lunes, 18 de febrero de 2013

Capítulo 63

Hice un esfuerzo enorme por volver a cruzar esa puerta de entrada al edificio donde vivía, y sabía que el esfuerzo iba a ser mucho mayor a la hora de cruzarla para salir. Pero ahora lo único que me importaba era Pedro.
Subí al ascensor, en compañía de Zai que solo me miraba y cuando llegue al departamento de Pepe toque timbre, tomando coraje…
Pero nadie respondió.
Apoye mi espalda contra la pared, suspirando, mis lágrimas eran incontrolables, hasta que salió Franco, un vecino.

Franco- Hola… (Se asomó por la puerta)
Paula- Hola. (Dije casi sin voz)
Franco- ¿Cómo estás tanto tiempo Pau?
Paula- Mmm… Me ve. (Sonreí, por compromiso)
Franco- ¿Lo buscas a Pedro, no? (Asentí con mi cabeza) Me dejo algo para vos… Esperame acá. (Entro a su departamento y me trajo un sobre)
Paula- Gracias…
Franco- No, por nada. Las dejo…
Zaira- Buenas tardes. (Franco se fue y yo abrí la carta… Al leer los dos primeros renglones me quebré, aún más)
Paula- Volvamos… (Dije secando mis lágrimas) Se fue Zai. (Suspire) ¿Qué hago? ¿Qué carajo hago? (Dije llena de bronca y golpee mi puño contra la pared)
Zaira- Hey, tranquila. (Y me abrazó, yo lo hice, casi sin fuerzas y escondí mi cara en su hombro)
Paula- Sin él no tiene sentido que siga Zai.
Zaira- Para un poco Pau, ni siquiera terminaste de leer la carta…
Paula- ¿Podemos ir afuera? ¿O lejos? No quiero cruzarme ni con mamá ni con Valen.
Zaira- Veni. (Se separó un poco de mí, tomo mi mano y salimos)
Paula- Volvamos, porque si no, no vuelvo más.
Zaira- No te voy a dejar sola igual.
Paula- Lo perdí Zai… Lo perdí.
Zaira- Deja de hacerte un poco la cabeza, que ni terminaste de leer la carta.
Paula- No puedo terminarla.
Zaira- (Suspiro) ¿Volvemos? (Preguntó arrancando el auto)
Paula- Volvamos… (Dije suspirando, dejando caer mi espalda en el respaldo del sillón)

Llegamos y entre casi corriendo, y me deje caer en mi cama. Boca abajo, abrazando la almohada.
Destruida, por dentro, por fuera. Me daba todo igual. Sin él no tenía sentido seguir.

'Pau, mi amor, gordita... Me voy, lejos de vos. Lejos de todo. Necesito aclarar un poco mis pensamientos, mis sentimientos. Porque en este momento solo tengo dudas, y necesito certezas.
Perdón si alguna vez te hice sentir algo que no te gustó, te juro que nunca quise que eso pase, y hasta me desviví por solo llenarte de cosas lindas. Pero no me salió.
No sé, siento que si vos desconfías de mí es porque algo entre nosotros no está funcionando, y te juro que es algo que me duele en el alma, y necesito que por favor sigas en pie. Que sigas adelante, y no vas a poder esconderlo porque pienso hablar con tu mamá... Prometo volver, no sé con qué certezas... Te amo. Nunca lo dudes ni lo olvides. Pepe'
Listo. Ya está. Lo perdí, para siempre. ¿Para qué seguir? ¿Si lo único que me mantenía en pie era el deseo de ser feliz a su lado? ¿Para qué?
Ya nada de esto tenía sentido. ¡Nada!
Cuenta Pedro
Me dolía en el alma hacer esto, pero necesitaba hacerlo, por mí y también por ella.
Hice un bolso, rápido, antes de arrepentirme y me subí al auto. ¿A dónde iba? 
Dude en irme a Mármol o a la costa, pero si me iba a lo de mi familia sería solo para dar explicaciones, y es lo que menos quiero hacer ahora, necesito estar solo y pensar.
Aunque solo sería por un par de días, no podía dejar demasiados días el estudio.

3 llamadas perdidas de Zai y un mensaje… ‘Pedro, qué carajo hiciste?’ Suspire y no respondí, cuando llegara la llamaría a Euge.

Agarre mi celular, los auriculares, una lona y salí a la playa, estire la lona y me acosté.

Eugenia- Hola…
Pedro- Euge, hola. Llamo para avisarte que nos peleamos con Paula y me vine unos días a la costa, por favor. ¿Me podes mantener al tanto sobre ella?
Eugenia- (Suspiro) ¿En serio Pedro?
Pedro- Sí… Ella lo sabe, le deje una carta.
Eugenia- Está bien Pepe, te mantengo al tanto.
Pedro- Por favor.
Eugenia- No te preocupes.
Pedro- Gracias… Te dejo, un beso.
Eugenia- Un beso.

Corte y suspire. Me puse los auriculares y cerré mis ojos.

¿Y si esto ya no tiene retorno? ¿Y si Paula nunca mejora? ¿Y si nunca sale de ahí? ¿Y si nunca podemos ser felices? ¿Si nunca puede terminar de confiar en mí? ¿Si esto ya no tiene vuelta que darle?
Tres segundos, solo tres imagine mi vida sin Paula y una sensación más que horrible recorrió todo mi cuerpo, de punta a punta. Mi vida sin ella no era vida.

Cuenta Paula
Dos semanas exactas habían pasado desde aquel día en el que nos peleamos, dos semanas en las que absolutamente todos los días había vomitado.
Dos semanas en las que me sentí más muerta que nunca.
No podía más, no con mi cuerpo ni con mi alma. No soportaba más dolor. No sabía nada de él, absolutamente nada.
Intente creer, lo intente, pero ya está. Lo perdí, y ésta vez es para siempre.

¿Qué sentido tiene seguir con todo esto? ¿Qué sentido tiene seguir viviendo si no tengo un motivo para hacerlo?
 
En mis oídos sonaba Manuel Wirtz, y era la canción indicada para ese maldito momento…
“Amor donde quiera que estés, deja la duda y vuelve a mí. Que yo estoy esperándote, que yo sigo esperándote. 
Un minuto antes de dormir, tu recuerdo siempre vuelve a mí. Fotos viejas en un cajón que no quiero volver a abrir. Vuelvo al piano y toco sin querer, la misma canción de ayer, como cartas que no escribiré, como un sueño que no alcanzaré. Amor donde quiera que estés, deja la duda y vuelve a mí. Que yo estoy esperándote, que yo sigo esperándote”
Abrazaba una foto de él y yo, juntos, en la playa, besándonos, fuertemente contra mi pecho…
Era de noche, con cuidado de que nadie lo note me dirigí a la zona de los consultorios, necesitaba un anti depresivo, un calmante o algo así para dormir y Camila no me había dejado tomar nada.
Lo encontré. Rápidamente lo escondí en mi remera y fui a la cocina, a buscarme agua.
Sentada como indio en mi cama. Tenía el frasquito lleno de pastillas, la botella de agua, mi cuaderno y una birome.

'Perdón, perdón por haberles cagado la vida así. Perdón. Desde hoy creo que no voy a molestar más. Perdón por no ser la hija que te merecías ma, perdón por no ser ni un cuarto de mujer de lo que te mereces Pepe, y Valen... Simplemente perdón. Fueron todo en mi vida los tres, pero hoy no puedo más. No quiero que nadie se sienta culpable de lo que voy a hacer, porque no es la culpa de nadie. Solo mía que no puedo salir de esta mierda que me tocó vivir, hoy no encuentro otra salida que no sea ésta. Los amo a los tres, eternamente. Perdón, por favor no sufran por mí, ya sufrieron demasiado. Disfruten de ser libres, de no tener que vivir pendientes de lo que hace la enfermita de Paula. Disfruten por fin de sus vidas, sean felices. Los amo, Paula'
¿En qué carajo estaba pensando? ¿Qué iba a hacer?
Inalcanzables lágrimas salían de mis ojos, corrían mis mejillas y las humedecían. Me dolía el alma, en lo más profundo.
Tomé una pastilla y las aleje de mí, tenía pánico. ¿Qué acababa de escribir?
Tomé otra, de a poco el dolor interno se calmaba, se acallaba.
Tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce... No sé cuántas. Tampoco sé dónde estoy.

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Capítulo TOTALMENTE escrito a partir de ideas que me tiraron en ask. No me maten, no me quemen en la hoguera ni me atropellen, tenganme piedad... Gracias!

La foto que puse de portada es PERFECTA ♥

6 comentarios:

  1. te juro que estoy llorando :´( lei en tu otro blog lo que sentis al escribir y me senti muy identificada <3 por cierto , si te encuentro te juro que TE MATO ;) JAJA besos

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  2. Noooooooooo, x Diosssssssssss!!!!!!!!!!!! No podés es demasiado cruel todo esto!!!!!

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  3. Acá estoy comentándote, porque ayer me quedé re dormida (la facultad me pega mal). Quedó genial el capítulo! sabía que venía por ese lado porque había leido tu ask jaja. Pero de verdad, lo representaste taaaan bien, se me puso la piel de gallina en la última parte, fue genial. pero ahora.... qué mejoren las cosas!! jajaj un beso Cami, me encantó!
    y me encantó la foto de portada!!!

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  4. me llore la vida leyendo este capítulo,que triste!!!

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