Me desperté y escuche la conversación que
mamá y Pepe tenían con el médico…
Doctor- La paciente presenta una serie de patologías que son realmente preocupantes, paso a enumerarlas… principalmente la insuficiencia cardíaca que está sufriendo es lo que más la está afectando, pero además, presenta una muy pequeña cantidad de glóbulos rojos y blancos en sangre y ni hablar de la carencia de nutrientes, como el calcio, el potasio. Baja presión. Está desnutrida, eso es muy claro, algo bastante deshidratada. La verdad, es que en este momento, si sigue así, está poniendo en juego su vida. La anorexia y la bulimia son enfermedades muy complicadas, demasiado, y ella las está sufriendo en uno de sus momentos más críticos, mi opinión como profesional es que la internen en una clínica de rehabilitación. Pero eso pasa por ustedes, y por ella.
Y como si no fuese poca la angustia que sentía hasta aquel momento, ésta se multiplico, llegado a los lugares más profundos de mí ser. (Cómo si antes no lo hubiese hecho)
Ya no era impresión mía que me estaba muriendo, lo escuche de un médico…
Siempre desee que todo esto sea una pesadilla y poder despertarme. Pero ahora lo deseaba más que nunca.
Escuche que mamá y Pepe estaban entrando e intente hacerme la dormida, pero no podía. Cada uno de ellos se sentó a un lado de la camilla, Pepe a mi derecha y mamá a mi izquierda.
Pedro- Estás despierta, y escuchaste todo. (Acaricio mi pelo y yo abrí mis ojos, mirándolo, intentando contener mis lágrimas y él tomo mi mano)
Eugenia- Vas a estar bien mi amor, te lo prometo.
Paula- No tengo fuerzas para seguir. No puedo, y menos sola, internada, alejada de todo.
Eugenia- No vas a estar sola Pau, yo voy a ir todas las veces que el trabajo me lo permita, te lo prometo. Y la enana te aseguro que también.
Pedro- Y cuando no pueda llevarla tu vieja, la llevo yo. Que pienso ir todos los días. Todos.
Paula- No quiero que vivan pendiente de mí, y vos Pepe. Tenes que volver a bailar.
Pedro- Lo voy a hacer, pero por la mañana… Entre en el grupo de baile del estudio, pero eso no importa ahora.
Eugenia- Y si lo hacemos es porque queremos hija, nadie nos obliga. Dejanos cuidarte, lo necesitas. No soportaría perderte…
Pedro- Y yo tampoco bonita. Dale, te mereces una oportunidad para vivir bien, vos podes salir adelante, y nosotros estamos con vos.
Paula- ¿Yo voy a poder participar de la decisión en el lugar donde voy a ir? Porque hay lugares donde te aíslan por completo, y eso me haría peor.
Pedro- ¿Eso es un sí?
Paula- Eso creo… (Dije ya vencida. En cierto punto sabía que era lo mejor para mí, aunque no sé de donde sacaría fuerzas para hacerlo)
Eugenia- Va a ser lo mejor mi amor. Aunque nos duela a todos…
Paula- Tengo miedo de no poder soportarlo.
Pedro- Hey bonita, no estás sola. (Beso mi mano)
Eugenia- Estamos con vos, aunque yo ahora me tenga que ir a trabajar. (Sonreí, al menos un poquito y ella beso mi frente, levantándose) Te amo hija.
Paula- Yo también mami… (Saludo a Pepe y se fue) ¿Te acostas conmigo? Por favor… (Le pedí suplicando y él se acostó a mi lado, abrazándome contra su cuerpo) Te juro que pase momentos horribles, pero el pánico que tengo ahora no lo sentí nunca.
Pedro- (Sentí como abrazaba más fuerte mi frágil cuerpo) No estás sola chiquitita. Te prometo que va a estar todo bien, que vas a salir de todo esto.
Paula- No voy a poder.
Pedro- No digas eso, sí que vas a poder…
Paula- ¿Dónde voy a ir?
Pedro- Te juro que no sé.
Paula- Al menos que me dejen tener un celular… (Pedro rio) No es gracioso.
Pedro- No te dejan en esos lugares Pau, el tratamiento consta del aislamiento… pero seguro hay teléfonos o algo así. No te preocupes, no pienses en eso. No te vas a sentir sola, porque no vas a estarlo.
Hacía casi cuatro horas que había llegado ahí, y todavía no caía en la cruda y fría realidad…
Día 1
Doctor- La paciente presenta una serie de patologías que son realmente preocupantes, paso a enumerarlas… principalmente la insuficiencia cardíaca que está sufriendo es lo que más la está afectando, pero además, presenta una muy pequeña cantidad de glóbulos rojos y blancos en sangre y ni hablar de la carencia de nutrientes, como el calcio, el potasio. Baja presión. Está desnutrida, eso es muy claro, algo bastante deshidratada. La verdad, es que en este momento, si sigue así, está poniendo en juego su vida. La anorexia y la bulimia son enfermedades muy complicadas, demasiado, y ella las está sufriendo en uno de sus momentos más críticos, mi opinión como profesional es que la internen en una clínica de rehabilitación. Pero eso pasa por ustedes, y por ella.
Y como si no fuese poca la angustia que sentía hasta aquel momento, ésta se multiplico, llegado a los lugares más profundos de mí ser. (Cómo si antes no lo hubiese hecho)
Ya no era impresión mía que me estaba muriendo, lo escuche de un médico…
Siempre desee que todo esto sea una pesadilla y poder despertarme. Pero ahora lo deseaba más que nunca.
Escuche que mamá y Pepe estaban entrando e intente hacerme la dormida, pero no podía. Cada uno de ellos se sentó a un lado de la camilla, Pepe a mi derecha y mamá a mi izquierda.
Pedro- Estás despierta, y escuchaste todo. (Acaricio mi pelo y yo abrí mis ojos, mirándolo, intentando contener mis lágrimas y él tomo mi mano)
Eugenia- Vas a estar bien mi amor, te lo prometo.
Paula- No tengo fuerzas para seguir. No puedo, y menos sola, internada, alejada de todo.
Eugenia- No vas a estar sola Pau, yo voy a ir todas las veces que el trabajo me lo permita, te lo prometo. Y la enana te aseguro que también.
Pedro- Y cuando no pueda llevarla tu vieja, la llevo yo. Que pienso ir todos los días. Todos.
Paula- No quiero que vivan pendiente de mí, y vos Pepe. Tenes que volver a bailar.
Pedro- Lo voy a hacer, pero por la mañana… Entre en el grupo de baile del estudio, pero eso no importa ahora.
Eugenia- Y si lo hacemos es porque queremos hija, nadie nos obliga. Dejanos cuidarte, lo necesitas. No soportaría perderte…
Pedro- Y yo tampoco bonita. Dale, te mereces una oportunidad para vivir bien, vos podes salir adelante, y nosotros estamos con vos.
Paula- ¿Yo voy a poder participar de la decisión en el lugar donde voy a ir? Porque hay lugares donde te aíslan por completo, y eso me haría peor.
Pedro- ¿Eso es un sí?
Paula- Eso creo… (Dije ya vencida. En cierto punto sabía que era lo mejor para mí, aunque no sé de donde sacaría fuerzas para hacerlo)
Eugenia- Va a ser lo mejor mi amor. Aunque nos duela a todos…
Paula- Tengo miedo de no poder soportarlo.
Pedro- Hey bonita, no estás sola. (Beso mi mano)
Eugenia- Estamos con vos, aunque yo ahora me tenga que ir a trabajar. (Sonreí, al menos un poquito y ella beso mi frente, levantándose) Te amo hija.
Paula- Yo también mami… (Saludo a Pepe y se fue) ¿Te acostas conmigo? Por favor… (Le pedí suplicando y él se acostó a mi lado, abrazándome contra su cuerpo) Te juro que pase momentos horribles, pero el pánico que tengo ahora no lo sentí nunca.
Pedro- (Sentí como abrazaba más fuerte mi frágil cuerpo) No estás sola chiquitita. Te prometo que va a estar todo bien, que vas a salir de todo esto.
Paula- No voy a poder.
Pedro- No digas eso, sí que vas a poder…
Paula- ¿Dónde voy a ir?
Pedro- Te juro que no sé.
Paula- Al menos que me dejen tener un celular… (Pedro rio) No es gracioso.
Pedro- No te dejan en esos lugares Pau, el tratamiento consta del aislamiento… pero seguro hay teléfonos o algo así. No te preocupes, no pienses en eso. No te vas a sentir sola, porque no vas a estarlo.
Hacía casi cuatro horas que había llegado ahí, y todavía no caía en la cruda y fría realidad…
Día 1
¿Qué pasa cuando nuestro ideal de belleza se
aleja de la imagen que tenemos de nosotros mismos? ¿Qué ocurre cuando la
comida, en vez de alimentarnos y nutrirnos, se transforma en un enemigo?
No podía ni definir como me sentía. Miraba hacía todos lados en mi nueva ¿habitación? Esta era súper pequeña, demasiado, solo una cama, una mesita de luz y un ropero.
Sobre la cama un osito de peluche que Pepe me había regalado antes de entrar y mi bolso, que acaba de deshacer, guardada la poca ropa que había traído en aquel ropero. Sobre la mesita de luz mi cuaderno, sobre el cual estoy escribiendo y un reproductor de música, porque el celular fue imposible traerlo. Y en la cabecera de la cama, fotos, con mamá, con Valen, con Pepe, los 4 juntos, con Zai y una mía, de hace varios años… quería volver a eso. Quería volver a ser una chica normal, sana. O al menos intentarlo.
¿Yo? Conectada a un suero, desde que entre….
Eran las doce de la noche y aquel lugar me daba pánico, en ese momento deseaba profundamente poder hablar con Pedro y una enfermera entró…
Enfermera- Paula. Teléfono para vos. (Me levante y agarré el teléfono)
Paula- Gracias… (Dije con un poco de miedo) ¿Puedo hablar a solas?
Enfermera- Por supuesto… (Cerré la puerta y me acosté en la cama)
Paula- Hola…
Pedro- Hola hermosa.
Paula- (Suspire) Pepe, te juro que necesitaba escuchar tu voz. Este lugar me da mucho miedo, es horrible.
Pedro- Tranquila Pau, estás muy bien cuidada ahí, no te va a pasar nada.
Paula- Pero me da miedo igual.
Pedro- Pensa en cosas lindas.
Paula- Por eso estaba pensando en vos. (Dije muy tímida)
Pedro- ¿Volvieron los ataques de timidez? ¿Sabes que a pesar de todo yo te sigo amando como el primer día? Por favor, nunca lo dudes…
Paula- Yo también te amo como desde el minuto uno Pepe, y te juro que no puedo creer todo lo que estás haciendo por mí.
Pedro- Si me dejaras haría mucho más… Pero estas cosas no te las voy a decir por teléfono, y además me dejaron hablar solo unos minutos. Asique te dejo bonita, descansa e intenta adaptarte, yo sé que es difícil, pero sabes que es lo mejor que podes hacer por vos.
Paula- Lo sé. (Suspire)
Pedro- Tranquila. ¿Sí? Te prometo que en cuando me dejen te voy a llenar de abrazos. Descansa. Te amo.
Paula- Gracias Pepe. Te amo… (Escuche que tocaban la puerta) Me piden el teléfono.
Pedro- Un beso enorme mi amor...
Paula- Otro. (Dije conteniendo mis lágrimas)
Pedro- No llores bonita, porque me matas y quiero abrazarte.
Paula- No estoy llorando.
Pedro- Sos muy mala mintiendo. ¿Sabes? ¿Me prometes que no lloras?
Paula- Te prometo que lo intento.
Pedro- Mmm… bueno.
Paula- (Volvieron a tocar la puerta) Te tengo que dejar Pepe, te amo.
Pedro- Te amo. (Corte y devolví el teléfono)
En aquel lugar, los primeros meses de tratamiento solo se podían recibir visitas los fines de semana…
¿Cómo describir la primera semana? Creo que la mejor palabra sería: Complicada.
Todo es complicado, adaptarse a hablar todo el tiempo de lo que me pasa sobre todas las cosas, es como tenerlo todo el tiempo presente, y eso es lo que más duele. Pero en cierto punto entiendo que este es el principio para superarlo. Entenderlo, aceptarlo y tenerlo siempre presente.
Controles médicos (demasiados) desde un simple análisis de sangre hasta una ecografía del estómago, electrocardiograma y otros de los cuales no recuerdo los nombres.
Charlas eternas con la psicóloga, que sinceramente me había caído muy bien, individuales y grupales.
Me habían hecho escribir toda mi historia, y remover tantas cosas la verdad que me había hecho peor de lo que estaba.
Me costaba dormir ahí, me sentía sola, a la deriva, solo me hacía compañía Pepe (Sí, ese era el nombre que le había puesto al osito que me había regalado Pedro) y dormía abrazada a él, siempre.
Pero por sobre todo, estar lejos de todo, aislada… eso creo que había sido lo más complicado.
¡Por fin era sábado! Y esperaba que vengan, los 3… los necesitaba, más que nunca.
Escuche que tocaban la puerta y creo que por primera vez en aquella semana una sonrisa se dibujó en mi rostro.
No podía ni definir como me sentía. Miraba hacía todos lados en mi nueva ¿habitación? Esta era súper pequeña, demasiado, solo una cama, una mesita de luz y un ropero.
Sobre la cama un osito de peluche que Pepe me había regalado antes de entrar y mi bolso, que acaba de deshacer, guardada la poca ropa que había traído en aquel ropero. Sobre la mesita de luz mi cuaderno, sobre el cual estoy escribiendo y un reproductor de música, porque el celular fue imposible traerlo. Y en la cabecera de la cama, fotos, con mamá, con Valen, con Pepe, los 4 juntos, con Zai y una mía, de hace varios años… quería volver a eso. Quería volver a ser una chica normal, sana. O al menos intentarlo.
¿Yo? Conectada a un suero, desde que entre….
Eran las doce de la noche y aquel lugar me daba pánico, en ese momento deseaba profundamente poder hablar con Pedro y una enfermera entró…
Enfermera- Paula. Teléfono para vos. (Me levante y agarré el teléfono)
Paula- Gracias… (Dije con un poco de miedo) ¿Puedo hablar a solas?
Enfermera- Por supuesto… (Cerré la puerta y me acosté en la cama)
Paula- Hola…
Pedro- Hola hermosa.
Paula- (Suspire) Pepe, te juro que necesitaba escuchar tu voz. Este lugar me da mucho miedo, es horrible.
Pedro- Tranquila Pau, estás muy bien cuidada ahí, no te va a pasar nada.
Paula- Pero me da miedo igual.
Pedro- Pensa en cosas lindas.
Paula- Por eso estaba pensando en vos. (Dije muy tímida)
Pedro- ¿Volvieron los ataques de timidez? ¿Sabes que a pesar de todo yo te sigo amando como el primer día? Por favor, nunca lo dudes…
Paula- Yo también te amo como desde el minuto uno Pepe, y te juro que no puedo creer todo lo que estás haciendo por mí.
Pedro- Si me dejaras haría mucho más… Pero estas cosas no te las voy a decir por teléfono, y además me dejaron hablar solo unos minutos. Asique te dejo bonita, descansa e intenta adaptarte, yo sé que es difícil, pero sabes que es lo mejor que podes hacer por vos.
Paula- Lo sé. (Suspire)
Pedro- Tranquila. ¿Sí? Te prometo que en cuando me dejen te voy a llenar de abrazos. Descansa. Te amo.
Paula- Gracias Pepe. Te amo… (Escuche que tocaban la puerta) Me piden el teléfono.
Pedro- Un beso enorme mi amor...
Paula- Otro. (Dije conteniendo mis lágrimas)
Pedro- No llores bonita, porque me matas y quiero abrazarte.
Paula- No estoy llorando.
Pedro- Sos muy mala mintiendo. ¿Sabes? ¿Me prometes que no lloras?
Paula- Te prometo que lo intento.
Pedro- Mmm… bueno.
Paula- (Volvieron a tocar la puerta) Te tengo que dejar Pepe, te amo.
Pedro- Te amo. (Corte y devolví el teléfono)
En aquel lugar, los primeros meses de tratamiento solo se podían recibir visitas los fines de semana…
¿Cómo describir la primera semana? Creo que la mejor palabra sería: Complicada.
Todo es complicado, adaptarse a hablar todo el tiempo de lo que me pasa sobre todas las cosas, es como tenerlo todo el tiempo presente, y eso es lo que más duele. Pero en cierto punto entiendo que este es el principio para superarlo. Entenderlo, aceptarlo y tenerlo siempre presente.
Controles médicos (demasiados) desde un simple análisis de sangre hasta una ecografía del estómago, electrocardiograma y otros de los cuales no recuerdo los nombres.
Charlas eternas con la psicóloga, que sinceramente me había caído muy bien, individuales y grupales.
Me habían hecho escribir toda mi historia, y remover tantas cosas la verdad que me había hecho peor de lo que estaba.
Me costaba dormir ahí, me sentía sola, a la deriva, solo me hacía compañía Pepe (Sí, ese era el nombre que le había puesto al osito que me había regalado Pedro) y dormía abrazada a él, siempre.
Pero por sobre todo, estar lejos de todo, aislada… eso creo que había sido lo más complicado.
¡Por fin era sábado! Y esperaba que vengan, los 3… los necesitaba, más que nunca.
Escuche que tocaban la puerta y creo que por primera vez en aquella semana una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Pedro- Permiso… (Dijo abriendo la puerta y
yo corrí a abrazarlo, en medio de lágrimas) Hola hermosa. (Dijo abrazándome)
Paula- Hola. (Dije casi sin voz)
Pedro- Hey, no llores. (Beso mi mejilla y lo abracé más fuerte)
Paula- Necesitaba abrazarte.
Pedro- Acá me tenes bonita, abrazame todo lo que quieras. (Acarició mi espalda)
Paula- Te extrañe mucho, y ya sé que estuvimos casi un mes sin vernos, pero no sé. Te necesito.
Pedro- Me tenes acá hermosa. (Nos separamos un poco y él seco mis lágrimas) Tranquila. (Cerró la puerta y entramos)
Paula- ¿Mamá y Valen?
Paula- Hola. (Dije casi sin voz)
Pedro- Hey, no llores. (Beso mi mejilla y lo abracé más fuerte)
Paula- Necesitaba abrazarte.
Pedro- Acá me tenes bonita, abrazame todo lo que quieras. (Acarició mi espalda)
Paula- Te extrañe mucho, y ya sé que estuvimos casi un mes sin vernos, pero no sé. Te necesito.
Pedro- Me tenes acá hermosa. (Nos separamos un poco y él seco mis lágrimas) Tranquila. (Cerró la puerta y entramos)
Paula- ¿Mamá y Valen?
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Me copa escribir esto, pero se me está complicando asique quiero que me digan la posta...
Ayy me encantó Cami, de verdad. espero que de a poco las cosas mejoren y pueda salir de ahí...
ResponderEliminarGracias Lu!
Eliminarme gustooo, subi otro hoyy!!
ResponderEliminarno puedo, no tengo escritos y ultimamente no toco la compu demasiado
Eliminarmuy buen capítulo,ojala pau empiece a mejorar....
ResponderEliminarde a poco, de a poco. gracias!
EliminarA ver.. Vos queres la posta, la posta es que esta novela me hace muy bien.. es una historia muy dura, que nos enseña muchas cosas.. subi más!
ResponderEliminargracias♥
EliminarA mi me encanto este capitulo no me gustaron los dos anteriores.Besos @Ariii_Tinista
ResponderEliminarpor qué? necesito comentarios compleeeetos, para ver que mejorar! Igual, gracias por la sinceridad
EliminarMe gusto el capitulo, ojala pau mejore rapido! Subi mas :)
ResponderEliminarde a pocoo! jaja! gracias!
Eliminarenganche lahistoria hace 2 dias y nopude dejar de leerla... muy muy triste pero contado excelenetmente.
ResponderEliminarEs una historia dura, trabajada con mucho respeto y que creoque puede ayudar y acompañar a aquienes esten pasandola mal...o de casualidad pasen por lo mismo que tu protagonista.
Tengo una amiga, peleandola igual que tu Paula, y se que no es facil.
me gusta mucho la seriedad y el respeto con que abordaste el tema.
La historia de amor, esta acompañando la otra gran historia de vida.
Buen laburo Cami el que estas haciendo.
te felicito!
GRACIAS, de verdad!
Eliminarsos lo maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas escribien GROSAA! Me encnata esta nove!
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