miércoles, 19 de junio de 2013

Capítulo 88

Pedro- Se lo quiero contar ya a Tomi… (Dijo sentándose a mi lado en el sillón)
Paula- (Sonreí) Yo también mi amor, pero tenemos que ir primero al médico.
Pedro- Sí, lo sé… Es muy chiquito, y no va a saber esperar.
Paula- Voy a llamar, porque necesito que me digan que está todo bien…
Pedro- ¿Sabes a dónde llamar?
Paula- Sí, a la médica a la que fuimos… Al menos ahora. ¿Vos venís conmigo?
Pedro- Eso no me lo tenes que preguntar, nunca. Te voy acompañar a todos lados.
Paula- (Besé su mejilla) Gracias.
Pedro- Sh… (Posó su dedo índice en mis labios y yo sonreí)
Paula- No lo puedo creer, es como si estuviese volando…
Pedro- ¿Puedo volar con vos?
Paula- (Reí) Te hablo en serio Pepe, es como que quiero caer en la realidad y no puedo.
Pedro- Date tiempo amor, yo tampoco caí eh.
Paula- Pero quiero disfrutarlo, lo espere tanto…
Pedro- (Tomó mis manos) No te enrosques con cosas sin sentido mi amor… (Besó mis manos) Es normal que todavía no caigas.
Paula- (Suspiré y lo abracé) Hago planteos muy pelotudos. ¿No? (Pregunté riendo)
Pedro- Puede ser, pero me das mucha ternura.
Paula- (Me separé un poco de él) Sí me pongo muy insoportable parame, de verdad. No me voy a enojar.
Pedro- (Me besó) Estás feliz, y yo también lo estoy, muy. Es lo único que importa.
Paula- (Rosé mi nariz con la suya) Tengo ganas de gritárselo a mundo.
Pedro- Cuando quieras, mientras lo hagamos juntos.
Paula- Te amo mi amor… Muchísimo. (Lo besé) Y gracias, sin vos esto no sería posible.
Pedro- Te amo hermosa… Y gracias a vos, porque empezamos a vivir todo juntos, y no sabes lo bien que me hace saber que estamos juntos.
Paula- Siempre, mientras más encima mío… O nuestro. (Sonreímos) Estés, mejor.
Pedro- Gracias.
Paula- No tenes nada que agradecer, es un bebe de los dos. Es nuestro hijo. (Y qué raro sonaba decirlo… Pero que hermoso. Inevitablemente mis ojos se llenaron de lágrimas y mi piel se erizó) Está adentro mío por algo natural, biológico, pero es tan hijo mío como tuyo, y tenes todo el derecho de vivir todo como yo.
Pedro- La vida nunca me hubiese podido unir a una mujer tan inmensa como vos. (Me besó) Me duele no haber podido vivir todo con Tomi, por eso quiero y necesito vivirlo ahora, más que cualquier papá normal. (Y sus ojitos se llenaron de lágrimas)
Paula- Primero, que ninguno de los dos somos normales. (Reímos) Y segundo, todo lo que te digo es por eso mi amor. (Besé su nariz) Primero, no llores… Y segundo, veni, dame la mano. (Tomé su mano y la posé en mi panza) Te amamos. ¿Sabes?
Pedro- (Sonrió y me besó) Yo también los amo, muchísimo. (Volvió a besarme y le insinué que se acerque a mi panza, él volvió a sonreír y yo levanté mi remera… Besó suavemente mi panza y yo sonreí, también reí, me hacía cosquillas)
Paula- (Acaricié su pelo y acomodé mi remera) No te olvides de nada de lo que te dije recién, por favor.
Pedro- (Se acercó a mi cara y me besó) Gracias… (Sonreímos y nos besamos)


Tres días después, estaba en la médica. Con Pedro.

Después de varios estudios, con ecografía incluida… (Y a pesar de ello seguía sin caer) Nos confirmó el embarazo, me dijo que estaba todo perfecto, pero que tenía que cuidarme, por todo lo que me había pasado, y que ya casi estaba entrando en la semana doce.

Pedro- ¿Se lo podemos contar al enano entonces? No aguanto más.
Paula- (Sonreí) Lo buscamos y se lo contamos. ¿Queres?
Pedro- Sí… (Sonreímos y nos dimos un beso. Caminamos hasta el auto y antes de arrancar él me miró y me dijo) ¿Viste que tenías que tener fé? (Sonreí y posé mis manos en mi panza)

Pasamos a buscarlo a Tomi por la escuela y fuimos a casa, comimos y la ansiedad me estaba matando. (Y sabía que esta vez ocurría lo mismo con Pedro)

Levanté la mesa, lavé los platos mientras Pedro los secaba y le pedimos a Tomi que nos acompañe al cuarto.

Yo me recosté sobre el respaldo de la cama, con mis piernas estiradas, y Pepe estaba sentado, frente a mí. Tomi llegó y saltó sobre la cama, Pepe y yo reímos.

Pedro- Con cuidado Tomi.
Tomás- Solo salté. ¿Me dicen que pasa?
Pedro-  (Suspiró) ¿Vos te acordas lo que le preguntaste a Pau en el campamento?
Tomás- Sí…
Paula- ¿Qué me preguntaste?
Tomás- Cuándo ibas a tener un hermanito mío en tú panza.
Paula- Bueno…
Pedro- Emmm…
Tomás- ¿Qué pasa? ¿Está ahí adentro? (Preguntó con una sonrisa, yo asentí con mi cabeza, sonriendo también)
Pedro- Sí hijo…
Paula- Estoy embrazada Tomi.
Tomás- ¿En serio?
Pedro- Sí enano. Vas a tener un hermanito…
Paula- O hermanita… (Y Tomi no dijo nada, solo se acercó a mí y le dio un beso a mi panza)
Tomás- ¿Me escucha?
Paula- Obvio mi amor… (Acaricié su pelo)
Tomás- Hola hermanito… (Tocó mi panza, yo subí mi vista y noté los ojos llorosos de Pepe y le sonreí. Él se acercó a nosotros, se acostó a mi lado y besó mi mejilla)
Pedro- ¿Te gusta que sea así?
Tomás- Me encanta papi. (Yo sonreí y cerré mis ojos y los abracé a ambos)


Era de noche, bah, de madrugada… Para ser más exacta, las tres y media, o al menos eso marcaba el reloj cuando mis ojos se abrieron.

Sonreí al ver a Pepe a mi lado, abrazándome, con su mano en mi panza. Pero, con cuidado de no despertarlo, la quite de allí y salí de la habitación, necesitaba pensar un poco, y no quería molestarlo.

Caminé, lentamente, por el pasillo…

Era muy loco y difícil de creer, de un día para el otro, de un segundo para el otro, la vida te cambia. Y por completo, es como si el ayer no existiese, como si ahora el presente pesara más que todo.

¿Cómo creer o cómo darme cuenta de que dentro de mí alguien estaba naciendo? ¿Cómo comprender que ahí, en mi panza, existía alguien súper indefenso que dependía totalmente de mí? ¿Cómo entender que ahí adentro crecía lo más puro?

Suspiré y me senté en el sillón. Estiré mis piernas, apoyando mis pies en el sillón de enfrente y me tapé con una manta que había allí…

Lo imaginaba, lo pensaba y no… No podía creerlo, no podía creer que una vez la vida me había regalado algo, y ese regalo era lo más lindo del universo.

Tanto llorar, sufrir y hasta querer hacerme mierda durante tantos años. Recién ahora podía darme cuenta que nada de eso había tenido sentido, pero nada puede ser cambiado. El pasado es pasado, y allí estará, siempre…

Una lágrima se escapó al pensar en todo eso, pero una enorme sonrisa se dibujó en mi cara, opacando completamente aquella lágrima. Estaba feliz, inmensamente feliz, con el hombre que amo, con el hombre que me salvó, y esperando a nuestro primer hijo, aquel por el que tanto lloramos, por el que tanto sufrí. Pero, hoy era un hecho, él existía dentro mío y no necesitaba nada más, o en realidad, sí… A Pepe, a mi lado.

Cerré mis ojos y a los segundos sentí que él se sentaba a mi lado.

Paula- Justo estaba pensando en que lo único que me faltaba era vos al lado mío, abrazándome.
Pedro- (Besó mi mejilla y me abrazó por el costado) ¿Pasó algo?
Paula- No, solo pensaba… Me vine acá para no despertarte, pero te desperté igual. Perdón.
Pedro- No importa… ¿Volvemos a la cama o vas a seguir pensando?
Paula- (Reí) Solo intentaba asimilarlo… Pero volvamos, tengo sueño.

Volvimos a la cama, abrazándonos, y allí nos dormirnos.

3 comentarios: