Era de noche,
madrugada en realidad, y no podía dormir, todo lo que me pasaba por dentro
impedía totalmente que pudiese conciliar el sueño, y menos que menos si Pedro
dormía. Agarré una manta y me senté al lado de la ventana, observando la lluvia
que aún no se había retirado del todo.
Mi cabeza no dejaba de reproducir cada palabra, cada frase que Pedro me había dicho, las lágrimas sin darme cuenta rodaban por mis mejillas y así estaba hacía ya demasiado tiempo.
Pedro- Amor, veni a la cama que hace frío. (Lo miré, él me hablaba desde la cama) Dale… (Yo me levanté y me acosté a su lado) ¿Qué pasa por esa loca cabecita? (Preguntó tomando mi mano)
Paula- (Suspiré) No dejo de pensar en todo lo que me dijiste… Es eso. No sé, tengo un nudo en el pecho…
Pedro- Nudo que suele llamarse angustia… ¿No?
Paula- Sí… Necesitaba que alguien me diga todo lo que me dijiste, que alguien me abra los ojos, porque sola no quería ni podía hacerlo… Pero… ¿Ahora? ¿Qué?
Pedro- (Suspiró) Y ahora te doy un abrazo… (Dijo abrazándome) No podes pretender dejar de llorar de un segundo al otro tampoco.
Paula- Ya lo sé… Pero siento que se me cayó toda la realidad encima, de repente, y ese nudo que tengo en el pecho no me deja respirar en paz. (Suspiré) En realidad no sé ni que siento.
Pedro- (Se separó un poco de mí) Vos lo que tenes que hacer, después de tranquilizarte, es ordenar lo que te pasa, entenderte…
Paula- ¿Tranquilizarme? Ya no sé cómo… Me desperté con unas ganas de llorar incontrolables, y si vos no me das un abrazo, te juro, que no puedo parar. Es horrible.
Pedro- Bueno, entonces te abrazo… (Dijo haciendo que me recueste sobre su pecho. Acomodó las mantas, tapándome y me abrazó) Siempre voy a estar para darte un abrazo. ¿Sabes?
Paula- Te amo muchísimo. (Dije cerrando mis ojos, refugiándome en él)
Pedro- Yo también te amo, mucho, mucho. (Besó mi frente) Y ahora, dormimos y descansamos un rato… Pero mañana nos despertamos con una sonrisa, una al menos. (Yo asentí con mi cabeza) E intentamos disfrutar del día.
Paula- Prometo intentarlo.
Pedro- (Me abrazó más fuerte) Ahora tranquilizate y descansa.
Paula- Vos también, bueno, solo descansa. (Reímos)
Pedro- Me encanta que le pongas un poco de humor… Hace bien
Paula- Vos me haces bien… (Besé su cuello) Gracias mi amor.
Pedro- Deja de agradecer…
Paula- No puedo dejar de hacerlo, sos increíble. (Dije y acaricié su mejilla)
Pedro- Como vos…
Paula- A veces me puede que me endulces los oídos con cosas lindas, pero no da que sean mentiras tan obvias.
Pedro- No son mentiras, lo digo de verdad… No cualquiera se banca todo lo que te pasó.
Paula- Yo no las pude bancar, me hice mierda.
Pedro- Si no hubieses podido no estarías acá…
Paula- Intenté no estarlo… (Dije casi sin voz, quebrándome nuevamente)
Pedro- Soy de terror, quise decirte algo lindo y me salió mal.
Paula- La intención es lo que vale. (Apoyé mi mentón en su pecho) ¿Dormimos?
Pedro- Dormimos… (Asentí con mi cabeza y me acomodé sobre él)
Al día siguiente, bah, esa mañana, me desperté y él seguía durmiendo. Me levanté con cuidado para no hacer ruido y después de cambiarme, y abrigarme porque hacía demasiado frío. (La idea de la playa fue totalmente errónea) Preparé el desayuno, y deje la bandeja a los pies de la cama. Me acosté sobre él y besé su nuca…
Paula- Buen día. (Dije a su oído)
Pedro- (Sonrió) Buen día hermosa… (Suspiró) Mmm… Me encanta que me despiertes así, extrañaba que me vengas a despertar en realidad.
Paula- Algún día nos tocaba cambiar de roles. ¿No? Quiero disfrutar, al menos un poco, de que sos todo mío.
Pedro- Me encanta, me encanta. (Hizo que yo ‘caiga’ a su lado, girando un poco y se dio vuelta para besarme) Hay olorcito a café.
Paula- ¿Será por qué hice el desayuno? (Pregunté riendo y él también rio)
Pedro- Sos tan linda. (Me besó y nos sentamos en la cama para poder desayunar)
Más tarde, Pedro se estaba cambiando y yo observaba en el balcón la ciudad…
Pedro- (Me abrazó por la espalda) ¿Qué hacemos hoy? ¿Queres que salgamos a almorzar?
Paula- Mmm… El frío me para, pero bueno, dale.
Pedro- Es increíble el frío que hace acá. Yo quería al menos pisar la playa.
Paula- Se va a complicar me parece.
Pedro- (Acarició mis manos) Pero podemos salir igual… ¿Vamos?
Paula- Dale. (Giré un poco mi cabeza y besé su mejilla) Pero… ¿Ahora?
Pedro- No, todavía es temprano… Ahora, podemos salir a caminar un rato. ¿Te parece?
Paula- Sí, necesito salir.
Salimos del departamento y abrazados caminamos por la ciudad, casi en silencio… Pero juntos.
Almorzamos en un restaurant y después de caminar un rato más volvimos al departamento, congelados.
Pedro- Hidromasaje con agua casi hirviendo para no morir congelados. No acepto un no como respuesta.
Paula- Con malla, para algo las trajimos.
Pedro- Sí, total después si tengo ganas te la saco…
Paula- ¡Pedro! (Dije pegándole suavemente en el hombro)
Pedro- (Sonrió) Me puede que sigas siendo igual de verguenzuda que cuando eras chiquita.
Paula- Y vos seguís siendo igual de sinvergüenza. (Reímos)
Busqué mi malla y me fui a cambiar al baño, pero me colgué mirándome al espejo, hacía demasiado no lo hacía en ropa interior o en malla, y además, éste era de cuerpo entero. Estaba demasiado flaca, y eso me daba miedo.
Pedro- Amor. ¿Puedo?
Paula- Sí…
Pedro- (Abrió la puerta y entró) Mmm… ¿Qué te miras tanto? ¿Lo hermosa que sos?
Paula- (Sonreí) No, me veo muy flaca… Y no sé, me da un poco de miedo.
Pedro- (Me abrazó por la espalda) Siempre fuiste flaca, y después de todo lo que pasaste dudo que algún día dejes de serlo… Si vos no estás haciendo nada mal, no te enrosques. No tiene sentido.
Paula- Pero me agarró una sensación fea, no sé… Como un deja vu. (Suspiré) Pero tenes razón… (Él besó mi mejilla y caminamos abrazados hasta el jacuzzi, en donde nos sumergimos) Esto me hace acordar al viaje a Nueva York, los dos solos y con un frío tremendo.
Pedro- Espero que sin pelea ni chorro. (Reímos)
Paula- Lo de la pelea, te aseguro que no… Lo otro, esperemos. (Volvimos a reír) Ese viaje fue lo primero que hicimos después de que me dieron el alta, lo recuerdo como si fuera ayer, lo disfrute mucho… ¿Sabes?
Pedro- Espero que éste lo puedas disfrutar igual o más, aunque sean menos días.
Paula- (Sonreí) Ojala… (Dije y me sumergí por completo en el agua, él me asustó agarrándome por las piernas y haciendo que llegue a quedar sentada sobre él, con mis piernas rodeando su cintura) Sos tan obvio cuando queres. (Dije riendo y abrazándolo por el cuello)
Pedro- Mmm… ¿Por?
Paula- Porque siempre que podes me asustas y me arrebatas.
Pedro- ¿Me vas a decir que no te gusta? (Dijo abrazándome por la cintura, acercándome más a él y acariciando mi nariz con la suya)
Paula- Que me asustes la verdad que no, pero lo otro me encanta. (Sonreímos y nos besamos) Pero tengo un poquito de frío… (Él se deslizó, haciendo que el agua nos tape un poco más y yo sonreí) Gracias. (Lo besé) Sos muy lindo todo mojadito. (Dije despeinándolo)
Pedro- Vos no te quedas atrás eh… (Me besó) Aunque, en realidad… Siempre sos muy linda, hasta recién levantada con los ojos chinitos. (Reímos)
Paula- Capaz son detalles, pero siempre que me decís algo lindo, aunque sea superficial, me hace bien… Me ayudas a valorarme un poquito más.
Pedro- (Sonrió) No me digas así porque voy a ser insoportable eh. (Dijo y reímos) Deberías valorarte siempre. ¿Sabes? Sos una mina increíble y hermosa, sobre todo por dentro. (Posó su mano sobre mi corazón) Tú corazón es hermoso.
Paula- (Sonreí) No te das una idea de cuánto te amo Pedro. (Lo besé y lo abracé, escondiendo mi cara en su cuello. Él me abrazó más fuerte) Y vos sos hermoso.
Pedro- Te amo mi vida… (Dijo y besó mi nariz, yo reí porque me había hecho cosquillas y nos besamos, por un largo rato… Besos que terminaron en horas allí, llenándonos de mimos)
Mi cabeza no dejaba de reproducir cada palabra, cada frase que Pedro me había dicho, las lágrimas sin darme cuenta rodaban por mis mejillas y así estaba hacía ya demasiado tiempo.
Pedro- Amor, veni a la cama que hace frío. (Lo miré, él me hablaba desde la cama) Dale… (Yo me levanté y me acosté a su lado) ¿Qué pasa por esa loca cabecita? (Preguntó tomando mi mano)
Paula- (Suspiré) No dejo de pensar en todo lo que me dijiste… Es eso. No sé, tengo un nudo en el pecho…
Pedro- Nudo que suele llamarse angustia… ¿No?
Paula- Sí… Necesitaba que alguien me diga todo lo que me dijiste, que alguien me abra los ojos, porque sola no quería ni podía hacerlo… Pero… ¿Ahora? ¿Qué?
Pedro- (Suspiró) Y ahora te doy un abrazo… (Dijo abrazándome) No podes pretender dejar de llorar de un segundo al otro tampoco.
Paula- Ya lo sé… Pero siento que se me cayó toda la realidad encima, de repente, y ese nudo que tengo en el pecho no me deja respirar en paz. (Suspiré) En realidad no sé ni que siento.
Pedro- (Se separó un poco de mí) Vos lo que tenes que hacer, después de tranquilizarte, es ordenar lo que te pasa, entenderte…
Paula- ¿Tranquilizarme? Ya no sé cómo… Me desperté con unas ganas de llorar incontrolables, y si vos no me das un abrazo, te juro, que no puedo parar. Es horrible.
Pedro- Bueno, entonces te abrazo… (Dijo haciendo que me recueste sobre su pecho. Acomodó las mantas, tapándome y me abrazó) Siempre voy a estar para darte un abrazo. ¿Sabes?
Paula- Te amo muchísimo. (Dije cerrando mis ojos, refugiándome en él)
Pedro- Yo también te amo, mucho, mucho. (Besó mi frente) Y ahora, dormimos y descansamos un rato… Pero mañana nos despertamos con una sonrisa, una al menos. (Yo asentí con mi cabeza) E intentamos disfrutar del día.
Paula- Prometo intentarlo.
Pedro- (Me abrazó más fuerte) Ahora tranquilizate y descansa.
Paula- Vos también, bueno, solo descansa. (Reímos)
Pedro- Me encanta que le pongas un poco de humor… Hace bien
Paula- Vos me haces bien… (Besé su cuello) Gracias mi amor.
Pedro- Deja de agradecer…
Paula- No puedo dejar de hacerlo, sos increíble. (Dije y acaricié su mejilla)
Pedro- Como vos…
Paula- A veces me puede que me endulces los oídos con cosas lindas, pero no da que sean mentiras tan obvias.
Pedro- No son mentiras, lo digo de verdad… No cualquiera se banca todo lo que te pasó.
Paula- Yo no las pude bancar, me hice mierda.
Pedro- Si no hubieses podido no estarías acá…
Paula- Intenté no estarlo… (Dije casi sin voz, quebrándome nuevamente)
Pedro- Soy de terror, quise decirte algo lindo y me salió mal.
Paula- La intención es lo que vale. (Apoyé mi mentón en su pecho) ¿Dormimos?
Pedro- Dormimos… (Asentí con mi cabeza y me acomodé sobre él)
Al día siguiente, bah, esa mañana, me desperté y él seguía durmiendo. Me levanté con cuidado para no hacer ruido y después de cambiarme, y abrigarme porque hacía demasiado frío. (La idea de la playa fue totalmente errónea) Preparé el desayuno, y deje la bandeja a los pies de la cama. Me acosté sobre él y besé su nuca…
Paula- Buen día. (Dije a su oído)
Pedro- (Sonrió) Buen día hermosa… (Suspiró) Mmm… Me encanta que me despiertes así, extrañaba que me vengas a despertar en realidad.
Paula- Algún día nos tocaba cambiar de roles. ¿No? Quiero disfrutar, al menos un poco, de que sos todo mío.
Pedro- Me encanta, me encanta. (Hizo que yo ‘caiga’ a su lado, girando un poco y se dio vuelta para besarme) Hay olorcito a café.
Paula- ¿Será por qué hice el desayuno? (Pregunté riendo y él también rio)
Pedro- Sos tan linda. (Me besó y nos sentamos en la cama para poder desayunar)
Más tarde, Pedro se estaba cambiando y yo observaba en el balcón la ciudad…
Pedro- (Me abrazó por la espalda) ¿Qué hacemos hoy? ¿Queres que salgamos a almorzar?
Paula- Mmm… El frío me para, pero bueno, dale.
Pedro- Es increíble el frío que hace acá. Yo quería al menos pisar la playa.
Paula- Se va a complicar me parece.
Pedro- (Acarició mis manos) Pero podemos salir igual… ¿Vamos?
Paula- Dale. (Giré un poco mi cabeza y besé su mejilla) Pero… ¿Ahora?
Pedro- No, todavía es temprano… Ahora, podemos salir a caminar un rato. ¿Te parece?
Paula- Sí, necesito salir.
Salimos del departamento y abrazados caminamos por la ciudad, casi en silencio… Pero juntos.
Almorzamos en un restaurant y después de caminar un rato más volvimos al departamento, congelados.
Pedro- Hidromasaje con agua casi hirviendo para no morir congelados. No acepto un no como respuesta.
Paula- Con malla, para algo las trajimos.
Pedro- Sí, total después si tengo ganas te la saco…
Paula- ¡Pedro! (Dije pegándole suavemente en el hombro)
Pedro- (Sonrió) Me puede que sigas siendo igual de verguenzuda que cuando eras chiquita.
Paula- Y vos seguís siendo igual de sinvergüenza. (Reímos)
Busqué mi malla y me fui a cambiar al baño, pero me colgué mirándome al espejo, hacía demasiado no lo hacía en ropa interior o en malla, y además, éste era de cuerpo entero. Estaba demasiado flaca, y eso me daba miedo.
Pedro- Amor. ¿Puedo?
Paula- Sí…
Pedro- (Abrió la puerta y entró) Mmm… ¿Qué te miras tanto? ¿Lo hermosa que sos?
Paula- (Sonreí) No, me veo muy flaca… Y no sé, me da un poco de miedo.
Pedro- (Me abrazó por la espalda) Siempre fuiste flaca, y después de todo lo que pasaste dudo que algún día dejes de serlo… Si vos no estás haciendo nada mal, no te enrosques. No tiene sentido.
Paula- Pero me agarró una sensación fea, no sé… Como un deja vu. (Suspiré) Pero tenes razón… (Él besó mi mejilla y caminamos abrazados hasta el jacuzzi, en donde nos sumergimos) Esto me hace acordar al viaje a Nueva York, los dos solos y con un frío tremendo.
Pedro- Espero que sin pelea ni chorro. (Reímos)
Paula- Lo de la pelea, te aseguro que no… Lo otro, esperemos. (Volvimos a reír) Ese viaje fue lo primero que hicimos después de que me dieron el alta, lo recuerdo como si fuera ayer, lo disfrute mucho… ¿Sabes?
Pedro- Espero que éste lo puedas disfrutar igual o más, aunque sean menos días.
Paula- (Sonreí) Ojala… (Dije y me sumergí por completo en el agua, él me asustó agarrándome por las piernas y haciendo que llegue a quedar sentada sobre él, con mis piernas rodeando su cintura) Sos tan obvio cuando queres. (Dije riendo y abrazándolo por el cuello)
Pedro- Mmm… ¿Por?
Paula- Porque siempre que podes me asustas y me arrebatas.
Pedro- ¿Me vas a decir que no te gusta? (Dijo abrazándome por la cintura, acercándome más a él y acariciando mi nariz con la suya)
Paula- Que me asustes la verdad que no, pero lo otro me encanta. (Sonreímos y nos besamos) Pero tengo un poquito de frío… (Él se deslizó, haciendo que el agua nos tape un poco más y yo sonreí) Gracias. (Lo besé) Sos muy lindo todo mojadito. (Dije despeinándolo)
Pedro- Vos no te quedas atrás eh… (Me besó) Aunque, en realidad… Siempre sos muy linda, hasta recién levantada con los ojos chinitos. (Reímos)
Paula- Capaz son detalles, pero siempre que me decís algo lindo, aunque sea superficial, me hace bien… Me ayudas a valorarme un poquito más.
Pedro- (Sonrió) No me digas así porque voy a ser insoportable eh. (Dijo y reímos) Deberías valorarte siempre. ¿Sabes? Sos una mina increíble y hermosa, sobre todo por dentro. (Posó su mano sobre mi corazón) Tú corazón es hermoso.
Paula- (Sonreí) No te das una idea de cuánto te amo Pedro. (Lo besé y lo abracé, escondiendo mi cara en su cuello. Él me abrazó más fuerte) Y vos sos hermoso.
Pedro- Te amo mi vida… (Dijo y besó mi nariz, yo reí porque me había hecho cosquillas y nos besamos, por un largo rato… Besos que terminaron en horas allí, llenándonos de mimos)
Haaay que Amor dios que lindo cap sos todo Cami!!
ResponderEliminarPd: con este frio todas queremos un Pedro que nos abrace asi :) jajjajaaj besos
Mas tierno el capitulo! Me encanto
ResponderEliminar