesa ratona) Veni… (Dijo tomando mi mano, haciendo que yo me siente sobre él)
Paula- (Lo abracé por el cuello, y él, luego de correr el pelo de mi cara me abrazó por la cintura) ¿Qué pasa? ¿Estábamos muy lejos? (Pregunté rosando mi nariz con la suya)
Pedro- (Me abrazó más fuerte y besó mi nariz) Además de otra cosa…
Paula- Ufa, no vale. Me ganaste… Todavía no son las doce, no, no vale.
Pedro- (Rio) Sos tan linda… (Me besó) Ocho años…
Paula- (Sonreí) Difíciles.
Pedro- Mmm… Bastante, pero creo que es evidente, que a pesar de todo, el amor nunca murió. (Asentí con mi cabeza) Hace ocho años que llegaste a mi vida y la cambiaste por completo mi amor.
Paula- Y vos cambiaste la mía, la transformaste. Vos me devolviste de a poquito esas ganas de vivir, y te juro que ahora estás haciendo de nuevo lo mismo. Hace ocho años que la vida, después de muchísimo tiempo puso un rayito de luz en mi camino, y ese rayito sos vos. (Lo besé) Gracias.
Pedro- Y vos fuiste, y sos el mío… (Volvimos a besarnos) A pesar de todo, a pesar de todo lo que sufrís, de todo lo que sufrí, de lo que sufrimos separados, a pesar del presente que tampoco es el paraíso, te juro que estoy seguro de que quiero pasar el resto de mi vida con vos, para siempre. Y sé, estoy completamente seguro de que dentro de un tiempo, y ojala sea poco, vamos a ser felices. Juntos…
Paula- Para siempre. Juntos. Unidos… (Nos besamos, algo conmovidos) Las doce… (Lo besé) Gracias por bancarme tanto tiempo, y sobre todo, gracias por haberme perdonado después de tanto tiempo y dolor, que sé que existió. Sos el hombre más maravilloso que habita la tierra mi amor, y te juro que lo siento así.
Eugenia- ¿Qué Pau?
Paula- ¿Tenes que irte o algo para hacer?
Eugenia- No… ¿Por?
Paula- Necesito una charla y unos mimos de mi mamá. ¿Podrá ser?
Eugenia- Eso no lo tenes ni que preguntar.
Paula- ¿Podemos ir a mi cuarto?
Ella asintió con su cabeza y fuimos a mi cuarto. Yo me senté apoyada contra la cabecera de la cama, y mamá a los pies de ella, apoyando su espalda en la pared. Yo suspiré y sin que ella me diga nada, empecé a hablar.
Le conté todo lo que sucedió desde el primer momento del viaje hasta ese entonces, deshaogandome, ya que aún no había podido hablar con ella.
Paula- No sé qué hacer mami. Te juro que no sé. ¿Dejo la psicóloga y voy a un psiquiatra? ¿Me quedo así? ¿Hago como si nada pasara?
Eugenia- (Suspiró) Ai mi chiquitita… (Tomó mi mano) Te juro que quisiera poder hacer algo para aliviarte un poco tanto dolor. (Hizo una pausa) Tenes que hacer un cambio hija.
Paula- ¿Cómo?
Eugenia- Ir a un psiquiatra quizás sea la opción Pau, capaz te pueda dar antidepresivos… Y eso te va a hacer bien, o algo para que puedas dormir de noche.
Paula- Pero… ¿Eso no sería estar tapando el dolor? ¿Negándolo?
Eugenia- No hija, es solo una ayudita para que ese dolor se pueda sanar. Pensalo así, no seas tan cuadrada.
Paula- Soy así mami… Sí alguien no me abre la cabeza es imposible que cambie de parecer.
Eugenia- Y Pedro es el único que lo logra, es increíble lo que tienen…
Paula- (Sonreí) Te juro que no sé qué haría sin él… Sería todo diez mil veces más complicado.
Eugenia- Pero lo tenes, no lo desaproveches. No te cierres, él te hace bien… Y tampoco te cierres conmigo. Sabes que siempre voy a estar.
Paula- Gracias mami… (Dije acostándome y apoyando mi cabeza en sus piernas) Me gusta volver a ser tú nena por un rato… Lástima que ahora no lloro por un raspón en la rodilla.
Eugenia- Siempre, siempre lo vas a hacer. (Comenzó a acariciar mi pelo) Y así es la vida. ¿No? (Yo asentí con mi cabeza y me quede un ratito más allí, bajo los mimos de mamá)
Finalmente decidí ir a un psiquiatra, y hacia un mes que lo hacía… Sinceramente me sentía mejor, conmigo misma y con los demás. Odiaba depender de unas pastillas, pero la realidad era que esas pastillas me hacían bien y realmente necesitaba estar bien, o al menos un poco mejor.
Pedro- (Me abrazó por la espalda, mientras yo ordenaba un poco su placard) Deja de ordenar, yo me entiendo en ese quilombo.
Paula- (Reí) Pero me gusta atenderte un poquito.
Pedro- Prefiero otro tipo de atención. (Dijo besando mi cuello y yo sonreí) Estamos solos… No sé, podríamos hacer algo más interesante, sobre todo teniendo en cuenta que mañana estrenamos y hay que relajarnos.
Paula- ¿Y cómo?
Pedro- No sé, lo dejo a libre interpretación. (Dijo cerrando el placard. Yo sonreí y cuando él volvió a abrazarme, posé mis manos sobre las suyas)
Paula- Podemos salir a dar una vuelta, comprar algo para comer y después… una peli.
Pedro- Y después… (Sonreímos) Dale, vamos.
Era casi la media noche, y estábamos en el living tomando helado, él sentado en una punta del sillón y yo en la otra, con mis piernas estiradas sobre las suyas.
Pedro- (Dejo su pote y el mío, junto con las cucharitas, en la mesa ratona) Veni… (Dijo tomando mi mano, haciendo que yo me siente sobre él)
Paula- (Lo abracé por el cuello, y él, luego de correr el pelo de mi cara me abrazó por la cintura) ¿Qué pasa? ¿Estábamos muy lejos? (Pregunté rosando mi nariz con la suya)
Pedro- (Me abrazó más fuerte y besó mi nariz) Además de otra cosa…
Paula- Ufa, no vale. Me ganaste… Todavía no son las doce, no, no vale.
Pedro- (Rio) Sos tan linda… (Me besó) Ocho años…
Paula- (Sonreí) Difíciles.
Pedro- Mmm… Bastante, pero creo que es evidente, que a pesar de todo, el amor nunca murió. (Asentí con mi cabeza) Hace ocho años que llegaste a mi vida y la cambiaste por completo mi amor.
Paula- Y vos cambiaste la mía, la transformaste. Vos me devolviste de a poquito esas ganas de vivir, y te juro que ahora estás haciendo de nuevo lo mismo. Hace ocho años que la vida, después de muchísimo tiempo puso un rayito de luz en mi camino, y ese rayito sos vos. (Lo besé) Gracias.
Pedro- Y vos fuiste, y sos el mío… (Volvimos a besarnos) A pesar de todo, a pesar de todo lo que sufrís, de todo lo que sufrí, de lo que sufrimos separados, a pesar del presente que tampoco es el paraíso, te juro que estoy seguro de que quiero pasar el resto de mi vida con vos, para siempre. Y sé, estoy completamente seguro de que dentro de un tiempo, y ojala sea poco, vamos a ser felices. Juntos…
Paula- Para siempre. Juntos. Unidos… (Nos besamos, algo conmovidos) Las doce… (Lo besé) Gracias por bancarme tanto tiempo, y sobre todo, gracias por haberme perdonado después de tanto tiempo y dolor, que sé que existió. Sos el hombre más maravilloso que habita la tierra mi amor, y te juro que lo siento así.
Pedro- (Tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos) Para siempre, unidos. (Me
besó, lo besé. Nos besamos) Te amo con el corazón.
Paula- (Sonreí) Y yo te amo con todo mi alma, el cuál te pertenece… Para siempre. (Nos sonreímos y volvimos a besarnos, besó que se fundió en un abrazo de esos sentidos, que duran eternos minutos, esos abrazos que simplifican en un simple gesto tanto sentimiento, tantas sensaciones)
Al día siguiente era el estreno. Sinceramente me sentía más nerviosa que cuando me tenía que subir al escenario… Aunque hoy sí lo haría, pero solo al final, y solo por ser el estreno, como es nuestro primer espectáculo montado tenemos que presentarnos como coreógrafos… Pero eso era lo que menos nervios me daban, bailar con Pedro siempre era uno de los mayores placeres de esta vida. Pero ¿Y el espectáculo? Le tenía no miedo, pánico a la crítica.
Pedro- (Me sorprendió, abrazándome por la espalda) Vamos mi amor.
Paula- (Sonreí) No puedo más de los nervios, tengo un nudo en la panza que me está matando…
Pedro- Disfrutalo hermosa, además de que es la primera vez que montas o que montamos un espectáculo… Éste espectáculo te ayudó, y vos lo sabes, porque los ensayos siempre fueron tu mejor terapia. ¿O no?
Paula- No hay duda de eso.
Pedro- Entonces disfruta Pau, dale. (Besó mi mejilla) ¿Qué importa lo que digan los demás si vos estás conforme con tu laburo?
Paula- Siempre tenes lo justo para decirme. (Giré mi cabeza para poder besarlo) Amo que podamos compartir el trabajo, el cual nos hizo conocernos… Amo que hoy tengamos, otra vez, la oportunidad de compartir un escenario, aunque sea solo por hoy… Y te amo a vos Pedro, muchísimo.
Pedro- Amo que amemos las mismas cosas… Con la única diferencia de que yo no me amo a mí, sino que te amo a vos. (Reímos y nos besamos) Te amo…
Paula- Yo también y mucho. (Volvimos a besarnos y me abrazó más fuerte)
Pedro- Dale, vamos que ya está por arrancar y nos tenemos que cambiar. (Me soltó y me tomó la mano, haciendo que lo siga hasta la zona de camarines, en donde nos separamos, yendo cada uno al suyo y nos cambiamos, ya estaríamos listos para nuestro cuadro desde ahora para poder ver el espectáculo tranquilos)
El espectáculo comenzó y en ese momento la alegría y la emoción me invadieron, los aplausos de pie me llenaron el alma.
Paula- (Sonreí) Y yo te amo con todo mi alma, el cuál te pertenece… Para siempre. (Nos sonreímos y volvimos a besarnos, besó que se fundió en un abrazo de esos sentidos, que duran eternos minutos, esos abrazos que simplifican en un simple gesto tanto sentimiento, tantas sensaciones)
Al día siguiente era el estreno. Sinceramente me sentía más nerviosa que cuando me tenía que subir al escenario… Aunque hoy sí lo haría, pero solo al final, y solo por ser el estreno, como es nuestro primer espectáculo montado tenemos que presentarnos como coreógrafos… Pero eso era lo que menos nervios me daban, bailar con Pedro siempre era uno de los mayores placeres de esta vida. Pero ¿Y el espectáculo? Le tenía no miedo, pánico a la crítica.
Pedro- (Me sorprendió, abrazándome por la espalda) Vamos mi amor.
Paula- (Sonreí) No puedo más de los nervios, tengo un nudo en la panza que me está matando…
Pedro- Disfrutalo hermosa, además de que es la primera vez que montas o que montamos un espectáculo… Éste espectáculo te ayudó, y vos lo sabes, porque los ensayos siempre fueron tu mejor terapia. ¿O no?
Paula- No hay duda de eso.
Pedro- Entonces disfruta Pau, dale. (Besó mi mejilla) ¿Qué importa lo que digan los demás si vos estás conforme con tu laburo?
Paula- Siempre tenes lo justo para decirme. (Giré mi cabeza para poder besarlo) Amo que podamos compartir el trabajo, el cual nos hizo conocernos… Amo que hoy tengamos, otra vez, la oportunidad de compartir un escenario, aunque sea solo por hoy… Y te amo a vos Pedro, muchísimo.
Pedro- Amo que amemos las mismas cosas… Con la única diferencia de que yo no me amo a mí, sino que te amo a vos. (Reímos y nos besamos) Te amo…
Paula- Yo también y mucho. (Volvimos a besarnos y me abrazó más fuerte)
Pedro- Dale, vamos que ya está por arrancar y nos tenemos que cambiar. (Me soltó y me tomó la mano, haciendo que lo siga hasta la zona de camarines, en donde nos separamos, yendo cada uno al suyo y nos cambiamos, ya estaríamos listos para nuestro cuadro desde ahora para poder ver el espectáculo tranquilos)
El espectáculo comenzó y en ese momento la alegría y la emoción me invadieron, los aplausos de pie me llenaron el alma.
El trabajo de tantos
meses sintetizados ahí, arriba del escenario. Y verlo desde abajo tenía una
perspectiva totalmente distinta.
El último cuadro pasó y Pedro y yo ya estabamos en las bambalinas, pero aún no nos habíamos dicho nada.
El último cuadro pasó y Pedro y yo ya estabamos en las bambalinas, pero aún no nos habíamos dicho nada.
Pedro- Felicitaciones coreógrafa.
Paula- (Sonreí) Para vos también coreógrafo. (Lo besé) Y vamos, que es nuestro momento y no hay nada que disfrute más en el mundo que compartir un escenario con vos.
Pedro- (Me abrazó por la cintura) Te amo.
Paula- Te amo. (Volvimos a besarnos)
Paula- (Sonreí) Para vos también coreógrafo. (Lo besé) Y vamos, que es nuestro momento y no hay nada que disfrute más en el mundo que compartir un escenario con vos.
Pedro- (Me abrazó por la cintura) Te amo.
Paula- Te amo. (Volvimos a besarnos)
Nos estaban presentando, era el momento de salir y
entregarme. A él y al escenario.
La coreografía pasó y nos fundimos en un
interminable abrazo, ambos emocionados (Como cada vez que bailamos).
Paula- Te amo con todo mi alma Pedro. Gracias por
nunca soltarme la mano, por haber llegado a mi vida y por hacerme sonreír todos
los días, gracias por hacerme sentir cosas tan profundas, tan hermosas... Como
todo lo que siento ahora. Te amo.
Pedro- (Se separó un poco de mí) Es un placer, todo con vos lo es. Nunca voy a soltarte la mano, y siempre voy a estar para sacarte una sonrisa. (Sonreí) Te amo mi amor. (Nos besamos y volvimos a abrazarnos, momento en el cual entró el resto del elenco al escenario, y nos abrazaron. Nos abrazamos todos)
Pedro- (Se separó un poco de mí) Es un placer, todo con vos lo es. Nunca voy a soltarte la mano, y siempre voy a estar para sacarte una sonrisa. (Sonreí) Te amo mi amor. (Nos besamos y volvimos a abrazarnos, momento en el cual entró el resto del elenco al escenario, y nos abrazaron. Nos abrazamos todos)
Valen- (Corrió hacia mí y me abrazó) Te felicito
hermana, es mágico lo que haces.
Paula- Gracias Valen... (La abracé más fuerte, mamá se unió al abrazo)
Eugenia- No entiendo cómo es que engendré tanto talento. (Reímos) Te felicito hija.
Paula- Gracias Valen... (La abracé más fuerte, mamá se unió al abrazo)
Eugenia- No entiendo cómo es que engendré tanto talento. (Reímos) Te felicito hija.
Paula- Gracias mami.
Ayy son hermosos! qué bueno que el estreno haya pasado, y que hayan bailado juntos nuevamente, la mejor terapia, claramente para ambos!
ResponderEliminarMuuuuuuuy lindo el cap Cami, besos(:
ayyyyyyy cuanto amorrrrrr!!!!
ResponderEliminarque lindooo!!
celebro que tu Paula este ocupandose por buscar la felicidad y de lugar a nueva alternativas.
Gracias Cami ;)
Qué belleza de cap!!!!
ResponderEliminar