Capítulo 22

Me levanté bastante temprano, y volver a conciliar el sueño era imposible. Me senté al borde de la cama y sentí que ella se movió.

Paula- Pepe… (Dijo súper dormida)
Pedro- (Me di vuelta para acariciar su cabeza) Seguí durmiendo amor, es muy temprano.
Paula- Entonces vos también amor.
Pedro- Estoy desveladísimo.
Paula- Pero no te vayas… Dale, veni. (Sonreí y volví a  acostarme en su lado, ella se acomodó a mi lado y luego de posar su mano contra mi pecho comenzó a besar mi cuello) No soporto más verte así… (Susurró en mi oído y yo sonreí, dando una vuelta, quedando sobre ella y ahora siendo yo quien besaba su cuello mientras ella jugaba con el pelo de mi nuca)
Pedro- Te amo mucho… Mucho.
Paula- Te amo gordito. (Y yo me acomodé sobre ella, mientras ella me mimaba) Amor… ¿Vos sos consciente de que pesas un poquito, no?
Pedro- (Reí y corrí mi cuerpo, pero no mi cabeza) Dejame quedarme así.
Paula- (Besó mi cabeza) Descansa amor. (Dijo comenzando a acariciar mi  pelo)

Al día siguiente encontré su respuesta e intentando contenerme la llame a mi hermana, sí a Lu, la que me salva desde que Pau se fue y Florencia me dejo a mi hijo, la que me contiene, me ayuda y siempre está conmigo. Necesitaba que se lo lleve a Tomi, para que ésta mina venga a casa.
Le conté todo lo que pasó y si por favor podía venir a buscarlo, y accedió, mientras yo charlaba con ella, Pau jugaba con Tomi en su habitación, a modo de distracción.

Pedro- Enano… La tía te invitó a su casa. (Dije intentando sonar animado)
Tomás- ¿Hasta mañana?
Pedro- No sé… Si vos queres, preguntale. Yo no tengo problema en que te quedes…
Tomás- ¿La puedo llamar?
Pedro- Sí, veni… (Me fui con él y después de marcarle el número lo deje solo en el living y necesité buscar a Pau, necesitaba su abrazo) Va a venir acá…
Paula- (Se separó un poco de mí) ¿Hablamos cuando Tomi se vaya?
Pedro- Mejor. (Me besó y en ese momento volvió Tomi)
Tomás- ¡Me dijo que sí! (Dijo con una sonrisa la cual me contagió, tenía una relación muy linda con todos sus tíos, pero con Lu era especial, y amaba a sus primos. Pau lo ayudó a armar su mochila y lo llevé a la casa de mi hermana)

Cuando volví a casa Pau corrió a mí y nos abrazamos…

Paula- ¿A qué hora viene?
Pedro- Dentro de un rato, no sé, me dijo después de las cinco. (Suspiré y me separé un poco de ella) Quedate, por favor.
Paula- Pero…
Pedro- Quedate, te necesito.
Paula- (Suspiré) Me quedo. (La besé)
Pedro- Gracias.
Paula- (Ella desacomodó mi pelo) Tranquilo. ¿Sí?
Pedro- Eso intento, pero es complicado. Nunca, nunca pensé que esto iba a pasar Pau.
Paula- Como tampoco pensabas, o pensábamos que nos íbamos a reencontrar… Pero todo pasa por algo amor, y si esto pasa, tiene un por qué, que quizás hoy no lo puedas ver, pero que con el tiempo se lo vas a encontrar. (Hizo una pausa) Hacelo por Tomi, tenes que solucionar esto por vos, y por él, es una herida abierta que algún día van a necesitar cerrar, y capaz el día sea hoy. (Yo no dije nada, solo la abracé) Nadie te va a sacar a tu hijo mi amor, nadie.
Pedro- Eso espero….
Paula- (Se separó un poco de mí, tomándome por la nuca) Pensa en positivo, habla con ella desde un lugar conciliador… Capaz ella cambió y en serio quiera hacerse cargo de su hijo.
Pedro- Pero… ¿Tomi? Me da miedo.
Paula- ¿Miedo de qué?
Pedro- De como pueda llegar a reaccionar.
Paula- Eso es algo que no podes saber, ahora tenes que preocuparte u ocuparte de charlar con Florencia. (Y en aquel momento sonó el timbre)
Pedro- Es ella.
Paula- Tranquilo, que no va a pasar nada que vos no quieras. Y acá lo único importante es Tomi.
Pedro- Quedate acá, por favor. (Dije tomando su mano)
Paula- Yo estoy con vos. (Me besó)
Pedro- ¿La haces subir? Por favor. (Dije temblando y ella asintió con su cabeza)
Paula- Tranquilo. (Se acercó al portero) Hola…
Florencia- ¿Pedro?
Paula- No, su… Novia. (Dije dudosa y Pepe sonrió) ¿Florencia?
Florencia- Sí. (Dijo de mala gana y yo le abrí)
Pedro- Te amo novia. (Dije y la abracé por la espalda y yo sonreí) Gracias por estar acá conmigo.
Paula- Te amo. (Besó mi mejilla y yo no pude soltarla hasta que el timbre sonó, sin decir nada me acerqué a la puerta y posé mi mano en el picaporte, luego de suspirar abrí la puerta y tomé fuerzas para mirarla)
Pedro- Hola… (Dije abrumado)
Florencia- Hola. (Dijo) ¿Puedo pasar? (Asentí con mi cabeza y ella entró, luego yo cerré la puerta) ¿Podemos hablar a solas? (Preguntó mirando a Paula)
Pedro- No, ella se queda.
Florencia- Pero…
Pedro- Pero nada. Es mi casa.
Paula- Pepe, yo me puedo ir.
Pedro- No Pau, necesito que te quedes. (Dije súper nervioso y nos sentamos los tres en el living, Pau y yo en un sillón de dos cuerpos, y ella en frente nuestro. Sinceramente, no podía creer que la situación en la que estaba, no sabía que decir, ni que hacer. No sabía nada, me sentía flotando en el medio de la mismísima nada. Pau tomó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos y yo suspiré) ¿A qué viniste? ¿Qué buscas?
Florencia- Conocerlo… ¿Él no está acá, no?
Pedro- No, no está. Y no sé si él está preparado para que eso pase.
Florencia- ¿Él o vos?
Pedro- Él nena. Vos no te das una puta idea de lo mucho que sufre ese nene porque vos lo abandonaste. ¿Sabes lo que es lo que tu hijo llore todos los días porque no tiene una mamá como todos los nenes? (Dije con lágrimas en los ojos) ¿Qué te pregunto? ¡Si es obvio que lo sabes! Porque no tenes la más puta idea de lo que es tener un hijo, de lo que es dar tu vida porque él esté bien. ¡Lo dejaste tirado como a un perro con tres días de vida! ¡Tres! ¿Lo entendes a eso? Te juro que no entiendo como mierda te da la cara para venir así como así. No entiendo como no te mató la culpa, no entiendo cómo carajo lo hiciste. ¿Cómo podes tener el corazón tan de piedra? ¿Cómo todas las noches pudiste dormir como si nada? ¿Cómo mierda no te preguntaste como estaba él? ¿Cómo no te arrepentiste? ¿Cómo carajo fue que quisiste abortar? ¡Quisiste matar a tu propio hijo! ¿Lo entendes a eso? (Pau tomaba cada vez más fuerte mi mano, miraba hacia abajo, llorando, igual que yo. ¿Ella? ¡Ni una puta lágrima!) Explicame cómo es que no se te cae una reverenda lágrima nena.
Florencia- Quiero conocerlo.
Pedro- No. No va a sufrir de nuevo tu abandono.
Florencia- Es mi derecho.
Pedro- Es su derecho tener una mamá también. ¿Qué ironía, no?
Florencia- Por favor.
Pedro- (Suspiré) Te juro que ni compasión puedo tenerte. (Dije y lleno de bronca salí corriendo, a encerrarme en mi cuarto)

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Paula- (Ella lo quiso seguir pero yo la pare) Para, no tiene sentido que vayas ahora.
Florencia- Que me deje explicarle algo al menos. Que intente entenderme.
Paula- Entendelo vos a él también.
Florencia- No quiero perder más tiempo.
Paula- Mira, yo a vos no te conozco, y en cierto punto es más que obvio que me voy a poner del lado de él, él tiene miedo de que Tomás siga sufriendo.
Florencia- Y por eso justamente quiero acercarme a él.
Paula- Pero él no tiene ninguna garantía de que vos no vayas a dejarlo de nuevo.
Florencia- (Suspir´p) Tuve una vida muy complicada. ¿Sabes?
Paula- ¿Y por eso abandonaste a tu hijo?
Florencia- No sé, no sé por qué lo hice. ¿Vos sos la mina por la que él lloraba el día que lo conocí? (Asentí con mi cabeza) ¿Y lo conoces a Tomi, no? (Repetí la acción)
Paula- Si de verdad estás dispuesta a ser su mamá, lo vas a ser. Pero dale tiempo a Pedro, date tiempo a vos… Y sobre todo a Tomás, no es fácil ésta situación.
Florencia- Lo sé.

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Antes de bardearla a la mina esperen a leer (Falta igual) Capaz la compadezcan, o la bardeen el triple que ahora... ajajajaj!