Capítulo 47

Esa noche, habíamos puesto dos colchones en el suelo de mi cuarto y estábamos las dos acostadas, con el aire acondicionado al mango porque hacía muchísimo calor.

Zaira- Descarga tranqui amiga, que yo te escucho.
Paula- (Suspire) No puedo más Zai, te juro que no puedo más. Con nada, ni conmigo.
Zaira- Hey. ¿Por qué?
Paula- Porque nunca voy a poder salir de la mierda donde me metí… No puedo Zai, te juro que no puedo. Es adictivo, y no puedo controlarme. Y vivo así, llena de angustia, llorando, y eso es lo que más miedo me da. Estoy condenando a mamá y a Pedro a vivir con esto que es algo mío. A ver, mamá es mamá  sé que siempre va a bancarme, pero te juro que tengo pánico de que Pepe se cansé de mí, que me deje, soy insoportable de verdad. Siempre cago todo con mis lágrimas, y él siempre está ahí para contenerme, un día va a tener ganas de ser feliz y me va a dejar. Y te juro que ese día me voy a morir de la angustia.
Zaira- ¿Él te da motivos para pensar así?
Paula- (Negué con mi cabeza) Y se lo planteé, más de una vez y él siempre me tranquiliza y me dice que eso nunca pasaría porque me ama, y sé que es así, porque lo siento. Pero el miedo está ahí.
Y no sé qué hacer, no sé… Necesito salir de acá y es una mierda. Encima tengo el fantasma de mi viejo todo el tiempo encima mío. Te juro que no puedo más.
Zaira- Mira Pau, respecto a él, lo conocí hoy, pero me pareció muy buen tipo, en serio y no creo que se banque todo esto sin amarte, o pensando en que algún día va a dejarte, y lo que me dijo cuándo se fue, que sé que lo escuchaste (Sonreí) sonó muy sincero. No sé Pau, yo sé que estás acostumbrada a que todos te dejen o te abandonen, pero quizás sea él la excepción de la regla de tu vida. ¿O no?
Paula- Ojala amiga. Te juro que es el único que me hace sentir viva, y lo amo como a nadie. (Sonó mi celular y era un mensaje de él) Parece que sabe que estamos hablando de él. (Reí)

“Te extraño! Estás mejor”
“Sos tan tierno! Yo también, me acostumbre a dormir con vos! Mmm… no sé, acá estoy con la psicóloga, jaja”
“Las dejo tranquis entonces, igual no voy a apagar el celu. Hasta mañana hermosa, descansa. Te amo, nunca lo dudes”
“Te amo bonito, muchísimo! Gracias por estar siempre para mí”

Paula- (Deje mi celular en la mesita de luz) En serio que no podría sin él.
Zaira- No pienses a futuro gorda, pensa en el hoy.
Paula- Mi hoy me deprime, demasiado. El tratamiento no funciona en mí. Te juro que le pongo toda la voluntad, pero no puedo.
Zaira- Pau, no es algo que vayas a hacer de un día para el otro.
Paula- Ya lo sé, te juro que lo sé. Pero siento que no avanzo. Son contadas con los dedos de una mano las veces que me pude parar yo sola. Si no, suele hacerlo él, y me pongo demasiado violenta y lo trato para la mierda.
Zaira- Pero vas a ver que eso se va a terminar pronto amiga.
Paula- Eso es lo que intento creer…
Zaira- Confia en que va a ser así. (Y yo deje caer mi cabeza en la almohada, escondiendo mi cara en ella, comenzando a llorar. Ya qué estaba boca abajo, apoyada sobre mis codos) Pau… (Poso su mano en mi espalda)
Paula- Es todos los días volver a empezar, y es todos los días terminar fallando, fallándome. Es todos los días tener miedo de no poder salir nunca de acá, es miedo de perderlo. Todos los días.
Zaira- (Me abrazo por la espalda, acostándose a mi lado) Llora y descarga todo lo que necesites amiga, yo estoy con vos. (Dijo acariciando mi pelo y yo lloraba cada vez más)

No sé cuánto tiempo pasó, pero las lágrimas que había llorado eran infinitas. Zai había ido a buscarme un vaso de agua a la cocina y yo me senté en el colchón, apoyando mi espalda contra la pared.

Zaira- (Entró y cerró la puerta) Toma Pau. (Me dio el vaso y se sentó a mi lado)
Paula- Gracias. (Tome un poco y respire hondo)
Zaira- ¿Estás un poco mejor?
Paula- Creo. Gracias por bancarme amiga.
Zaira- ¿Cómo no te voy a bancar gorda? Sos mi hermana.
Paula- Te quiero mucho Zai.
Zaira- Te quiero hermosa. (Y nos abrazamos)

Finalmente le pedí por favor que cambiemos el rumbo de la charla y ella comenzó a contarme sobre sus viajes en Europa… Y cuando el sol comenzó a entrar por la persiana, nos quedamos dormidas.

Al día siguiente, ensayábamos a la tarde, y luego nos fuimos a la casa de Pepe, ya que me quedaría allí hasta el día siguiente. Después de bañarse, Pepe se había quedado dormido en su cama y yo me fui a bañar.

Estaba angustiada de nuevo. Sí, de nuevo. Como todos los malditos días. Sin intención de hacerlo, mientras me duchaba mis ojos comenzaron a despedir lágrimas (Como si los pobres no estuviesen acostumbrados a aquello).
Me duche rápidamente, necesitaba salir de aquel ámbito antes de volver a hacerlo, necesitaba salir del baño. Seque mi cuerpo torpemente y me vestí, no sé cómo.
Pose la mano en el picaporte y antes de arrepentirme, salí. Pero al entrar al cuarto me cegué, y volví a correr al baño, llevándome puesto un silloncito, por lo cual hice mucho ruido y lo desperté, pero yo seguí mi camino.

Pedro- Pau… (Se levantó y me siguió. Tomándome de la mano antes de que abra la puerta)
Paula- ¡Dejame Pedro! (Dije gritando e intentando que me suelte, pero no lo podía lograr)
Pedro- No Paula, no vas a hacer nada. (Dijo tomándome la mano más fuerte)
Paula- No, dejame. (Grite más fuerte ante la necesidad de hacerlo, pero ya venciéndome)
Pedro- Mi amor. Mirame. (Hizo que lo mire, tomándome de mi cara) Vos podes no hacerlo mi amor, vos podes. Dale. (Tomo mi otra mano) Pau, vos podes. (Y no podía responder nada, solo me deje caer, con mi espalda apoyándose en la puerta, hasta terminar sentada en el suelo. Llorando, abatida, con miedo, con pánico. Él solo se sentó a mi lado y me abrazo contra su pecho) Sh… Tranquila bonita. (Beso mi frente y se dedicó a acariciar mi espalda por un largo rato, pero yo no podía dejar de llorar. No sé cuánto tiempo paso exactamente, pero creo que ya no me quedaban lágrimas)
Paula- Gracias. (Dije casi sin voz)
Pedro- No agradezcas nada. (Me abrazo aún más fuerte) ¿Estás mejor?
Paula- Sí…
Pedro- ¿Por qué me mentís? (Hice un gesto de “No sé” con mis hombros y me levante, para ir a la cocina a servirme un poco de agua y él me siguió) Hey no te escapes.
Paula- ¿No te parece que ya hiciste demasiado por mí?
Pedro- No empieces amor… Mira cómo estás. ¿Me vas a necesitar que no necesitas un abrazo? (Negué con mi cabeza) Paula, no seas infantil.
Paula- ¿Me dejas sola?
Pedro- No, no pienso hacerlo.
Paula- Entonces me voy yo. (Y me dirigí a la puerta, pero él me paro)
Pedro- No te vas a ir…
Paula- Pedro.
Pedro- ¿Qué?
Paula- En serio… (Dije volviendo a quebrarme)
Pedro- ¿En serio que no queres que te abrace? Es imposible creerte.
Paula- En serio que no quiero seguir jodiendote.
Pedro- Paula. ¿Cuándo vas a entender que no me jodes? (Dijo algo enojado) ¿Cuándo vas a entender que te amo y que quiero estar con vos cuando me necesitas? ¿Qué quiero acompañarte? ¿Cuándo vas a entender que no molestas? (Dijo gritándome)
Paula- ¿Me dejas irme?
Pedro- No Paula, no. No te comportes como una nena.
Paula- Eso es lo que soy, y lo sabes.
Pedro- Paula…
Paula- ¿Qué? Necesito más atención que Valentina. (Dije con los ojos llenos de lágrimas) Y vos no te mereces esto para tu vida Pedro, te mereces una mina que te haga feliz, que te devuelva lo que vos das. Porque sos un hombre que vale oro. ¿Sabes? Y aunque yo me muera del dolor, sé que dejarte libre va a ser lo mejor que puedo hacer por tu felicidad.
Pedro- ¿Cuándo vas a entender que vos sos mi felicidad Paula? Vos y solo vos. Me duele que me digas esto.
Paula- Y a mí me duele condenarte a esta mierda en la que estoy.
Pedro- No me condenas a nada, yo elijo estar con vos, yo. Porque lo siento, porque es lo que quiero hacer. Y estoy seguro de eso.
Paula- ¿Estás seguro de que vas a querer bancarme estos ataques toda la vida?
Pedro- Estoy seguro de que esto no va a ser de por vida, y sí así lo fuese, también estaría seguro de bancármelo.
Paula- No podes ser real Pedro, te juro que intento creerlo, pero no puede ser. En algún momento te vas a cansar de mí, por más amor que sientas por mí, y prefiero que la cortemos ahora a que sea más adelante…

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no hay mucho para decirrrrrr ;) ojala les guste