Capítulo 51

Pedro- Pau… (Me acerque a ella y note que su pulso casi no existía) Llama a una ambulancia. ¡Ya! (Euge corrió a hacerlo y yo busque su almohada y con cuidado la puse debajo de su cabeza y la ayude a acostarse de costado, sabía que había que hacer eso para que se normalice su respiración, me quede a su lado, hasta que se tranquilizó, pero no sé despertaba. Y yo ya estaba desesperado, pero por fin llegó la ambulancia) Quedate con Valen, yo voy ella. Te mantengo informada, tranquila por favor.
Eugenia- En cuánto pueda dejar con alguien a Valen voy.
Pedro- No te preocupes.

Nos subimos a la ambulancia y me quede en un costado, viendo como le ponían suero e intentaban estabilizarla, hasta que la sedaron.
Nunca pensé que todo esto podía llegar hasta este punto…

Hacía más de una hora (La cual hacía sido eterna) que caminaba de un pasillo al otro del hospital, esperando noticias de Pau.

Cuenta Paula

De repente, el mundo se desvanece y todo se vuelve oscuro.

Abrí mis ojos, y lo vi a Pedro con su cabeza apoyada a mi lado.

Paula- Pepe. (Dije casi sin voz)
Pedro- Pau… (Levantó su cabeza y sonrió)
Paula- ¿Qué pasó?
Pedro- Tuviste una convulsión.
Paula- (Suspire) ¿Y para qué llamaron a la ambulancia? Me hubiesen dejado.
Pedro- ¡Paula! ¿Vos estás loca?
Paula- No Pedro. No quiero vivir más. Ya te lo dije. Sin vos mi vida no tiene sentido. Y a veces pienso que en realidad nunca lo tuvo.
Pedro- Quizás sí lo tenga y no quieras verlo, y nos separamos por vos…
Paula- Pero… ¿Ves? Vos estás de nuevo acá. Pendiente de mí, de esta mierda que me pasa cuando podrías estar siendo feliz con otra mujer.
Pedro- ¿Cuándo te va a entrar en la cabeza que mi felicidad sos vos y solo vos Paula?
Paula- No podes ser feliz al lado mío, mira como estoy Pedro, conectada a un suero, a un respirador porque me estoy matando. (Dije con los ojos llenos de lágrimas)
Pedro- ¿Y por qué lo haces? (Tomo mi mano)
Paula- Porque no quiero sufrir toda mi vida.
Pedro- ¿Y por qué no intentas cambiar?
Paula- Porque ya lo intente y no pude, y por eso te deje, porque no quería que me veas morir.
Pedro- Paula, vos no te vas a morir. Nunca lo permitiría. Nunca.
Paula- Andate, por favor.
Pedro- No te voy a dejar sola.
Paula- No quiero que sufras conmigo. No te lo mereces.
Pedro- Sufro más sabiendo que estás así y no estoy con vos. No me voy a ir, y no me vas a convencer.
Paula- No te cagues la vida así, por favor. Hacelo por mí.
Pedro- Basta, no digas cosas que no son.
Paula- Pedro… (Dije ya llorando)
Pedro- Paula, no me voy a ir, y voy a estar con vos. Por más que no quieras ser mi novia.
Paula- ¿Quién te dijo que no quiero?
Pedro- Vos, con lo que hiciste y lo que me dijiste.
Paula- Ya te dije porque lo hice. Porque quiero dejarte libre, para que hagas tu vida, una vida que sea vida.
Pedro- Mi vida es al lado tuyo. Y no digas más nada, ahora tenes que descansar. Porque mañana vos, tu mamá y yo tenemos que hablar en serio.
Paula- ¿De qué?
Pedro- De vos Paula. No podes seguir así. Pero ahora descansa, dale. Y yo me quedo con vos, quieras o no. (Sonreí, solo un poco y cerré mis ojos)
Paula- Gracias, en serio. Te amo, y nunca pude dejar de hacerlo.
Pedro- Te amo mi vida. (Beso mi frente) Descansa, dale. Te va hacer bien.

Al día siguiente me desperté súper temprano y estaban mamá y Pepe, sentados en el sillón.

Eugenia- (Se acercó a mi) Mi amor. ¿Cómo estás?
Paula- ¿Para qué preguntas? Mal.
Pedro- (Suspiro y también se acercó a mí) Pau…
Paula- ¿Qué? Es la verdad.
Eugenia- Y por eso tenemos que hablar con vos.
Paula- ¿Qué pasa? (Dije muy a la defensiva)
Pedro- Pau, tenes que hacer algo por vos. No podes seguir así.
Paula- ¿Qué?
Eugenia- Entrar a un Instituto de rehabilitación.
Paula- ¿Intentarme? (Pregunte muerta de miedo)
Pedro- Sí Pau, es lo mejor para vos… Aunque sea difícil.
Paula- No, no quiero.
Pedro- ¿Y qué es lo que queres? ¿Matarte?
Paula- Sí… (Dije llorando)
Eugenia- Pau…
Paula- Sí mamá, y ya lo intenté.
Eugenia- Hija, por favor.
Paula- No quiero, no tengo ganas de seguir viviendo.
Pedro- Pau…
Paula- No, no quiero. No lo voy a hacer. Dejenme sola. (Grite y ellos no se movieron) Dije que me dejen sola. (Y amenacé con quitarme el suero, y se fueron… pero a los segundos Pedro volvió a entrar) ¡Pedro! (Grite)
Pedro- No te voy a dejar sola Paula.
Paula- Me estás dejando sola pensando en internarme. (Dije casi sin voz, no podía más. No podía imaginare encerrada en un lugar sin nadie)
Pedro- Te juro que no es así. (Se sentó a mi lado)
Paula- Sí es así, y es porque no me aguantan más, y en cierto punto los entiendo. Pero ¿Ves por qué prefiero morirme? Así los dejo en paz.
Pedro- ¿Podes dejar de pensar así? (Me dijo gritando)
Paula- No me grites, por favor.
Pedro- Pero hay cosas que tenes que entender Paula. Y no las entendes.
Paula- ¿Qué es lo que no entiendo?
Pedro- Que te estás matando, que ni tú vieja ni yo queremos que eso pase. Y aunque no lo sepa, te aseguro que tú hermana tampoco. Y que no vamos a dejar que eso pase.
Paula- Pero yo sí…
Pedro- ¿Vos escuchas lo que estás diciendo?
Paula- Sí, y no soporto más nada.

Y esa era la maldita verdad, no soportaba más. No tenía ni fuerzas para seguir respirando.
Mi cuerpo estaba demacrado, y no resistía más.

Paula- Te juro que más allá del mal estar físico, me duele el alma. No puedo más, mi vida es una mierda, y por eso termine así.
Pedro- Pero podes seguir, y cambiar todo.
Paula- ¿Me abrazas? Por favor.

Y él no dijo nada, simplemente me abrazó. Extrañaba tanto sus brazos que me sacaban de todo lo malo, que me hacían sentir un poco viva.

Pedro- Tranquila chiquitita.
Paula- No puedo Pedro, no puedo.
Pedro- Sí que podes.
Paula- No, ya no.
Pedro- Sí bonita, sí. (Nos separamos solo un poco y quedamos a una mínima distancia, él seco mis lágrimas y beso sentidamente mi frente) Te prometo que no va a ser tan malo como lo pensas.
Paula- ¿Qué voy a hacer encerrada, sola?
Pedro- No vas a estar sola. Primero que hay un montón de gente ahí, y segundo, prometo ir todos los días, todos.
Paula- ¿Ves? No quiero que vivas pendiente de mí, de a tal hora tengo que ir a Paula. No te mereces eso Pedro.
Pedro- No te voy a volver a explicar que eso no es así.  Pensalo, por favor. Pensa que es por tu bien, para que salgas adelante.
Paula- (Suspire) No sé Pedro, no sé. Siento que no tengo motivos para hacerlo, para esforzarme.
Pedro- ¿Valen no es un motivo? Vos sabes todo lo que sufrió ella cuando estuviste inconsciente. ¿Te imaginas lo que sufriría sin vos? Si no queres no pienses en tú mamá, o en mí. Pensa en ella, yo sé cuánto la amas. Hacelo por ella.

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Bueno... no me maten, pero se vienen cosas tristes.