jueves, 25 de abril de 2013

Capítulo 32


Más tarde, Valen se había dormido, pero yo no lograba hacerlo. Salí de su cuarto y volví al de mamá…

Paula- ¿Despierto?
Pedro- Sí, hace un rato me desperté y me di cuenta que no estabas, pero como te escuché hablar con Valen, bah, escuché ruido, no quise molestar.
Paula- No molestabas igual… (Dije acostándome a su lado) Y molestarías menos si me recetas algo mágico para dormirme.
Pedro- ¿Para dormirte o para que te pare la cabeza?
Paula- Ambas. Anoche tampoco dormí nada, no puedo más. La siestita no alcanzó.
Pedro- Veni… (Dijo abrazándome contra su pecho)
Paula- (Suspiré) Tengo mucho miedo.
Pedro- Con el miedo no llegas a nada Pau.
Paula- Lo sé, pero no lo puedo controlar.
Pedro- (No dijo nada, solo me tapó y apoyó su mentón sobre mi cabeza, comenzando a acariciar mi espalda) Tranquilizate y descansa. Te va a hacer bien.
Paula- Te amo Pepe… (Dije y cerré mis ojos, abrazándolo. Aferrándome a él)
Pedro- Te amo hermosa…

A la tarde siguiente, fuimos al estudio y nos propusieron dirigir coreográficamente la próxima comedia musical que presentarían, un desafío pero que la verdad nos interesó, sobre todo porque los ensayos arrancarían dentro de semanas, y de solo pensar lo que me va a tocar pasar, está bueno (dentro de lo que es) no tener que venir acá y laburar.

Más tarde, fuimos con Pepe y Tomi a averiguar a distintas escuelas, y después de pensarlo algunos días, bah, en realidad lo pensó él, decidió anotarlo en la misma escuela a la que va Valen.

-

Era la noche anterior a ir al médico, y el estado de Pau era indescriptible, solo sabía que tenía que estar con ella… Aunque ¿La verdad? Yo también estaba algo preocupado y angustiado, entre los dos no hacíamos ni media.

Paula- Voy a preparar algo para comer… (Dijo y se levantó)
Pedro- Yo no tengo hambre Pau.
Paula- Yo tampoco. Pero Tomi seguro que sí.
Pedro- Calentale lo que sobró de anoche, no te preocupes.
Paula- Deja que le pregunto a él.
Pedro- Pau…
Paula- Dejame, necesito despejarme.
Pedro- Está bien… (Suspiré y dejé caer mi espalda sobre el sillón)

Tomi comió, en compañía de Pau y yo seguía en la misma posición, con mis piernas sobre el sillón de enfrente, pensando, o algo así. No sé.
Pau lo acompañó a dormir, pero nunca volvió, asique, me levanté y fui a buscarla. La encontré en mi cuarto, a oscuras… Llorando.

Pedro- Pau. ¿Puedo pasar?
Paula- Emm… Si tenes ganas de bancarme así, sí.
Pedro- (Caminé hacía la cama y me arrodillé frente a ella, prendí la luz y corrí el pelo de su cara) ¿De qué te sirve estar así si todavía no sabemos nada?
Paula- Te pregunto lo mismo a vos, aunque no llores, sé que te sentís como yo. Y me puede que te hagas el fuerte, pero tus ojitos hablan por vos… Y eso me angustia más, no quiero decepcionarte.
Pedro- (Tomé su mano y deje caer una lágrima) No me decepcionarías.
Paula- Sí Pepe… ¿Qué clase de mujer no puede darle un hijo al amor de su vida? (Dijo con bronca y con angustia)
Pedro- Para mi amor… No sabemos nada todavía.
Paula- Yo sí lo sé.
Pedro- ¿Sos médica?
Paula- No.
Pedro- ¿Entonces?
Paula- No sé. No sé ni lo que siento, ni lo que digo. No sé si lloro por miedo, por bronca, por angustia, por culpa o por qué carajo. (Me acosté a su lado, quedando enfrentado a ella) Siento que mañana no voy a poder ir a ningún lado…. Que no voy a poder hacer nada.
Pedro- ¿Vos queres seguir así?
Paula- No, no puedo más así…
Pedro- Entonces vas a ir, vamos a ir.  (Suspiró) Y ahora descansas antes de morir deshidratada, o de tanto darte máquina. (Apoyó su cabeza en mi pecho y yo agarré las mantas que estaban a mi lado y nos tapé, abrazándola)
Paula- Te deberías ganar un premio por haberte enamorado de una mujer tan complicada.
Pedro- (Reí) Me enamoré de la mejor mujer de la que me pudiera haber enamorado. El único problema es que no me gusta verla triste, y que muchas veces deseo que no todo en su vida, o en la nuestra, sea tan complicado… Pero es lo que nos tocó y hay que pasarlo, seguro que después de tantas cosas feas se viene algo hermoso.
Paula- Enseñale ese optimismo a esa mujer, porque no lo tiene.
Pedro- ¿Cómo?
Paula- Si supiera… (Dijo y suspiró. Sentí que él comenzó a masajear mi nuca y yo cerré mis ojos) Lo peor de todo es que mañana no me van a decir nada.
Pedro- Capaz que sí. Tranquila, que ahora todo esto no te sirve de nada. (Apagué la luz) Descansa…
Paula- Lo veo imposible.
Pedro- Sh… (Dije y comencé a mimarla, acción que repetí durante demasiado tiempo)
Paula- Lo del premio ya lo digo en serio.
Pedro- (Sonreí) Al menos ya no lloras. Surge efecto.
Paula- No podes ser tan lindo, ni tan tierno. (Besó mi cuello) Te amo mi amor.
Pedro- Te amo hermosa. (Besé su frente y ella volvió a acomodarse sobre mí, y después de otro largo rato, por fin, se durmió)

Al día siguiente, después de llevarlo a Tomi al jardín, al cual, por suerte, se adaptó súper rápido, volví a casa y preparé un desayuno, lo dejé en la bandeja y fui al cuarto. La bandeja en la cómoda y yo acostado a su lado, acariciando suavemente su espalda, con mi cara a centímetros de la suya.

Pedro- Buen día… (Susurré cuando sentí que su respiración cambió, se había despertado)
Paula- Hola. (Respondió desganada y yo la besé)
Pedro- Buen día…
Paula- (Sonrió) Buen día.
Pedro- Ahora me gusta más… (Acaricié su mejilla) Preparé el desayuno, y antes de que me digas que no, ayer no cenamos, asique vamos a desayunar.
Paula- Prefiero empezar el día comiendo, y no llorando.
Pedro- ¿Te contagié un poquito el optimismo?
Paula- Puede ser…
Pedro- Capaz fue el poder de todos mis mimos.
Paula- Puede ser… (Dijo y acarició mi mejilla) Gracias por siempre saber cómo tranquilizarme.
Pedro- Nada que agradecer. (Volví a besarla) ¿Desayunamos?
Paula- Dale.

-

Me sentía al borde del abismo, a punto de caerme. Me sentía flotando en el medio de la angustia, del miedo.

Mis pasos eran inestables, lo sentía, lo sabía. Y así estaba yo, inestable, y podría definirme así porque no sabía cómo explicar todo lo que me pasaba por la mente, y por el corazón.

Como para variar un poco, retraso de una hora y un poco más… ¿Cómo soporto tanta espera? ¡No puedo más! Nos alejamos de toda la gente, sentándonos en el suelo, en un costado, contra la pared.

Paula- Exlicame como hago para aguantar una hora y media más.
Pedro- Si lo supiera, te diría. (Tomó mi mano) Yo también quisiera saberlo.
Paula- (Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro) Siento que en cualquier momento caigo al vacío.
Pedro- Sh… (Tomó más fuerte mi mano) No te dejaría caer.
Paula- Te amo.
Pedro- Te amo. (Y nos besamos)

2 comentarios:

  1. Pedro es increíble, amo cómo la contiene a pesar de su propia incertidumbre! no veo la hora q le digan a Pau si va a poder ser mamá! pero me supongo q no va a ser nada fácil... :( A esperar!

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  2. ayyy ojala si puedan tener un hijo!!!

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