Capítulo 49

Pedro- ¿Salimos a caminar un rato? (Dijo mientras me abrazaba cucharita)
Paula- Mmm… La verdad que no tengo ganas de levantarme.
Pedro- Pero encerrándote es peor Pau…
Paula- Hoy te juro que no tengo ganas, no puedo.
Pedro- Al menos al balcón.
Paula- Pepe…
Pedro- ¿Qué?
Paula- No.
Pedro- Dale, no me gusta verte así, yo sé que queres sentirte un poquito mejor, y estando acá encerrada no vas a lograr nada. (Corrió el pelo de mi cara) Por fas…
Paula- (Suspiré) Sali vos si queres.
Pedro- Yo no quiero salir, quiero que vos te sientas un poquito mejor.
Paula- ¿No te cansas de estar tan pendiente de mí?
Pedro- Mmm… No, me canso de que me lo preguntes y me lo plantees, me canso de verte así… Pero de estar pendiente de vos, no. Nunca.
Paula- (Sonreí) ¿Y de ser tan tierno? ¿Tampoco te cansas?
Pedro- Mmm… A veces me duele un poco el corazón de tanta ternura. (Yo reí y él sonrió)
Paula- No te das una idea de cuánto te amo Pedro, en serio te lo digo.
Pedro- (Besó mi mejilla) Me encanta saber que es demasiado, como yo te amo a vos.
Paula- Y como nos amamos tanto nos vamos a quedar acá. Por favor.
Pedro- Está bien, pero sin lágrimas.
Paula- Mmm… Lo intento.
Pedro- Mira que si no me sale tengo mis tácticas eh.
Paula- Ni se te ocurra…
Pedro- Ya se me ocurrió… (Dijo comenzando a hacerme cosquillas)
Paula- No estoy de ánimos para reírme.
Pedro- No me importa, te hace bien reírte. (Dijo sin parar)
Paula- Amor, dale. (Dije intentando que pare, y riéndome)
Pedro- Me encanta que te rías. ¿Sabes?
Paula- (Di media vuelta para quedar frente a él, para poder besarlo) No podes ser tan lindo… Pero de verdad que no tengo ganas de reírme.
Pedro- ¿Y de qué tenes ganas? Llorar no es una opción.
Paula- De quedarme acá con vos.
Pedro- Pero al menos vayamos al balcón dale, a tomar un poco de aire. Te va a hacer bien.
Paula- Mmm… Bueno. (Él sonrió y se levantó para darme la mano a mí y que también lo haga. Fuimos tomados de la mano hasta el balcón y él se sentó contra la pared, yo lo hice sobre sus piernas…)
Pedro- Mamá siempre me llevaba al balcón y me sentaba sobre sus piernas, en la casa de mi abuela, y me decía que estando más cerca del cielo, si pedía deseos, era más fácil que se cumplan…
Paula- (Sonreí) ¿Y vos decís que si pido uno ahora se va a cumplir?
Pedro- Con probar no perdes nada. ¿No?
Paula- Eso dicen…
Pedro- (Besó mi cuello y dijo en mi oído) Hacelo entonces… (Yo cerré mis ojos y pedí eso que tanto anhelaba, y mis ojos se llenaron de lágrimas, respiré hondo para volver a abrirlos y él me abrazó) No hagas fuerzas para no llorar… (Yo reí) Te conozco tanto.
Paula- Demasiado. Tanto que a veces me intimidas un poquito.
Pedro- Hacete cargo, vos te dejaste conocer.
Paula- Sos quien más me conoce, y no me arrepiento de eso… Solo que a veces me hace sentir demasiado expuesta, vulnerable.
Pedro- A veces quiero que te sientas así, para poder contenerte… (Yo sonreí) ¿Por qué anoche no te quedaste en casa? Estuviste sola toda la noche, no me lo niegues.
Paula- Porque quería estar sola y pensar…
Pedro- Y llorar.
Paula- Emm… Sí. Perdón si te mentí, pero no quería que me banques así de nuevo.
Pedro- (Suspiró) No seas tonta. A mí no me cuesta nada darte un abrazo, me hace bien dártelo, me hace bien saber que te puedo sanar aunque sea un poquito.
Paula- No podes ser tan lindo. No podes… (Lo besé) Pero necesitaba estar sola.
Pedro- Está bien, y lo respeto… Pero sabes que no es bueno que te vengas sola, no quiero que vuelvas a hacerte mal.
Paula- (Suspiré y mis ojos se llenaron de lágrimas) Odio que tengas que estar pendiente de nuevo de eso.
Pedro- No, no empieces con eso, por favor. ¿En serio tengo que volver a explicarte que lo hago porque lo siento?
Paula- No.
Pedro- ¿Y entonces?
Paula- No sé, ni yo me entiendo. Perdón si repito muchas veces lo mismo, y perdón por haberte mentido. No quería que te preocupes.
Pedro- Eso ya pasó… La próxima capaz me enoje.
Paula- (Suspiré) Perdón, perdón por todo.
Pedro- Sh… (Y yo quise hablar pero me calló de un beso) Nos tenemos que tomar algunos días de relax.
Paula- Ojala pudiéramos. Necesito unos días para relajarme.
Pedro- Vos dejame a mí que los vamos a tener.
Paula- Confio en vos. (Lo besé)
Pedro- Me encanta que lo hagas, y espero que lo hagas siempre y no te escondas cuando necesitas llorar.
Paula- Si no te enojaste no me lo reproches… (Dije riendo)
Pedro- Tenes razón… (Me besó) Es que no me gusta que lo hagas.
Paula- Entonces ahora abrazame. (Dije bajando mi cuerpo, abrazándolo por la cintura y escondiendo mi cara en su pecho)
Pedro- (Me abrazó, súper fuerte y yo no pude evitar quebrarme) Llorar en los brazos de alguien que puede o intenta contenerte siempre es un poquito menos doloroso.
Paula- Sobre todo si es en los tuyos… (Dije y él besó mi frente)
Pedro- Entonces no seas tonta y llora conmigo.
Paula- Te amo tanto… Tanto.
Pedro- (Acarició mi espalda) Yo también te amo mi amor…

-

Esos días con ella, en paz, los iba a pasar, los necesitaba. Los necesitábamos. Primero hablé con el estudio y pregunté de correr algunos horarios, después de rogar un poco bastante lo logré. El segundo punto sería… ¿Ir con o sin Tomi? Aunque lo vaya a extrañar demasiado sentía que ésta vez tenía que estar entero para ella, aunque sea un par de días, asique hablé con Valen y con Euge, Tomi las adoraba y sabía que lo iban a cuidar casi tanto como yo. Tercero, buscar un lugar para ir, playas españolas. Reservar pasajes, un departamento y listo. Cuatro días para nosotros.

‘Amor, estás en tu casa?’

‘Sí… Por?’

‘Ahora paso, tengo que contarte algo’

Era de noche, y Tomi ya estaba dormido, asique en cuestión de minutos estaba entrando en su casa.

Paula- Pepe… (Dijo saliendo de su cuarto, en pijama, con una cara de dormida tremenda. Reí)
Pedro- ¿Te desperté?
Paula- Te parece no más. (Reímos)
Pedro- Perdón, es que necesito decirte algo.
Paula- Decime.
Pedro- ¿Venis a casa? Quiero dormir con vos.
Paula- (Sonrió) Agarro el celu y vamos. (Me besó y fue en busca de su celular, cuando volvió) Que no aparezca nadie porque mi estado es desastroso.
Pedro- Callate, sos hermosa. (Besé mi mejilla)
Paula- Chamuyero… (Rio) Vamos, dale… Tengo frío, y sueño.

Cruzamos hasta mi casa, ella se acostó, yo me cambié y me acosté a su lado.

Paula- Quiero saber le motivo por el cual me despertaste, espero que valga la pena porque no te das una idea de lo que me costó conciliar el sueño después de todo lo que pasó hoy.
Pedro- Demasiadas quejas, es algo lindo lo que tengo que decirte, o más bien, comunicarte.
Paula- Deja de dar vueltas y de intrigarme, sabes que soy ansiosa… Habla, dale.
Pedro- (Reí) Nos vamos.
Paula- ¿A dónde? (Preguntó sin entender demasiado)
Pedro- Días de relax. ¿Qué dijimos hoy?
Paula- ¿Me estás hablando en serio?
Pedro- Muy en serio. Ah, y es vos y yo, solos. Sin nadie más. Cuatro días, a una playa que no recuerdo demasiado bien el nombre.
Paula- ¿Solos?
Pedro- Solos…
Paula- (Sonrió y me besó) No puedo amarte más, no puedo. (Dijo llenando de besos mi cara)
Pedro- ¿Te gusta la idea?
Paula- Me encanta… Me hace bien saber que lo haces por nosotros, y que a pesar de lo que te cuesta, nos vayamos solos.
Pedro- Quiero estar entero para vos… (Ella sonrió y nos besamos)