miércoles, 12 de junio de 2013

Capítulo 81

Me desperté cuando sentí que él bajó la sabana hasta mi cintura, yo estaba boca abajo y abrazaba la almohada. Recorrió con besos toda mi espalda desnuda, luego mi cuello y corrió el pelo de mi cara. Yo sonreí.

Pedro- Buen día amor.
Paula- Buen día… (Dije abriendo mis ojos) No sabes lo lindo que es despertarse así. (Acarició mi espalda de punta a punta con su dedo y me estremecí) Me volves loca. Sabelo.
Pedro- Me gusta hacerlo.
Paula- (Sonreí) ¿Qué hora es?
Pedro- Las diez.
Paula- Entonces para la moto porque tengo que dar clases a las once y media.
Pedro- Es que sos irresistible mi amor.
Paula- Mmm… Me podes ayudar a bañarme si queres. (Dije sintiendo mis mejillas arder)
Pedro- Me encantaría señorita tomate. (Reímos)
Paula- No me burles.
Pedro- No, no te burlo… Es que me das mucha ternura. (Sonreí y él me besó)

Caminé rumbo al estudio y después de dar la clase pasé por el supermercado, para variar, escaseaba la comida en la casa de Pepe.

Pedro- Amor… (Gritó desde el cuarto)
Paula- ¿Qué?
Pedro- Nada, que vengas. Te extrañé.
Paula- (Sonreí y corrí hacía él) Sos tan tierno. (Lo besé, tomándolo por sus mejillas. Él me aferró a su cuerpo tomándome por la cintura)
Pedro- Te extrañé en serio.
Paula- Aiaiaiai… (Dije y volví a besarlo) ¿Y Tomi?
Pedro- Tenemos una sorpresa para vos con Tomi, está en su cuarto.
Paula- ¿Sorpresa? Como me tenes con la ansiedad eh.
Pedro- Sh, no se queje señorita, y venga conmigo.

Fuimos al cuarto de Tomi y él estaba en medio de bolsos, bolsas de dormir y una carpa.

Pedro- Nos vamos de campamento los tres juntos. (Dijo abrazándome por la espalda)
Paula- ¿En serio?
Tomás- ¡Sí!
Paula- Están locos.
Pedro- ¿Qué? ¿No te gusta la idea? Vamos a un camping, es seguro.
Paula- Me encanta… Solo que me da un poco de nostalgia, pero me encanta. De verdad.
Pedro- (Besó mi mejilla) ¿Segura?
Paula- Sí mi amor.

Estábamos en el auto de Pepe, rumbo a aquel camping, el cual estaba bastante alejado de la ciudad. 

La radio sonaba, Tomi dormía, Pepe y yo tomábamos mate. (Beneficios de que la familia de Pepe esté allá y nos mande yerba)

Pedro- ¿Puedo preguntar por qué la nostalgia?
Paula- Porque cuando todavía éramos una familia, o algo así, íbamos a un camping con mis viejos, y algunas veces con Valen de bebe… (Suspiré) Pero la primera vez que los escuché pelear fue ahí, en ese lugar, y desde esa vez nunca quise volver a un lugar así, me acuerdo de estar en la carpa con Valen que lloraba por los gritos, y yo intentando contenerla, llorando también, se decían cosas muy feas… Y bueno, por eso. (Volví a suspirar) Pero esta vez va a ser distinta.
Pedro- (Posó su mano en mi pierna y me miró, sonrió y yo le sonreí) Te lo prometo.

Armar la carpa fue más complicado de lo que creíamos, pero lo logramos, dejamos el bolso allí, junto con las bolsas de dormir, Tomi y Pepe se fueron con una pelota de futbol y yo luego de sacarle algunas fotos me tire un rato en el pasto, a llenarme de paz. El lugar era hermoso.

Preparé unos sándwiches para cenar, ya que habíamos traído una heladera con fiambre para ello, y después de comer, estábamos los tres adentro de la carpa, por suerte no a oscuras, el camping estaba bien iluminado. Pepe y yo enfrentados, con nuestras piernas estiradas, y Tomi acostado, con su cabeza sobre mi falda.

Tomás- Pau… (Tocó mi panza) ¿Cuándo va a haber un hermanito mío acá? Ya me aburrí de estar solo. (Pude ver que Pepe sonrió, y me contagió la sonrisa a mí)
Paula- ¿En serio te gustaría tener un hermanito?
Tomás- Sí Pau, para jugar, y para cuidarlo… Porque voy a ser su hermano mayor.
Pedro- Dentro de poco vas a tener un hermanito Tomi…
Paula- (Acaricié el pelo de Tomi y él quitó la mano de mi panza) ¿Lo vas a cuidar mucho?
Tomás- Muchísimo. (Sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas de tan solo imaginarlo, y por todo lo que es implicaba. Baje mi mirada, intentando disimularlo pero, Pedro me conocía demasiado, acarició mi pierna y yo le sonreí)
Pedro- No llores… (Me dijo moviendo sus labios)
Paula- Te amo. (Respondí del mismo modo y él hizo un corazón con sus manos, sonreí y le tiré un besito, él hizo que lo agarraba y posó esa mano en su corazón. No puedo amarlo tanto)

Tomi se quedó dormido y con cuidado de no despertarlo lo metimos dentro de la bolsa de dormir, y luego lo tapamos con una manta.

Pepe me invitó a salir un rato de la carpa, y eso hicimos. Él estaba sentado contra un árbol y yo sobre sus piernas, con las mías estiradas y mi espalda reposada sobre su pecho.

Él posó sus manos en mi panza y yo quise sacarlas, pero él no me dejó.

Pedro- Tenemos que cumplirle el deseo a Tomi mi amor…
Paula- Y a nosotros. (Suspiré) Pero… Ahora no hacen falta tus manos ahí.
Pedro- Pero algún día sí.
Paula- Pero ahora no, me hace mal Pepe.
Pedro- Mi intención no es hacerte mal, y lo sabes… (Besó mi mejilla y ahora me abrazó por mi panza, quitando sus manos de allí) Pero tampoco da que llores cada vez que tocamos el tema.
Paula- Soy muy sensible, no puedo controlarlo.
Pedro- Tenes que aprender a controlarlo mi amor.
Paula- Perdón si soy muy llorona.
Pedro- No me tenes que pedir perdón tonta, te digo que aprendas a controlarlo por vos, vas  a estar mejor.

Yo suspiré y me acomodé sobre él, apoyado ahora mi cara en su pecho. Él me abrazó por la cintura y yo suspiré, otra vez, cerrando mis ojos.

Pedro- Te amo mucho. ¿Sabes? Así, como sos…
Paula- Yo también te amo, con locura. (Sentí que besó mi cabeza y después de un rato de estar allí comenzó a hacer frío, asique entramos a la carpa, dispuestos a dormir, pero no lo lograba hacer sin que me abrace) Amor… (Dije susurrando)
Pedro- ¿Qué pasa Pau?
Paula- No puedo dormir sin sentirte al lado mío.
Pedro- Ai, no podes ser más linda… (Sonreí) Veni… (Yo me acerqué a él, arrastrándome, lo cual provocó una risa en ambos)
Paula- Bueno, no me acordaba de lo que era estar hecha una morcilla acá adentro. (Volvimos a reír y él me besó)
Pedro- Morcilla, veni para acá… (Dijo acercándome más a él, mientras yo reía. Me abrazó haciendo cucharita y acarició con su nariz mi nuca, luego me besó. Yo cerré mis ojos, con una sonrisa) ¿Mejor?
Paula- Mucho mejor… Qué descanses mi amor.
Pedro- Vos también bonita. (Besó mi nuca por última vez) Te amo.
Paula- Te amo.

Intenté dormirme, juro que lo intenté… Pero, sinceramente no podía.

Con cuidado, salí de la carpa, envuelta en una manta, ya que hacía frío y caía rocío, y me senté frente al arroyo que había en el lugar.

Estaba amaneciendo, y mi mente no dejaba de reflexionar.


2 comentarios: