Capítulo 11

Pedro- ¿Cómo qué sentido tiene?
Paula- Sí Pepe… Vos tenes tú vida allá y yo la mía acá. Y además, si no me perdonaste, lo cual te juro que no juzgo y lo entiendo, no podemos estar juntos, porque una relación con rencores no es sana.
Pedro- ¿Te puedo confesar algo? (Dijo volviendo a secar mis lágrimas y yo asentí con mi cabeza) Me parece que me estoy haciendo un poco el duro, porque mi corazón quiere amarte de acá a la eternidad, pero mi cabeza es consciente de todo lo que pasó, y es todo algo contradictorio, pero yo sé que algún día voy a poder perdonarte, porque si no lo hiciera, sería un tremendo boludo, porque si de algo estoy seguro es de que te amo, y de que mi felicidad es al lado tuyo. (Sonreí) Y soy capaz de traerlo al enano para acá, por vos.
Paula- Explicame de donde saliste, porque es una pregunta que todavía no me pude responder. (Reímos y él me abrazo contra su pecho)
Pedro- Es increíble que sigas llorando así… ¿No tenes miedo de algún día deshidratarte? (Dijo riendo y provoco que me tiente) Así me gusta verte, con una sonrisa.
Paula- (Volví a sonreír y lo abrace) No podes ser tan lindo… Y creo que una de las cosas que más extrañe es estar así con vos, extrañaba sentirme tan en paz… Porque a pesar de todo, me siento así.
Pedro- (Beso mi frente y comenzó a masajear mi nuca) Y yo extrañaba muchísimo tenerte en mis brazos… (Sonreí y cerré mis ojos)
Paula- Te amo Pedro.
Pedro- Te amo hermosa. (Nos abrazamos más fuerte y nos mimamos por un rato, hasta que él comenzó a hacerme cosquillas)
Paula- No Pedro, no. (Dije riendo, pero él no cesaba)
Pedro- No, me gusta que te rías. Siempre me gustó… (Sonreí y me beso) ¿Queres cenar?
Paula- Mmm… Bueno, dale. (Me levante, sentándome en el sillón)
Pedro- Pero me tenes que ayudar a cocinar eh…
Paula- Eso me da un poco de miedo, como de terminar toda llena de harina o alimentos varios, pero bueno… (Reímos y nos levantamos del sillón) ¿Me bancas que voy al baño?
Pedro- Dale…

Paula- ¿Qué vamos a cocinar?
Pedro- Mmm… No tengo otras cosas que pastas.
Paula- Entonces es un toque. Me despreocupo, a lo sumo me mojas un poco…
Pedro- Me estás dando ideas.
Paula- Me estoy arrepintiendo de lo que dije… (Reí) Igual ya nos mojamos demasiado con la lluvia. ¿No te parece?
Pedro- Puede ser… Pero nunca es demasiado.
Paula- ¿Vos decís? A veces sí… (Dije suspirando)
Pedro- No, no me vas a llorar de nuevo. (Beso mi mejilla y yo sonreí)
Paula- ¿Puedo preguntar algo?
Pedro- Decime…
Paula- ¿Cuándo te volves?
Pedro- El martes, a la tarde. Pero no pensemos en eso. (Dijo buscando una olla y llenándola de agua, yo lo abracé por su espalda posando mis manos en su pecho)
Paula- Gracias, porque creo que si estuviese en tu lugar me hubiese mandado a la mierda. No sé cómo haces para ser tan bueno… Sos de otro mundo, en serio. (Bese su mejilla y susurre en su oído) Te amo. (Apoye mi mentón en su hombro)
Pedro- Y yo te amo a vos bonita. (Tomo mi mano derecha y me dio un beso en ella)

Más tarde, cuando yo estaba por volver a mi casa…

Pedro- Pau, necesito decirte algo…
Paula- Te escucho.
Pedro- Capaz no tenga que aclararlo, o capaz sí, no sé. Pero necesito decírtelo…. Cuando yo estuve con Florencia fue porque…
Paula- No Pepe, no me tenes que explicar nada.
Pedro- Yo no te fui infiel.
Paula- Valoro mucho que me lo digas, pero no era necesario que lo hagas. De verdad.
Pedro- (Sonrió) Gracias, porque tampoco sabía muy bien cómo explicarlo.
Paula- Sos muy tierno. (Lo bese) ¿Mañana nos vemos?
Pedro- Eso no se pregunta. (Sonreí y volví a besarlo)
Paula- Hasta mañana entonces… (Volví a besarlo y emprendí el camino hacia la calle pero él me tomó de la mano, parándome y abrazándome por la cintura, yo lo hice por su cuello)
Pedro- Te amo. (Sonreí y nos besamos)
Paula- Te amo. (Volvimos a besarnos, por un largo rato y finalmente me fui)

Cuando llegue a casa no había nadie, Valen se había ido a dormir a lo de una amiga porque tenían que hacer un tp para el día siguiente y mamá estaba en lo de su novio, sí, porque gracias a la vida había encontrado alguien que la ame, se lo merecía y me hacía muy bien verla tan bien.

Ya era tarde, pero como al día siguiente no tenía ninguna obligación, después de bañarme me tire en mi cama a escuchar música, necesitaba pensar un poco, acomodar mi cabeza y mis sentimientos.
Era tan loco y tan lindo que estemos juntos de nuevos, sin rotulo ni título de nada, pero juntos, como si el tiempo nunca hubiese pasado, aunque en cada gesto, en cada palabra, en cada beso y en cada cosa era demasiado notable lo mucho que nos habíamos extrañado y necesitado, o al menos yo lo sentía así.

Sinceramente el cómo seguiría todo me inquietaba, pero necesitaba disfrutar de este encuentro.

Cuando me estaba quedando dormida, el sonido de mi celular me obligo a abrir los ojos.

‘No sé por qué te deje ir, quisiera estar abrazándote’ (Claramente no podía ser más tierno, y en estos años no solo que no había perdido ni una gota de ternura, sino que, creo, que se le reprodujo)

‘Una cuadra a la derecha, cinco más y a la vueltita está mi edificio, es natural, número 973 (Especifique calle), octavo C. Cualquier cosa avisame’

Me levante de la cama y me asome al balcón, hasta que lo vi pasar y le grite. (Sí, aunque sea tarde, me importó todo muy poco)

Paula- Acá Pepe… (Pedro miro hacia arriba y sonrió) Toca el portero que te abro.

Paula- (Abrí la puerta) No me preguntes por qué, pero sabía que ibas a venir.
Pedro- Sí que lo sabes, sabes que me podes… (Reí)
Paula- Veni, pasa. Estoy sola. (Entramos) Perdón mi atuendo, pero buen…
Pedro- (Rio) No me tenes que pedir perdón por eso tonta.
Paula- Bueno. (Reí) ¿Queres algo para tomar?
Pedro- Mmm… ¿Café?
Paula- Dale. (Prepare un par de cafés, busque unas galletitas para comer y fuimos a mi cuarto)

Él sentado en mi cama, yo también, enfrentados, con el café de por medio y una charla bastante cotidiana…

Paula- (Deje la taza de café en el escritorio y busque debajo de mi cama la famosa caja) Te tengo que dar algo, y si no te lo doy tengo miedo de olvidarme… Miralo cuando estés allá, por favor. (Dije y abrí la caja)
Pedro- ¿Qué tenes ahí adentro?
Paula- Todo lo que me recuerda a vos.
Pedro- (Sonrió) Tengo una igual.
Paula- ¿En serio?
Pedro- Sí… (Busque lo que le quería dar y lo encontré)
Paula- Es para vos. Toma.
Pedro- ¿Qué es?
Paula- Una carta, algo extensa. Cuando vuelvas, si tenes ganas, leela.
Pedro- Obvio que la voy a leer. (La agarró y la dejó junto con su celular, y la taza, corrió la compotera con galletitas, se sentó con su espalda contra la pared e hizo que yo estire mis piernas y las apoye sobre las suyas) Me intriga saber que dice…
Paula- Te haría un resumen, pero en serio que dice demasiadas cosas.
Pedro- Después la leo entonces…. (Sonreí y poso sus manos sobre mis piernas) ¿Te molesta que me quede?
Paula- ¿En serio preguntas? Obvio que no…
Pedro- Mejor, porque vine con esa intención… (Sonreí)
Paula- Te invite con esa intención.
Pedro- Me gusta que nos sigamos entendiendo. (Reímos)
Paula- Yo lo que no entiendo es esta distancia que clavaste entre los dos… (Dije algo tímida y él sonrió)
Pedro- No podes seguir sonrojándote, sos tan linda. Veni. (Me dio la mano y yo avancé hasta quedar sentada sobre sus piernas)
Paula- Así me gusta más… (Sonreí y rodee su cuello con mis brazos, él lo hizo con mi cintura. Choque mi frente con la suya y rose mi nariz con la suya, él sonrió) Te amo bonito.
Pedro- (Me beso) Te amo Pau… (Volvimos a besarnos, acción que se repitió durante un largo rato, había extrañado tanto el perfecto encaje que tenían nuestras bocas, como dos piezas de un rompecabezas)