Capítulo 56

Cuenta Pedro.

Me desperté y sonreí al ver que ella dormía plácidamente sobre mí. Corrí el pelo de su cara y bese su frente. Sonreí al darme cuenta de que no había sido un sueño, sonreí al comprobar que en serio había dormido con ella de nuevo. Qué nuevamente estaba observándola dormir. (Creo que es lo que más amo hacer)
La necesitaba todo el tiempo, necesitaba decirle un montón de cosas, necesitaba que me dé un abrazo, pero aunque me llene de culpa ocultarle aquello que me pasa (porque no le conté ni la mitad) sé que desde algún punto de vista lo hago para cuidarla, para que no esté peor.

Acariciaba su pelo incansablemente, disfrutando del contacto de mis dedos con su pelo, con su piel, cuando siento que su respiración deja de ser pesada, pero no abre los ojos. Sonreí.

Pedro- (Después de algunos minutos) Buen día, sé que estás despierta eh. (Dije riendo)
Paula- Sh, dejame disfrutar de esto. (Dijo sin abrir los ojos y yo bese su cabeza)
Pedro- Me había olvidado de lo lindo que era despertarme y que estés en mis brazos. (Confesé sin dejar de mimarla)
Paula- Y yo de lo hermoso que era dormirme, y despertarme, así, llena de mimos. Cerca tuyo, sintiéndote. (Deposito un beso en mi cuello) Te amo Pepe.
Pedro- (La abracé más fuerte) Te amo Pau. (Y nos besamos y ella volvió a recostarse sobre mí)
Paula- ¿Soy muy demandante si te pido unos mimitos más? Porque en un rato seguro me vienen a poner el suero.
Pedro- Nunca… (Y volví a jugar con su pelo, y ella lo hizo con mi barba)

De nuevo separarme de ella, de nuevo pasar días sin verla, sin sentirla. Sin besarla.
Cruzar la puerta del Instituto y que mis ojos se empañen de lágrimas, desplomarme. Dejar de ser fuerte frente a ella.
Caminar en dirección inexacta, a no sé dónde, pero necesitaba eso, caminar.
Mis ojos llorosos se escondían detrás de mis lentes oscuros, y en mis oídos sonaba Coldplay lo más alto posible.
Llegue a una plaza algo cercana al Instituto y me deje caer debajo de un árbol. No podía más, no soportaba más. Sentía el alma destruida.
No tenerla todos los días me mataba, me hacía mal. La necesitaba cerca mío.
Tenía pánico de que algo malo pueda pasarle, tenía miedo de que la historia se repita otra vez.
Algo similar (O no tanto) había pasado con mamá, la habíamos abandonado (o así lo sentía yo) en un lugar como aquel, y la historia terminó de la peor manera. Tengo pánico de que eso vuelva a pasar.

Todas las noches me duermo abrazando su remera, que todavía tiene su olor, para sentirla un poco más cerca, pero no puedo. No soporto esta situación.

Sonó mi celular, era un número desconocido…

Pedro- Hola. (Dije secando mis lágrimas)
Camila- Hola. ¿Pedro? Habla Camila, la psicóloga de Paula.
Pedro- Ah, sí, hola. ¿Todo bien? ¿Pasó algo? (Pregunte algo preocupado)
Camila- Que te fuiste y necesitaba hablar con vos.
Pedro- Estoy cerca… Puedo ir.
Camila- Por favor, pero quédate en la entrada, porque necesito hablar solo con vos.
Pedro- Está bien… En un rato estoy por ahí.

Corte y me levante, me dirigí a un kiosko a comprarme un agua, la tome intentando tranquilizarme y volví al Instituto.

Nunca había ido al psicólogo, y esto era lo más parecido. No sé cómo hizo, pero logro que le cuente absolutamente todo lo que me pasa, y hasta me convenció de confesárselo a Pau.
Me dijo que lo mejor es que le cuente todo, porque escondiéndole las cosas no la estoy cuidando, y que quizás, al saber toda la verdad hace el ‘click’ que necesita para terminar de ponerse las pilas con el tratamiento.

Pedro- Pau… (Entre en su habitación y ella sonrió)
Paula- Pepe. ¿Qué haces acá?
Pedro- Mmm…. Tenemos permiso para salir todo el día solos. Claro, si vos queres.
Paula- ¿En serio? (Dijo con una sonrisa enorme en su cara y acercándose a mí)
Pedro- En serio. ¿Queres?
Paula- Obvio amor. (Me beso) ¿Me bancas que me cambio?
Pedro- Dale. (Beso y salí)

Paula- ¿A dónde vamos gordo? (Preguntó entrelazando nuestros dedos)
Pedro- A dónde quieras mi amor. Mientras podamos hablar.
Paula- ¿Hablar de qué? (Cuestionó apoyando su cabeza en mi hombro y yo solté su mano para abrazarla por la cintura)
Pedro- Hablar.
Paula- ¿De qué?
Pedro- De mí.
Paula- (Suspiro) ¿Me mentiste? Estaba segura de que algo más te pasaba.
Pedro- No te mentí, no me digas así porque me haces peor.
Paula- Veni… (Caminamos hasta la plaza donde yo había estado hacía un rato y nos sentamos debajo de aquel mismo árbol) Pepe… (Susurró y me beso, tomándome por mis mejillas) Yo quiero y necesito que confíes en mí. Por favor. Soy tu novia, y aunque a veces parezca una nena, soy tu mujer. O eso quiero ser. Y quiero estar para vos si me necesitas, yo entiendo que lo quieras hacer para cuidarme, y te juro que me matas de amor, pero acá somos dos, y ninguno es más importante que el otro. Y si vos estás siempre para mí, yo quiero estar para vos. Necesito hacerlo. Confia en mí.
Pedro- No es que con confíe en vos Pau. Es que… (Suspire)
Paula- Queres cuidarme, pero ocultándome cosas no lo haces. Contame, dale.
Pedro- (Hice que se siente sobre mis piernas y corrí el pelo de su oreja, para poder hablar bajito, me daba mucha vergüenza) Tengo mucho miedo Pau.
Paula- ¿Miedo de qué?
Pedro- No es que no confie en vos, yo sé que vos vas a poder, y son dos enfermedades completamente distintas. Pero mi mamá también estuvó en un lugar así cuando estaba enferma, y yo siempre sentí que la abandone ahí adentro, y encima termino todo de la peor manera. (Confesé en medio de lágrimas, las cuales ella seco suavemente con sus dedos) Te extraño demasiado, todo el tiempo… duermo todas las noches abrazando una remera que tengo tuya para sentirte conmigo, siento que vos estás ahí adentro sola y te estoy abandonando…
Paula- (No me dijo nada, tan solo me beso y apoyo su frente con la mía) ¿Vos en serio crees que me estás abandonando Pepe? Te juro que es todo lo contrario. Sos el único que viene siempre, siempre. Sé que mamá no puede, y lo entiendo, y por Valen también. Pero vos, hoy, sos mi pilar para que yo pueda seguir ahí adentro intentando mejorar. Y el hecho de imaginarme una vida con vos, una vida al lado tuyo es lo que me da fuerzas para seguir. Y yo pensé que me iba a sentir sola, pero no es así, obvio que te extraño todo el tiempo, pero sé que estás conmigo, y que si yo estoy ahí es para curarme. Y ya a esta altura no lo hago solo por mí, lo hago por vos también, por ustedes. Porque quiero que dejen de vivir pendiente de mí, que vos dejes de estar pendiente de mí. ¿Sabes por qué? Porque nos merecemos ser felices de una vez por todas.
Pedro- Me tranquiliza saber que pensas así.
Paula- Tonto, me lo hubieses contado antes y no te maquinabas tanto. (Reímos y nos besamos) Te amo muchísimo.
Pedro- Te amo bonita. (Y volvimos a besarnos y ella se acostó sobre mi pecho, abrazándome por la cintura)
Paula- ¿En serio dormís con una remera mía?
Pedro- Sí… Necesito sentir tu perfume para dormirme.
Paula- No podes ser más tierno mi amor. (Beso mi cuello) Yo abrazo al osito, es como si te abrazara, salvando las distancias de que no me mima. (Reímos y ella levantó su cabeza) Ya vamos a volver a dormir todas las noches juntos, te lo prometo. (Nos sonreímos y nos besamos)
Pedro- Toda la vida juntos. (La bese) Te amo.
Paula- Te amo. (Volvimos a besarnos y nos abrazamos)

Haber pasado toda la tarde con ella, juntos… alejados de todo creo que era lo que necesitábamos. Desde que habíamos vuelto nunca habíamos tenido ‘intimidad’ y poder haber disfrutado todo el día los dos solos… fue mágico. Extañaba estar así con ella y con nadie más. Sin que me importe más nada.

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Bueno, no sé si es esto lo que esperaban, pero es lo que salió, jajaja!
Una vez más, GRACIAS por toda la buena onda que me tiran, y si quieren que pase algo determinado en la novela o alguna idea para tirarme lo puede hacer acá http://ask.fm/camichavesita todas las ideas son bien recibidas, no se enojen su alguna no la tomo o no la hago, por fas ;)