Capítulo 53

Pedro- No pudieron venir.
Paula- ¿Por qué?
Pedro- Porque tu vieja no pudo zafar del laburo, y Valen… (Suspiro)
Paula- ¿Qué le pasa a la enana? No me asustes.
Pedro- Nada, está enferma. Un poco de fiebre, y anginas. El médico le dijo que está somatizando todo.
Paula- (Seque mis lágrimas) Ya hasta el hago mal a ella. (Dije con mucha culpa)
Pedro- (Se sentó en la cama y me tomo de la cintura para que me siente sobre él) No pienses así bonita.
Paula- No puedo no pensar así. (Lo abracé por el cuello) Estar acá es horrible, y encima saber que están mal por mí.
Pedro- Pau. ¿Podes ponerte a vos en primer lugar una vez? ¿Podes preocuparte por vos? Tenes que hacerlo.
Paula- Me cuesta mucho. (Y sentí que me maree)
Pedro- ¿Te sentís bien?
Paula- No, me maree. Pero ya estoy acostumbrada.
Pedro- Acostate linda. (Yo me acosté y él se arrodillo al lado de la cama. Tomo mi mano y acarició mi pelo) Decime que queres hacer, de que queres que charlemos. No sé.
Paula- No sé Pepe, quiero despejarme un poco. Pero a la vez necesito decirte mil cosas, tengo un mambo en la cabeza…
Pedro- Pero… ¿Estás bien acá?
Paula- Sí, no sé. Me tratan súper bien, y estoy hablando mucho con una chica que es bastante buena onda, aunque como estamos las dos a mucho no podemos llegar. Igual, mi mejor amigo acá es Pepe… (Él me miro con cara rara y reí) Mi osito, le puse tu nombre. Duermo abrazada a él todas las noches.
Pedro- Sos muy tierna.
Paula- Vos, que estás conmigo. No quiero que se convierta en una obligación que vengas a verme.
Pedro- No es una obligación, lo hago porque lo siento y lo quiero. Yo también te extraño, mucho.
Paula- ¿Te acostas conmigo?
Pedro- Eso no lo tenes ni que preguntar… (Se acostó a mi lado y me abrazo contra su pecho) ¿Por qué no descansas un ratito?
Paula- No voy a desperdiciar mi tiempo con vos durmiendo…
Pedro- (Beso mi cabeza) ¿Unos mimos?
Paula- Siempre sabes lo que necesito… (Y sentí que comenzó a acariciar mi pelo y yo cerré mis ojos) Perdón si soy muy reiterativa, pero gracias. En serio que después de todo lo que te dije me hubiese mandando a la mierda.
Pedro- En cierto punto te entendí…
Paula- Esta semana pensé demasiado. ¿Podemos hablar sobre nosotros?
Pedro- ¿Estás segura? Podemos hacerlo más adelante si queres…
Paula- Sí, porque no aguanto una semana más con todo esto adentro. (Me senté y él lo hizo frente a mí y mire la hora) Además, tenemos tiempo… ¿O te tenes que ir antes?
Pedro- No… (Se sentó frente a mí)
Paula- (Suspire) Mira Pepe… (Y mis ojos se llenaron de lágrimas)
Pedro- Hey, no, no llores porque no hablamos nada. (Tomo mi mano y la beso)
Paula- No, necesito decirte todo esto.
Pedro- Pero no llores. (Seco mis lágrimas acariciando suavemente mis mejillas)
Paula- ¿Me escuchas? (Él asintió con su cabeza y yo respire hondo) Vos sabes que yo te amo, y espero o quiero creer que nunca lo dudaste, porque te juro que es lo que siento, y sí, tuve miedo o quizás lo siga teniendo de que en algún momento este amor lleno de color de rosas se rompa, o deje de serlo así, y pasó, y siempre estuve segura de eso, pero porque supongo que es normal, sobre todo en nosotros que no sé si somos una pareja… normal, porque yo no soy alguien normal.
Y en cierto punto, en cuanto a nosotros estuvo bueno que haya pasado, para que nos demos cuenta de que no puede ser todo perfecto. ¿O no? (Asintió con su cabeza) Por eso, yo quiero saber si vos de verdad estás dispuesto a bancarte todo esto conmigo…
Pedro- ¿Me vas a creer lo que te digo?
Paula- (Reí) Sí… Te lo prometo. Pero. ¿Me dejas terminar? (Asintió con su cabeza) Porque yo sé que lo que se me viene es muy difícil, ya lo es, y no sé cuánto tiempo voy a pasar acá, pueden ser meses o años… Y no sé cuan lindo puede llegar a ser tener a tu novia encerrada en un centro de rehabilitación, pudiéndola ver nada más acá, sin hacer millones de cosas de las que hacíamos. Y de verdad que si vos no queres que pase nada más entre nosotros necesito que te alejes de mí, porque de algún modo tengo que olvidarte.
Pedro- ¿Ahora me escuchas vos a mí? (Dijo secando mis lágrimas y yo asentí con mi cabeza) Sí de algo estoy seguro en esta vida es de que te amo Paula, con mi vida, con todo lo que soy y también estoy seguro de que tarde o temprano todo esto se va a terminar, y yo voy a estar con vos, ahora, y siempre, pero necesito que lo entiendas, y que no empieces a sentir que todo se va a terminar, porque me duele en serio que lo pienses, y no sé si me lo puedo bancar.
Paula- Perdón si te hice mal, es lo que menos quiero, y ya te dije que no es porque vos me lo hagas sentir, no es tú culpa, es mía… por como soy. Pero te prometo que voy a intentar cambiarlo.
Pero vos prometeme que no me vas a consentir siempre, porque tampoco quiero que te guardes todo y después explotes como pasó, porque sí vos estás mal yo también quiero estar para vos… No quiero ser siempre yo la que llora y vos el que me consuela, de verdad, porque siento que vos me das todo, y yo no te doy nada, y eso también me hace mal. Igual, no es que no ame que siempre estés para mí y que me des un abrazo cuando lo necesito, que sé que es muy seguido, pero necesito que nuestra relación sea más… madura. Y sí, estoy enferma, pero eso no quiere decir que tengas que tratarme como una nena y consentirme y cuidarme en todo, y guardarte todo para vos. Estoy segura de que todo lo que me dijiste el día que nos peleamos lo tenías adentro hace mucho, y además, te deben pasar cosas a vos, en tú vida, que yo quiero saber, y quiero estar para vos, no sé, sentía que eras como mi papá….
Pedro- Perdón si te sobre protegí demasiado, es que te veo tan frágil que no quiero ponerte peor.
Paula- Sos muy tierno, en serio… Y por eso te amo tanto… Eso era lo que tenía para decirte.
Pedro- Entonces, te lo prometo. ¿Sin secretos ni sobre protecciones?
Paula- Sin secretos ni sobre protecciones. (Sonreímos)
Pedro- Entonces señorita Paula Chaves… (Se acercó a mí) ¿Quiere ser mi novia?
Paula- (Volví a sonreír, acercándome más a él) Por supuesto señor Pedro Alfonso. (Me abrazo por la cintura y yo lo hice por su cuello, quedando sentada sobre él, con mis piernas rodeando su cintura) ¿Sabe qué? Extraño demasiado sus labios…
Pedro- (Rio) No podes ser más linda.

Y por fin nuestros labios volvieron a unirse, por fin volví a sentir ese revoloteo de mariposas en el estómago. Por fin volví a sentirme bien, al menos por unos segundos…

Paula- Te amo. (Dije en medio de lágrimas y besos)
Pedro- (Me tomo de mis mejillas, acariciándolas y secando mis lágrimas) Te amo bonita. (Y volvimos a besarnos y nos abrazamos)
Paula- Haría este abrazo eterno.
Pedro- (Beso mi cuello) Es eterno… Cada vez que me necesites yo voy a estar acá con vos, solo llamame con el pensamiento y te juro que me vas a sentir al lado tuyo.
Paula- ¿Por qué sos tan tierno? ¿Tan lindo? Te amo tanto. (Lo abracé más fuerte)
Pedro- No creo que tanto como yo a vos… (Me separe un poco de él, sonriendo y lo bese)
Paula- No quiero que te vayas…
Pedro- Falta un montón para que me vaya, no pienses en eso… disfrutemos que estamos juntos ahora.
Paula- (Lo bese) Gracias por estar conmigo.
Pedro- Siempre lo voy a hacer. (Nos besamos) Promesa.
Paula- (Sonreí) Hacía mucho que no sonreía tan seguido. (Dije mientras jugaba con su pelo)
Pedro- Está muy mal eso, tu sonrisa es la más linda del mundo.
Paula- (Mordí mi labio muerta de ternura) Vos sos el más lindo del mundo. (Lo bese y él quito de su bolsillo una bolsita pequeña)
Pedro- Esto es para vos…
Paula- Gracias. (Agarre la bolsita y la abrí, y lo mire con cara rara)
Pedro- Es un reproductor de música, que tiene más capacidad que el tuyo, y te lo llene de la música que a vos te gusta, toma, acá tenes el cargador y los auriculares. (Los busco en su otro bolsillo) No sé, así tenes más música.
Paula- Sos lo más. (Lo bese, y eso hice por los mmm…. Creo que quince o veinte minutos siguientes) No quiero que te vayas… (Suplique con mis ojos llenos de lágrimas)
Pedro- Pero no me puedo quedar hermosa. Más adelante voy a poder venir más seguido, y después vamos a poder salir, pero hoy no podemos.
Paula- Eso me parece cualquiera, digo… ¿Al principio no es cuando peor una está? Deberíamos poder pasar más tiempo con la gente que necesitamos.
Pedro- (Rio) ¿Qué queres? ¿Cambiar las reglas del instituto?
Paula- (Reí) ¿Podría, no?
Pedro- (Se levantó de la cama y me dio la mano para que yo también lo haga) Me voy contento de haberte sacado tantas sonrisas… (Puso el pelo detrás de mí oreja y me susurro al oído) Y de que seas de nuevo mi novia.
Paula- (Sonreí y bese su cuello) Te amo novio.
Pedro- Te amo novia. (Nos besamos y nos abrazamos) Te prometo que esta semana volvemos a hablar todos los días. (Sonreí) Me voy…
Paula- No… (Dije abrazándolo más fuerte) Necesito más besos para aguantar toda la semana. (Él sonrió y depositó besos en toda mi cara y finalmente en mi boca)
Pedro- ¡Te amo!
Paula- Te amo. (Beso)
Pedro- Me tengo que ir y no me soltas. (Reímos y nos besamos, él se comenzó a ir pero lo corrí lo abracé de nuevo, casi llorando) Hey bonita, no llores, así es imposible que me vaya. (Dijo abrazándome)
Paula- Perdón…
Pedro- Sos tan linda.
Paula- No me quiero quedar sola de nuevo. (Dije con la voz quebrada y ya llorando)
Pedro- No estás sola Pau… Dale. Por favor. No llores. (Me separo un poco de él y secó mis lágrimas) Cuando te des cuenta estoy acá llenándote de besos de nuevo.
Paula- Igual estoy un poco mejor de que hayamos podido hablar y seamos novios de nuevo. (Dije intentando ponerle un poco de onda)
Pedro- Yo también amor. Quedate con eso.
Paula- Te amo. (Lo bese) No lo dudes nunca, por favor.
Pedro- Nunca, te lo prometo. (Beso) Te amo. (Nos besamos y volvió a secar mis lágrimas) Prometeme que no lloras.
Paula- No puedo prometerte eso.
Pedro- (Suspiro) ¿Qué vas a intentar sonreír?
Paula- Mmm… bueno.
Pedro- ¿Me regalas una sonrisa antes de que me vaya? (Sonreí y nos besamos) Te amo.
Paula- Te amo. (Volvimos a besarnos y se fue)


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Bueno, hooooolaaa! Esto es lo que querían que pase? No lo sé, pero pasó, yo ya no aguantaba más que estén separados, ajajaj!