martes, 30 de abril de 2013

Capítulo 37


Paula tenía razón, contárselo a Tomi no tenía demasiado sentido. Sería sumarle más angustia a la ya existente, y sin ninguna clase de respuesta concreta. Me guardaría todo esto, todo el tiempo que pueda, al menos hasta que él tenga la edad suficiente como para poder comprenderlo.
Y, además, con todo lo que está pasando, con Pau y en cierto punto conmigo, no estoy del todo entero como para poder contenerlo como él lo necesitaría.
En fin, no era el momento...

Fueron semanas complicadas, demasiado complicadas para ser completamente sincero. Pau se había hecho demasiados estudios, y la situación la angustiaba demasiado.
En medio de todo esto tuvimos que empezar a montar el espectáculo y la verdad es que ninguno estaba con ganas de hacerlo, Pau estaba como apagada, hasta para bailar y me dolía verla así.
Valen empeoraba, lo cual hacía todo peor.

Lo único que pedía y hasta rogaba es que esos resultados nos den una buena noticia. Porque no soportaba más verla así, y porque, aunque lo disimule, ésta situación también me duele muchísimo porque no hay nada que desee más que poder sellar nuestro amor con un hijo.

-

¿Por qué mierda todo es tan difícil para mí? ¿Para qué carajo decidí seguir viviendo si lo único que hago es sufrir? ¿Por qué la vida no me puede tirar una buena? ¡Una sola!

Tan mierda, tan mierda me hice que nunca voy a poder terminar de sanarme, no solo emocionalmente, sino que tampoco lo voy a poder hacer físicamente.

A veces no entiendo por qué la vida me dio otra oportunidad. ¿Con qué sentido ocurrió aquello?

Pedro- Amor… (Preguntó saliendo de la clínica, caminando de la mano. Yo no respondí, no podía hacerlo. No tenía fuerzas) Pau… (Yo solo levanté mi mirada, quedando expuesta yo, y mi llanto) Mi amor… (Dijo y me abrazó, provocando que hunda mi cara en su pecho) Va a estar todo bien hermosa, te lo prometo.
Paula- No Pedro, no.
Pedro- Sí Pau.
Paula- ¡No! (Dije con bronca) ¿No escuchaste todo lo que dijo?
Pedro- Como escuché todo lo que dijo te digo que va a estar todo bien, es difícil pero no imposible.
Paula- ¿Y por qué siempre todo tiene que ser difícil? No lo soporto más.
Pedro- (Me abrazó más fuerte) No sé mi amor, no sé.

Besó mi cabeza e hizo que comencemos a caminar, yo me dejaba llevar por él, no tenía ni fuerzas para caminar. Nos subimos al auto y fuimos todo el viaje en silencio, bah, no, se escuchaban mis sollozos, mi llanto.
Llegamos a su casa y como pude, corrí a su habitación, dejándome caer en la cama, pudiendo por fin llorar en paz.

Pedro- (Se agachó frente a mí y acarició mi pelo) ¿Queres un poco de agua? ¿Un té? (Negué con mi cabeza) ¿Dormir?
Paula- Llorar quiero. (Dije con un hilo de voz y me di vuelta, él se acostó y me abrazó por la espalda) No puedo más, no tengo más fuerzas para absolutamente nada. ¿Para qué pasé todo lo que pasé? ¿Para qué me interné? ¿Para qué? ¿Qué sentido tenía seguir viviendo? ¿Para sufrir así? Me hubiese muerto el día que decidieron internarme, o cuando lo intenté yo.
Pedro- No mi amor, no. No pienses así.
Paula- Es el único modo que tengo de pensar.
Pedro- (Besó mi nuca) Pero es horrible que pienses así.
Paula- Y es horrible pasar todo esto.
Pedro- (Me abrazó más fuerte) Muy horrible. Pero no mejor que morir.
Paula- A veces siento que sí.
Pedro- No Paula. ¿Qué hago yo sin vos? ¿Tú vieja? ¿Tú hermana? ¿Tomi? ¿No tenías ganas de conocer la felicidad?
Paula- (Reí irónica) Felicidad es mala palabra en mi vida.
Pedro- Porque vos haces que lo sea.
Paula- ¿Yo Pedro? ¿Yo? (Pregunté con bronca) Yo no tenía ganas de enfermarme eh. Ni de tener el viejo de mierda que tengo. Porque esos fueron los puntos de partida.
Pedro- Tranquila… (Dijo acariciando mi brazo, y a veces su paz tan extrema me enervaba) No quise decir eso.
Paula- ¿Y qué quisiste decir?
Pedro- (Suspiró) No sé, perdón. (Yo no respondí, solo cerré mis ojos dejando salir cada una de mis lágrimas)

El silencio nos invadió, pasaron horas, él solo me abrazaba y yo solo lloraba. Pedro se había quedado dormido y yo como pude, sin despertarlo, me levanté y fui hasta la cocina, me serví un poco de agua y me asomé por la ventana. ¿Qué sentido tenía seguir viviendo así? ¿Qué sentido tenía seguir viviendo en ésta maldita angustia? ¿Para qué seguir viviendo con un nudo en el pecho que no me deja respirar?

Doctora- Mira, la verdad es que los resultados no son lo mejor que podía pasar, es un panorama complicado.
Pedro- ¿Complicado hasta qué punto?
Doctora-
No se los puedo responder con exactitud, pero lo veo difícil el hecho de que puedan tener un hijo naturalmente. No es que tú cuerpo no esté preparado para crear vida, pero no estás en las mejores condiciones, y quizás tengan que buscar otras opciones.
Paula- Opciones imposibles. (Dije haciendo fuerza para no llorar)
Doctora- No es tan así…


Me encontré corriendo al baño, con una necesidad inmensa de vomitar, de vomitar toda la mierda que sentía. Y así lo hice, me di cuenta de cuánto extrañaba aquel inmenso placer. Vomitar, vomitar absolutamente todo. El dolor, la angustia, las lágrimas, la bronca, el miedo. Vomitarlo todo.

Me levanté y me miré al espejo, volví a ver a la misma Paula de casi diez años atrás. Pálida, con ojeras, la mirada triste, y en el baño, donde había vomitado.

Varios minutos me vi en aquel espejo. Puteándome. Odiándome. Porque eso sentía hacía mí, odio, demasiado.

Abrí el cajón, el primero debajo del lavatorio y encontré lo que estaba buscando, la hoja de la afeitadora de Pedro. La agarré, temblorosa, sin dejar de llorar.
Me deje caer, apoyándome contra la pared, hasta que llegué al suelo, donde me senté con mis piernas flexionadas y deje caer mi cabeza en medio de ellas. Cerré mis ojos y reproduje  en mi mente toda la mierda que había pasado, acción que lo único que generó  fue un aumento en mi angustia.

No quería nada tan alocado ni tan antinatural. ¡Solo quería formar una familia con el hombre de mi vida!

Volví mi atención a aquella hoja cortante y la apoyé en mi muñeca, deslizándola suavemente sobre ella, primero dolió pero después me generó placer, porque aquel dolor sobre mi piel provocaba que olvidé el dolor del alma. Volví a deslizarla sobre el mismo lugar, provocando cada vez una herida más profunda, la cuál comenzó a sangrar.

Volver a sentir el placer de hacerme mierda. Eso era. Me odiaba tanto que necesitaba hacerme mierda.
No sé cuánto tiempo pasó, pero mi herida ya había sangrado demasiado y yo había llorado aún más.

Pedro- Mi amor. ¿Dónde estás? (Preguntó gritando y se acercó a tocar la puerta del baño. No, no entres. Por favor) Pau. ¿Estás acá? Te escucho llorar, respóndeme o entro. (¿Con qué fuerzas pretendes que te responda?) Okei, entro. (Dijo intentando abrir la puerta, pero no podía porque yo estaba sentada contra la puerta, pero a raíz de las pocas fuerzas que tenía me caí para adelante y él logró entrar) Paula. ¿Qué hiciste? (Preguntó a punto de llorar, con dolor. Me ayudó a levantarme y después de tirar el botón del inodoro y dejar que se vaya todo mi vómito, cerró la tapa de él y yo me senté sobre él, ninguno de los dos decía nada. Él solo curaba mi herida, me vendó y fue en busca de algo, cuando volvió descubrí que era otra remera, la mía estaba llena de sangre) Permiso. (Dijo quitando mi remera, yo solo levanté mis brazos y me puso la otra. Me tomó de la mano y yo me levanté, caminé hacía su cuarto, en dónde él abrió la cama y yo me acosté, me tapó y no dijo nada. Yo nunca había sido capaz de mirarlo a los ojos) ¿Puedo acostarme con vos? (Yo asentí con mi cabeza y él se acostó a mi lado, metiéndose en la cama también. Sin decir nada me acomodé sobre su pecho y él me abrazó. Noté que tomó su celular y me dijo) Le estoy pidiendo a tú hermana que lo retire a Tomi y se lo lleve a tu casa. No te preocupes que no le voy a decir nada. (Suspiré y él acarició mi pelo)


--------------

Yo también los quiero, besulis.

lunes, 29 de abril de 2013

Capítulo 36


‘Hola Pedro, soy Florencia, y creo que es hora de que sepas toda la verdad, te lo mereces, Tomás se lo merece.
Yo estoy metida en la droga, y por eso más de una vez caí en cana, demasiadas veces. La noche que nos conocimos yo estaba súper dada vuelta.
La verdad es que ni puedo con mi vida, menos que menos iba a poder con él, y quería abortar por miedo a que él no nazca sano, me costó demasiado controlarme durante el embarazo, y más de una vez la droga me ganó, pero gracias al cielo Tomi nació sanito, aunque no en las mejores condiciones, porque nació acá, en una cárcel. Yo no lo quise conocer, porque sí, me había encariñado y demasiado con él, lo lleve adentro mío nueve meses, pero sabía que acá no era un buen lugar para que él crezca y no me preguntes por qué, siempre supe que eras muy buena persona y que iba a estar mucho mejor a tu cuidado que acá.
Muchas veces tuve libertad condicional, y por eso es que aquella vez pude ir a tú casa.
Perdón, pero ésta es la realidad, y era hora de que la sepas’

Leer cada palabra y sorprenderme, asombrarme, angustiarme. Llorar. Llorar, y hacerlo por eternos minutos. No podía asimilar tantas cosas de repente. Mi hijo había nacido en una cárcel, su madre estaba presa, era adicta a la droga y… ¿Por qué?

-

Entré en la casa de Pepe, con facturas para que desayunemos juntos pero no lo encontré por ningún lado.
Paula- Amor. ¿Dónde estás? (Pregunté caminando por su departamento) Pepe... ¿Estás? (Dije entrando a su habitación) Amor... ¿Qué pasa? (Pregunté dejando las facturas en la cómoda y sentándome a su lado) Pepe...
Pedro- Toma... Lee. (Dijo dándome una carta)
Paula- ¿Qué es esto?
Pedro- Una carta de Florencia. Leela.
Paula- Pero vos tranquilizate un poco. (Dije secando sus lágrimas y tomé su mano. Me dispusé a leer y no salía de mi asombro con cada palabra, con cada frase)
Pedro- Te juro que pensaba que no podía ser peor. Pero sí. (Suspiró) Nació en una cárcel, tiene una madre presa, metida en la droga. (Dijo con la voz quebrada y yo lo abracé, a punto de llorar) ¿Cómo le explico esto Pau?
Paula- Tranquilo... No tenes que contárselo ahora si no queres, él es muy chiquito todavía.
Pedro- Pero algún día se lo voy a tener que contar.
Paula- Pero no pienses en el futuro mi amor.
Pedro- Siento que se me cayó un balde de agua helada en la cabeza, ni siquiera se me había pasado por la cabeza todo esto.
Paula- Es que es inimaginable Pepe. (Dije separándome un poco de él)
Pedro- No se lo merece.
Paula- Nadie se merece algo así, vos tampoco.
Pedro- Pero él menos, es un nene Pau. Quiero que crezca feliz, bien. No así.
Paula- ¿Vos no lo ves feliz a él?
Pedro- (Suspiró) No… Bah, no sé. Desde que estamos acá un poco capaz sí, pero el vacío de no tener a su mamá siento que nunca se lo voy a poder llenar.
Paula- Pero eso no es responsabilidad tuya…
Pedro- Lo sé, pero quiero que él sea feliz.
Paula- Ya lo sé mi amor, y yo te prometí que te iba a ayudar en eso.
Pedro- Tengo miedo, tengo miedo de que todo esto repercuta otra vez en su salud.
Paula- ¿Vos pensas contárselo ahora?
Pedro- No sé. Pero supongo que ahora no va a entender nada.
Paula- Y no mi amor, si no sabe ni lo que es la droga…
Pedro- Tenes razón. Pero me va a costar saber esto y no contárselo.
Paula- Pensa que si lo haces es para cuidarlo. Y al fin y al cabo eso es lo que más importa, cuidarlo a él.
Pedro- Es lo que más me importa. Qué él esté bien.
Paula- Él lo va a estar, tiene al mejor papá de todos. (Sequé sus lágrimas) ¿Y sabes qué? Tenes que agradecer que Tomi es un nene sano, a pesar de todo.
Pedro- Tenes razón…
Paula- (Despeiné su pelo) Entiendo que estés angustiado porque me angustia a mí también, pero mientras más fuerte estés vos, mejor va a estar él, sabiendo o no todo esto.
Pedro- ¿Y si le cuento solo una parte? Qué está presa…
Paula- A ver, eso va a ser decisión tuya Pepe.
Pedro- Pero… ¿Vos qué harías?
Paula- Yo no se lo diría Pepe, tiene cinco años, es un nene, su cabeza no está preparada para asimilar semejante información. Es sumarle más angustia a la que ya tiene con algo que no va a poder terminar de entender, porque... ¿Por qué estaría presa? (Hice una pausa) Igualmente, yo te apoyo en lo que decidas.
Pedro- No sé, ahora me siento aturdido, confundido.
Paula- Y así no podes pensar en nada… ¿Queres un poco de agua? ¿Darte una ducha? ¿Dormir?
Pedro- Ninguna de esas.
Paula- (Sonreí) Tus ojitos hablan. Veni mi amor… (Dije abrazándolo contra mi pecho)
Pedro- (Me abrazó, acomodándose sobre mí) Te amo mucho mi amor. Gracias.
Paula- No tenes nada que agradecerme, y yo también te amo. (Besé su cabeza)
Pedro- Y te juro que con nadie me siento tan contenido como con vos. (Sonreí) No me gusta que pienses esas cosas.
Paula- (Lo abracé más fuerte) ¿De verdad?
Pedro- No tendría por qué mentirte. Es más, no lo hago nunca.
Paula- (Sonreí, solo un poco) Me hace bien saber que es así.
Pedro- Nunca deberías haberlo dudado.
Paula- Te amo Pepe. Y gracias, porque siempre, a pesar de todo, estás pendiente de mí, de que me sienta bien.
Pedro- Es una de mis prioridades, porque odio que estés mal. (Dijo y provocó que demos una vuelta, quedando yo sobre él)
Paula- Explicame por qué sos tan lindo, tan tierno. Tan vos…
Pedro- (Sonrió) ¿Sabes qué? Si antes agradecía el haberte encontrado, ahora lo tengo que agradecer pero el doble. No sé qué hubiese pasado conmigo si vos no estabas conmigo cuando ella apareció, o ahora. Sos la única que sabe la historia totalmente completa, y eso es porque me das la confianza necesaria, la contención, el amor, las palabras.
Paula- (Acaricié su mentón) Me hace bien saber que es recíproco, porque a veces no lo siento así. (Suspiré)
Pedro- Por eso te lo digo mi amor.
Paula- Te amo, muchísimo.
Pedro- Te amo mucho, mucho. (Sonreímos y nos besamos, yo me acomodé sobre él, jugando con su barba, y él se dedicó a mi pelo)
Paula- Mmm…. Esto era al revés.
Pedro- No, sh… Que si no siento que te aplasto. (Reímos)
Paula- Un poquito, pero no importa.
Pedro- Por eso, así estamos más cómodos. ¿Aceptas una siesta matutina?
Paula- ¿Y Tomi?
Pedro- Tiene futbol, ahí en la escuela, después del jardín. Hasta la tarde no hay que ir a buscarlo. Y yo necesito terminar de tranquilizarme.
Paula- Pocas cosas me gustan tantos como dormirme en tus brazos. (Dije y cerré mis ojos) Aunque tengo un poco de frío… ¿Te jode si agarro una manta?
Pedro- No Pau… (Yo agarré la manta que teníamos al lado y como pude me tapé, él me ayudó y nos dormimos)

-

Me desperté varias horas después, con la ilusión de que todo sea una pesadilla, y sí, lo era, pero real.

Corrí el pelo de la cara de Pau y sonreí al ver la paz con la que dormía, besé su frente y ella sonrió.

Paula- Hola mi amor.
Pedro- ¿Te desperté?
Paula- Estaba media despierta.
Pedro- Respirabas como dormida. (Reímos)
Paula- ¿Un poquito mejor?
Pedro- Creo…
Paula- ¿Crees? Mmm… (Se levantó un poco, besando mi cuello) ¿Y así? ¿Un poco mejor?
Pedro- Mucho. (Acaricié su pelo)

-------------

Holu, las estadisticas (? de ayer fueron en su mayoría positivas, asique pienso seguir todo como está cambiando pequeñas cosas e intentado mejorar otras. Gracias una vez más por la buena onda! :)

domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 35



‘Estamos acá, ahijado y amiga. Te extrañamos!! Ya volvimos, podemos invadirte un rato?’

‘De verdad? Los necesito más que nunca, invádanme, ya!’

‘Hey, qué pasa amiga? Creí que te iba a encontrar feliz por Pedro’

‘Prefiero que hablemos en persona, veni. Por fas’

‘Me preocupadas gorda!’

Sonó el timbre y después de saludar a Zai, con un abrazo, lo alcé a Santi, abrazándolo contra mí.

Zaira- ¿Qué pasa amiga? Tenes los ojitos tristes.
Paula- (Suspiré) Demasiadas cosas. (Dije acomodándolo a Santi en mis brazos)
Zaira- ¿Puedo pasar al baño y hablamos tranquilas?
Paula- Pasa Zai… (Ella se fue al baño y yo me dirigí a mi cuarto, me deje caer en la cama y al besar la mejilla de Santi fue imposible no empezar a llorar, otra vez. Zai volvió enseguida…)
Zaira- Amiga. ¿Qué pasa? Me estás preocupando…
Paula- Ojala pudiera explicarlo… Fui al médico, me tengo que hacer mil estudios, pero el miedo me paraliza, la culpa, la angustia, la bronca. No sé, no sé lo que siento, no sé por qué carajo lloro todo el día si no tiene sentido, si no sé nada. No quiero nada tan fuera de lo común Zai, y tampoco es que lo quiero ya, pero necesito saber si es posible o no, porque no puedo más con la duda, y estando con él es distinto, porque me acompaña, pero también lo angustio, y eso me da culpa… (Hice una pausa) ¿Entendiste algo? Porque creo que ni yo me entiendo.
Zaira- Sí que entendí Pau, tranquilízate.
Paula- Te juro que no puedo. Lo miro a él y me llena de angustia no saber si algún día voy a poder vivirlo con mi bebé.
Zaira- Ai hermosa. (Dijo y me abrazo por el costado) Tene fe, con todo lo que pasaste alguna buena la vida te tiene que mandar.
Paula- Te juro que a veces creo que las buenas en mi vida no existen.
Zaira- Pau… No pienses así.
Paula- No puedo pensar de otro modo. (Dije secando mis lágrimas)
Zaira- (Suspiró) Mmm… Lo hacemos dormir la siesta y vos y yo vamos a hablar.
Paula- ¿Puedo darle la mamadera?
Zaira- Eso no lo tenes que preguntar Pau. (Sonreí, solo un poco)

Nos levantamos a prepararla, Santi en realidad ya había venido bastante dormido, pero en medio de nuestra charla nunca iba a poder terminar de conciliar el sueño… Una vez que se quedó dormido lo dejamos en su cochecito, en el pasillo y Zai y yo volvimos a mi cuarto, con la puerta abierta, donde estaba el cochecito con Santi. Yo me deje caer en la cama y no podía dejar de llorar era inevitable, era una angustia incontrolable que invadía cada recoveco de mi ser, era angustia mezclada con miedo, con bronca. En fin, una mezcla de sentimientos horribles que desembocaban en infinitas lágrimas…

Zaira- Deja de llorar un poco Pau, así no llegas a nada.
Paula- Ya lo sé, pero no sé cómo llegar a algo.
Zaira- Vas por buen camino, al menos sacándote las dudas, es un comienzo.
Paula- ¿Y si es un comienzo malo? Zai… (Suspiré) Seis años esperando volver a amarnos pero siempre con este miedo adentro. ¿Entendes? Te juro que me hubiese encantando poder guardármelo un tiempo más y que podamos disfrutar de algo, pero no pude. No puedo.
Zaira- Capaz que no podes guardártelo porque con lo que pasó aprendiste que eso no es bueno.
Paula- Puede ser…. Pero soy siempre la que arruina todo, y eso me duele. Me da bronca y me da culpa.
Zaira- ¿Por qué te pegas tanto Pau?
Paula- No sé… Pero lo siento así.
Zaira- Pero no es así.
Paula- Zai, sí que es así. Pedro se vino acá por mí, dejo todo allá por mí, y yo no soy capaz de brindarle ni un poquito de felicidad. Además, que para él tampoco está todo tan bien, porque antes de venir apareció la mamá de Tomi, y está muy pendiente de eso y te juro que una maldita vez quisiera dejar de ser la protagonista de la angustia en la pareja y poder contenerlo yo a él, pero no puedo, no puedo. Siempre mi angustia puede más que todo. (Y en ese momento lo vi entrar a Pedro y tenía ganas de desaparecer del mundo. Moría de vergüenza) ¿Qué… Qué haces acá?
Pedro- Zai. ¿Nos dejas solos?
Zaira- Sí Pepe. Hablen, les va a hacer bien a los dos. (Dijo y se fue)
Pedro- Me abrió Valen recién, cuando llegó.
Paula- Vos no tenías que escuchar todo esto, me muero de vergüenza.
Pedro- (Se sentó a mi lado, suspirando. Yo me incorporé a la situación, sentándome a su lado. Ambos contra la pared, y yo tapé mi cara con mis manos temblorosas. Sin poder dejar de llorar. Él lo único que hizo fue abrazarme súper fuerte contra él) No tenes que tener vergüenza conmigo, lo sabes.
Paula- No puedo controlarlo. Últimamente no puedo controlar nada de mi vida, ni lo que siento.
Pedro- ¿Las lágrimas tampoco, no? (Negué con mi cabeza) Tranquilizate un poco mi amor, así no podemos hablar de nada. (Yo suspiré y cerré mis ojos, hundiendo mi cara aún más en su pecho. No sé cuánto tiempo pasó, tampoco estuve pendiente de aquello, pero sí de tranquilizarme, al menos un poco, y creo que lo logré. Me volví a sentar a su lado y sequé mis lágrimas, noté que él también había llorado y casi por impulso besé suavemente sus labios)
Paula- Perdón.
Pedro- ¿Me pedís perdón por besarme?
Paula- (Provocó que me ría y él sonrió) No tonto. Por hacerte pasar todo esto.
Pedro- ¿Cuándo vas a entender que no tenes que pedir perdón por lo que sentís? ¿Cuándo vas a entender que una de las cosas que más me enamora de vos es esa sensibilidad que tenes? Que sí, más de una vez te juega en contra, pero sos así mi amor.
Paula- Insoportable.
Pedro- Pau… Deja de castigarte, de pegarte. Valorate un poco, por favor. Vales muchísimo.
Paula- Pedro…
Pedro- ¿Qué?
Paula- Que no hace falta que me digas cosas lindas para convencerme, yo sé cuál es la verdad.
Pedro- Acá la única verdad es que te amo, así como sos, y que voy a estar al lado tuyo. Pase lo que pase. ¿Te acordas del día en el barco que te canté Fix You?
Lights will guide you home, and ignite your bones, and I will try to fix you… Eso nunca va a cambiar. Pasen días, meses, años o una eternidad. (Besó mis labios) Y por favor, dejemos en claro algo. Vos no arruinas nada… Y tampoco me siento no contenido por vos, sos mi mayor sostén, sobre todo con el tema de Florencia, eso lo sabes.
Paula- Pero Pepe…
Pedro- Pero nada mi amor. Nada. Estamos juntos otra vez y es lo que importa, capaz que la vida volvió a unirnos para que podamos apoyarnos en el otro cuando lo necesitamos y poder sortear cada obstáculo que se nos presenta.
Paula- ¿Y vamos a estar toda la vida sorteando obstáculos? Te juro que ya no puedo más.
Pedro- Sí que podes, si las cosas pasan es porque tenes la fortaleza para pasarlas.
Paula- Ya me pasaron demasiadas, la fortaleza se acabó.
Pedro- Estoy seguro de que no… (Dijo secando mis lágrimas) ¿Y sabes qué? El miedo no sirve de nada, solo te paraliza.
Paula- Y me angustia.
Pedro- Por eso. ¿De qué sirve?
Paula- No sé. Pero lo siento.
Pedro- No lo sientas entonces.
Paula- ¿Cómo?
Pedro- Así… (Dijo volviendo a abrazarme)
Paula- No entiendo como haces siempre para mirar las cosas desde otro punto de vista, y tampoco entiendo por qué carajo sos tan comprensivo. Sos de otro mundo.
Pedro- Soy del mundo de los hombres preparados para amar y contener mujeres especiales como vos….
Paula- ¿Lo de especial es bueno o malo?
Pedro- Más que bueno…
Paula- Chamuyo barato. (Dije riendo)
Pedro- Pero te reíste, y es lo único que quiero.
Paula- (Sonreí, separándome un poco de él) Te amo Pedro. Con todo mi corazón.
Pedro- Te amo hermosa. (Nos besamos y nos acostamos) Descansa un rato que te va a hacer bien.
Paula- ¿Vos te quedas? ¿Y Tomi?
Pedro- En lo de un amigo…
Paula- Me encanta que se haya adaptado tan bien…

-

Al día siguiente me desperté y después de llevarlo a Tomi al jardín, pasé por el estudio para averiguar los horarios de ensayo y cuando llegué a casa me encontré con una carta, me agaché a buscarla en el suelo y después de dejar la campera sobre el sillón me senté en él con la intención de leer aquella misteriosa carta. No tenía remitente y nadie sabía a donde estaba…

-----------------

 Hola, quiero y necesito decir algo… Muchas me dicen o se ‘quejan’ del drama de la novela… La novela está planteada como dramática desde el primer momento, desde el primer capítulo y siempre fue así, porque me gusta escribir drama, porque siento que es lo que mejor me sale y porque si empiezo a escribir cosas lindas a los tres capítulos me aburre y no se me ocurre más nada.
¿La verdad? Es que si no les gusta o se cansaron del drama reescribo los capítulos que tengo adelantados e intento buscarle un final a la novela en pocos capítulos, porque lo que tengo escrito es demasiado dramático, y si no les gusta dejo de escribirlo porque no tiene sentido, porque suelo quedarme hasta la una de la madrugada escribiendo por más que al día siguiente tenga que ir a la escuela y porque uso hasta los recreos de la escuela o las horas libres para escribir y no dejarlos en banda, porque odio que hagan eso y por eso es que yo deje de leer novelas.
Sinceramente tengo muchas cosas pensadas para seguirla por muchos más capítulos, pero la gran mayoría son dramáticas, asique no sé, díganme que quieren que haga.

http://free-editions.tumblr.com/ es nuevo, subo ediciones ;)

sábado, 27 de abril de 2013

Capítulo 34

Más tarde, después de dormir un rato, me bañé y fui a lo de Pepe…

Pedro- Ya te estaba por ir a buscar… (Sonreí y me besó) Pasa…
Paula- Me quede dormida… Perdón.
Pedro- No tenes que pedir perdón tonta, me había preocupado un poco, nada más.
Paula- Sos muy tierno. Pero ya estoy mejor.
Pedro- ¿Segura?
Paula- Sí… Vine a que pasemos un rato juntos, sin lágrimas. Por favor.
Pedro- Me gusta tu actitud, pero no me gusta la parte de un rato… Te quedas hasta mañana, y no es una propuesta, es una notificación.
Paula- Sos tan lindo. (Lo besé y en ese momento Tomi entró a la cocina)
Tomás- ¡Pau! (Dijo sonriendo y corrió a abrazarme, yo lo alcé, abrazándolo)
Paula- ¿Cómo estás bonito?
Tomás- Bien. Al fin viniste, no te vi en todo el día, te extrañé.
Paula- (Besé su mejilla) ¿La ternura la heredaste de tú papá, no? (Él sonrió)
Pedro- (Me abrazó por la espalda y apoyó su mentón en mi hombro) Somos así, naturalmente. (Reí)

Después de cenar…

Tomás- Pau. ¿Me acompañas a dormir?
Paula- Pero por supuesto enano… (Dije levantándome y él me tomó de la mano, fuimos hasta su cuarto y después de que lo ayude a cambiarse, abrí su cama y él se acostó, lo tapé y besé su frente)
Tomás- Hoy hablando con un nene, me contó que él tampoco conoce a su mamá, y me dijo que la novia de su papá es como su mamá, como vos conmigo. (Sonreí) Porque ella lo cuida, como vos a mí.
Paula- Me hace bien saber que sentís que te cuido, porque me gusta hacerlo… Me gusta mucho que seamos una familia, medio rara, pero una familia… Vos, papá y yo.
Tomás- A mí también me encanta Pau.
Paula- (Acomodé sus mantas y volví a besar su frente) Te quiero mucho Tomi.
Tomás- Y yo te quiero a vos Pau… (Volví a sonreír y después de que él tomé mi mano, apagué la luz y me quedé junto a él hasta que se quedó dormido)

-

Me estaba por quedar dormido cuando Pau entró en la habitación y se acostó a mi lado, me abrazó por la espalda y yo tomé sus manos.

Paula- ¿Estás despierto, no?
Pedro- Sí…
Paula- (Suspiró) ¿Estás bien?
Pedro- Sí. ¿Por?
Paula- Mmm… Porque no soles no mirarme, o no darme un beso cuando me vengo a dormir con vos.
Pedro- Pero no quiero hablar, no quiero ponerte peor.
Paula- Ahora hablas Pepe…
Pedro- No Pau.
Paula- Pepe. Dale.
Pedro- No, después me da culpa que llores.
Paula- Mi amor… (Dijo haciendo que me dé vuelta) No te vas a quedar con todo adentro, y aunque me duela lo que sientas, quiero saberlo.
Pedro- Es que no sé ni que siento.
Paula- Yo tampoco…
Pedro- No tenemos ninguna certeza, y es todo muy raro.
Paula- Y angustiante. Es horrible. (Dijo con sus ojos llenos de lágrimas)
Pedro- No llores porque me matas.
Paula- No lo puedo controlar.
Pedro- Ya lo sé mi amor. Pero… ¿Qué ganas llorando?
Paula- No sé. No sé cómo reaccionar, y por eso, lloro. Para sacar éste no sé qué que tengo adentro de algún modo.
Pedro- Estamos iguales… (Suspiré) No sé qué hacer, o qué pensar.
Paula- Yo quisiera no estar tan angustiada. Tengo una sensación horrible...
Pedro- Tenemos que pensar en positivo mi amor.
Paula- ¿Cómo? Estoy acostumbrada a que todo sea negativo para mí.
Pedro- Si así lo fuese, yo no estaría acá. Nunca nos hubiésemos reencontrado.
Paula- ¿Y el resto? (Preguntó dejando caer una lágrima, yo la abracé)
Pedro- Me duele ésta situación, demasiado, me duele verte así, me duele que estemos así… Me duele no saber si no vamos a poder tener nuestro propio hijo. (Dije con los ojos llenos de lágrimas y ella estalló en llanto)
Paula- A mí también me duele muchísimo. Me da culpa.
Pedro- (Nos abrazamos más fuerte) No tenes que tener culpa.
Paula- Sí Pedro, si no fuese por mí, esto no estaría pasando… Y encima saber que Valen está entrando en ésta mierda me pone peor, no puedo convencerla de ir al médico… Igual, no sé qué pretendo, si no puedo con mi vida, menos voy a poder con la de ella. (Dijo con bronca)
Pedro- Hey, tranquila… Así no logras nada.
Paula- No sé cómo carajo lograr algo. Quiero ser mamá. Lo que quiere cualquier mujer.
Pedro- Pero todavía no sabes Pau… (Suspiré) ¿Ves por qué no quería hablar? Odio que te pongas así.
Paula- No es culpa tuya… Soy yo, que soy muy llorona. (Reímos)
Pedro- Te amo mucho. ¿Sabes? Y te voy a amar siempre, pase lo que pase.
Paula- (Sonrío) Amo sentirlo, y te amo a vos. Muchísimo.
Pedro- Pero dejame recordártelo, no quiero otro final abrupto entre nosotros. (Dije abrazándola aún más fuerte) Te amo, te amo, te amo.
Paula- Te amo. Y prometo que no, creo que maduré un poco. (Besé su frente y ella se acomodó sobre mí)
Pedro- Descansa, que te va hacer bien, y además, tenemos que ir al estudio. (Ella suspiró) No tenemos ganas, pero no queda otra amor.
Paula- Ya lo sé…
Pedro- Descansa Pau.
Paula- Vos también… (Acomodé las mantas y en medio de algunos mimos, y después de mucho tiempo y de lágrimas en silencio de ambos, nos quedamos dormidos)

Al día siguiente, fuimos al estudio, conocimos a los bailarines, el guión, las canciones y demás cuestiones, por suerte hoy no deberíamos arrancar a montar ni marcar nada, la verdad que ninguno estaba de ánimo para aquello.

-

Valen- ¡Paula! (Escuché que gritó y yo después de despertarme y caer en la realidad corrí a buscarla) Pau… (Dijo llorando y la encontré hecha un bollito en su cama)
Paula- ¿Qué paso Valen? (Pregunté algo obvio, lo sé. Me senté a su lado)
Valen- Volví a hacerlo… (Dijo llena de vergüenza y yo corrí el pelo de su cara)
Paula- Tranquila hermosa, tranquila. (Dije y me acosté a su lado, abrazándola) Tranquila.
Valen- No me retes, por favor.
Paula- Hey, no. No te voy a tratar mal….
Valen- Catalina lo hizo.
Paula- ¿Le contaste?
Valen- Sí, necesité hacerlo, y me trató como el orto.
Paula- Capaz que no supo cómo reaccionar…
Valen- Es mi mejor amiga, creí que iba a tener su apoyo.
Paula- Volvé a hablar con ella Valen.
Valen- Pero me dolió lo que hizo. Me juzgó sin motivos.
Paula- No es fácil reaccionar cuando alguien te cuenta algo así. Entendela, y más con la edad que tienen.
Valen- No quiero quedarme más sola de lo que estoy en la escuela por esto.
Paula- Ella te va a entender, y va a estar con vos. Estoy segura. Tranquila… (Acaricié su pelo) Si necesitas hablar lo mejor es que vayas a ver a una psicóloga Valen.
Valen- No, no quiero.
Paula- Pero te va a hacer bien, y además, te va a ayudar a no avanzar en esto. Yo te acompaño…
Valen- Pero me da mucha vergüenza.
Paula- Lo sé, pero te va a hacer bien. Te lo puedo asegurar…
Valen- Dejame pensarlo, no sé.

viernes, 26 de abril de 2013

Capítulo 33


El médico me llamó, y me paré, temblando, sin decirle nada a Pedro, entré. Él se quedó afuera.

Paula- Buenas tardes. (Dije temerosa. Entrando en el consultorio)
Doctora- Buenas tardes... (Respondió con seguridad) ¿Estás sola? (Negué con mi cabeza) 
Paula- Con mi novio.
Doctora- ¿Y no queres decirle que entre? Capaz te sientas un poco mejor.
Paula- ¿Tanto se me nota?
Doctora- Bastante. Contame... ¿Por qué viniste a verme?
Paula- Porque fui anoréxica y bulímica, y no sé si puedo tener hijos y... (Dije temblado)
Doctora- Tranquila. (Tomó mi mano) Decile a tu pareja que pase, así charlamos. (Asentí con mi cabeza, y salí. Le hice señas a Pepe y él se acercó)
Paula- Veni, pasa conmigo. (Dije tomándolo de su mano, a lo que él respondió entrelazando nuestros dedos. Entramos)
Pedro- Buenas tardes.
Doctora- Buenas tardes. Pasen y siéntense... (Eso hicimos. Sin soltar nuestras manos) Hablo un poco con él así vos te tranquilizas... (Yo asentí con mi cabeza y suspiré, aliviada) Explicame un poco la situación... ¿Tú nombre?
Pedro- Pedro.
Doctora- Pedro.
Pedro- Ella, fue anoréxica y bulímica, llegó a estar mal en serio, yo la conocí enferma...
Doctora- ¿Y no sabes si tú cuerpo está preparado para tener un hijo? (Preguntó dirigiéndose a mí y yo me limité a asentir con mi cabeza) Está bien... Y antes. ¿Vos Pedro? ¿Alguna complicación?
Pedro- No, tengo un hijo de cinco años. Con otra mujer... 
Paula- Nosotros nos separamos por este tema, hace seis años, y hace poco nos reencontramos, y la verdad que sola nunca me hubiese animado a venir... No puedo convivir más con la duda.
Doctora- Bueno, mira... Te voy a hacer las órdenes para varios estudios, son bastantes, no te asustes por eso. Acá te los podes hacer todos. Pero ahora tranquila, porque no te sirve de nada estar así. (Y al escuchar sus palabras mis ojos se llenaron de lágrimas) Hace años que laburo y he visto de todo, incluso chicas que estuvieron al borde de la muerte por enfermedades de este tipo y que pudieron ser mamas... Tranquila. De verdad. (Suspiré, sin saber que responder y ella lo entendió, asique se dedicó a hacer las órdenes. Pepe acarició mi mano y yo cerré mis ojos, como intentando que el tiempo pase más rápido, porque no aguantaba más allí adentro y para que mis lágrimas sean libres. Luego de que me dé todo y sacar los respectivos turnos, salí casi corriendo del lugar y Pedro me siguió)

Paula- Dejame sola. Por favor.
Pedro- No Pau...
Paula- Por favor. (Dije quebrándome. Él me abrazó y yo escondí mi cara en su pecho)
Pedro- No te voy a dejar sola. (Tomé aire para poder hablar) Tranquila... (Acarició mi espalda) Tranquila. (Me abrazó más fuerte, yo también lo hice) 
Paula- Vamos, hay que buscarlo a Tomi. 
Pedro- Escuchame... ¿Te dejo en tú casa y lo voy a buscar a Tomi?
Paula- Bueno. No da que me vea así, espero que mamá esté. 
Pedro- Veni. (Caminamos abrazados hasta el auto, y en silencio volvimos al edificio) Si tu vieja no está, te vas para mi casa.
Paula- Pero...
Pedro- Pero nada, no vas a quedarte sola, y si no estás en mi casa, voy a ir a la tuya a ver si estás sola o no.
Paula- (Lo besé y lo abracé) Te amo.
Pedro- Te amo. (Me abrazó y besó mi cuello)

Paula- Ma... (Dije entrando a casa) Mami. ¿Estás?
Eugenia- Sí Pau. Estoy acá... (Dijo saliendo de su cuarto y yo corrí a abrazarla. Llorando) ¿Qué pasa hija? (Y por más que quiera, no podía responder) Hey... (Me abrazó más fuerte) ¿Te peleaste con Pedro? (Negué con mi cabeza) Entonces... ¿Qué pasó? (Intenté responder... Pero no podía, me faltaba el aire de tanto llorar) Tranquila. (Pasé un rato en el refugio de los brazos de mamá y cuando estaba un poco más tranquila…)
Paula- Fui lo de una doctora, con Pepe... Pero no sé muy bien por qué lloro, porque solo me mandó a hacerme mil estudios... (Me separé un poco de ella)
Eugenia- Tranquila entonces. (Suspiré) Está bien que hayas ido, no podías seguir así.
Paula- Lo sé. Pero ahora no entiendo nada, no sé ni lo que siento, ni por qué lloro.
Eugenia- ¿Queres que te prepare un té y te acostas a descansar un ratito?
Paula- Bueno... (Dije y nos dirigimos a la cocina. Sonó el timbre, mamá atendió mientras yo buscaba un maldito té de tilo en las alacenas más altas. ¿Justo ahora no iba a haber?)
Eugenia- Hola Pepe.
Pedro- Euge... Solo quería saber si estabas, no quería que se quede sola... Y me iba a mentir.
Eugenia- Pasa si queres.
Pedro- Está Tomi solo en casa... (Yo me acerqué a la puerta) Cuando quieras, venís. (Sonreí solo un poco y salimos de mi departamento, mamá entró)
Paula- Necesito charlar con mi mamá. ¿Te enojas?
Pedro- No Pau... Tranqui. Solo
sabe que cuando quieras, podes venir.

Paula- Gracias. (Lo besé) De verdad.
Pedro- Te amo hermosa.
Paula- Y yo a vos... (Volvimos a besarnos y nos abrazamos) Anda con Tomi que debe estar solo.
Pedro- Prometeme que más tarde venís…

Asentí con mi cabeza, lo besé y cada uno entró en sus respectivos departamentos. Sin decir nada, agarré la taza y me dirigí a mi habitación, mamá me siguió. Yo me metí en la cama, tapando mis piernas con las mantas.

Eugenia- ¿Un poco más tranquila?
Paula- Eso creo… (Suspiré) Estoy muerta de miedo mamá, de pánico que se mezcla con dolor, bronca, angustia, dudas… Y culpa, culpa de que Pepe pase todo esto innecesariamente.
Eugenia- Primero… (Tomó mi mano) Espera a tener alguna certeza. Y segundo, para con la culpa, porque si él sintiera todo esto innecesario no se hubiese venido a vivir acá por vos.
Paula- Pero te juro que no sé cómo reaccionar, y lo único que me sale es llorar.
Eugenia- Sí lo necesitas, llora. Tenes que descargarte de algún modo. (Y en aquel momento escuchamos que llegó Valen)
Valen- ¿Hay alguien en casa? (Preguntó gritando)
Eugenia- Sí hija… (Respondió, también a los gritos y Valen se acercó, la saludó a mamá y dijo)
Valen- No, decime que no te peleaste con Pedro, por favor.
Paula- (Reí) No, es otra cosa.
Valen- A ver… Dejame adivinar. Sentís culpa porque vos hoy ibas al médico, y seguro que no te dijo nada, te mandó a hacer mil quinientos estudios, osea que no sabes nada, pero lloras, no sabes por qué, y te da culpa que Pedro se tenga que bancar todo esto. (Quise hablar pero me interrumpió) No respondas, ya sé que tengo razón. (Volví a reír y sin previo aviso, se abalanzó sobre mí. Abrazándome) Ai, hermanita, hermanita. Qué fácil es sacarte la ficha a vos eh.
Paula- Basta de burlarme nena que me siento mal en serio.
Valen- Ui, bueno, bueno. Perdón.
Paula- Basta, en serio. No seas mala.
Valen- Es que Pau… Yo entiendo que es algo que te duela, pero pensá en positivo, todavía no tenes ninguna certeza. Ninguna. No llores de ante mano, no tiene sentido.
Eugenia- Escuchala Pau.
Valen- Eso, que soy más chica que vos pero de vez en cuando digo algo razonable. (Reí y nos abrazamos) Tranquila hermanita. (Dijo y se separó un poco de mí) Que vos vas a ser mamá, yo tía y mamá abuela… (Y en la última frase rio) ¡Abuela mamá! ¡Estás hecha una vieja!
Eugenia- ¡Valentina!
Paula- Una abuela joven…
Valentina- Bueno, si se van a complotar en mi contra…
Eugenia- No, en contra tuya no… De Pau, sí. (Dijo y se miraron con Valen para empezar a hacerme cosquillas)
Paula- No, no. Dale. (Dije riendo e intentando pararlas)
Valen- Si no lloras más. (Sonreí y volvimos a abrazarnos)
Eugenia- Verlas siempre tan unidas me hace notar que no me equivoqué en lo más importante a la hora de criarlas… Amo ver como se quieren, y la relación que tienen.
Paula- (Sonreí) Nos criaste de la mejor manera mami, y vos también te podes unir al abrazo eh.
Valen- No te excluyas que a vos también te queremos. (Ella sonrió y nos abrazamos las tres)
Eugenia- Las amo.
Paula- Nosotras a vos mami…

Un rato después, mamá se había ido a trabajar y Valen y yo seguíamos en mi cama…

Paula- Hermosa… ¿Vos estás mejor? Con todo mi mambo te estoy dejando un poco de lado.
Valen- Sí Pau. Y de verdad… Gracias por preocuparte.
Paula- Siempre me voy a preocupar por vos Valen, siempre vas a ser mi bebe.
Valen- No. Que no te pegue el viejazo. Por favor.
Paula- Deja de pelearme un poco nena… (Reímos)

jueves, 25 de abril de 2013

Capítulo 32


Más tarde, Valen se había dormido, pero yo no lograba hacerlo. Salí de su cuarto y volví al de mamá…

Paula- ¿Despierto?
Pedro- Sí, hace un rato me desperté y me di cuenta que no estabas, pero como te escuché hablar con Valen, bah, escuché ruido, no quise molestar.
Paula- No molestabas igual… (Dije acostándome a su lado) Y molestarías menos si me recetas algo mágico para dormirme.
Pedro- ¿Para dormirte o para que te pare la cabeza?
Paula- Ambas. Anoche tampoco dormí nada, no puedo más. La siestita no alcanzó.
Pedro- Veni… (Dijo abrazándome contra su pecho)
Paula- (Suspiré) Tengo mucho miedo.
Pedro- Con el miedo no llegas a nada Pau.
Paula- Lo sé, pero no lo puedo controlar.
Pedro- (No dijo nada, solo me tapó y apoyó su mentón sobre mi cabeza, comenzando a acariciar mi espalda) Tranquilizate y descansa. Te va a hacer bien.
Paula- Te amo Pepe… (Dije y cerré mis ojos, abrazándolo. Aferrándome a él)
Pedro- Te amo hermosa…

A la tarde siguiente, fuimos al estudio y nos propusieron dirigir coreográficamente la próxima comedia musical que presentarían, un desafío pero que la verdad nos interesó, sobre todo porque los ensayos arrancarían dentro de semanas, y de solo pensar lo que me va a tocar pasar, está bueno (dentro de lo que es) no tener que venir acá y laburar.

Más tarde, fuimos con Pepe y Tomi a averiguar a distintas escuelas, y después de pensarlo algunos días, bah, en realidad lo pensó él, decidió anotarlo en la misma escuela a la que va Valen.

-

Era la noche anterior a ir al médico, y el estado de Pau era indescriptible, solo sabía que tenía que estar con ella… Aunque ¿La verdad? Yo también estaba algo preocupado y angustiado, entre los dos no hacíamos ni media.

Paula- Voy a preparar algo para comer… (Dijo y se levantó)
Pedro- Yo no tengo hambre Pau.
Paula- Yo tampoco. Pero Tomi seguro que sí.
Pedro- Calentale lo que sobró de anoche, no te preocupes.
Paula- Deja que le pregunto a él.
Pedro- Pau…
Paula- Dejame, necesito despejarme.
Pedro- Está bien… (Suspiré y dejé caer mi espalda sobre el sillón)

Tomi comió, en compañía de Pau y yo seguía en la misma posición, con mis piernas sobre el sillón de enfrente, pensando, o algo así. No sé.
Pau lo acompañó a dormir, pero nunca volvió, asique, me levanté y fui a buscarla. La encontré en mi cuarto, a oscuras… Llorando.

Pedro- Pau. ¿Puedo pasar?
Paula- Emm… Si tenes ganas de bancarme así, sí.
Pedro- (Caminé hacía la cama y me arrodillé frente a ella, prendí la luz y corrí el pelo de su cara) ¿De qué te sirve estar así si todavía no sabemos nada?
Paula- Te pregunto lo mismo a vos, aunque no llores, sé que te sentís como yo. Y me puede que te hagas el fuerte, pero tus ojitos hablan por vos… Y eso me angustia más, no quiero decepcionarte.
Pedro- (Tomé su mano y deje caer una lágrima) No me decepcionarías.
Paula- Sí Pepe… ¿Qué clase de mujer no puede darle un hijo al amor de su vida? (Dijo con bronca y con angustia)
Pedro- Para mi amor… No sabemos nada todavía.
Paula- Yo sí lo sé.
Pedro- ¿Sos médica?
Paula- No.
Pedro- ¿Entonces?
Paula- No sé. No sé ni lo que siento, ni lo que digo. No sé si lloro por miedo, por bronca, por angustia, por culpa o por qué carajo. (Me acosté a su lado, quedando enfrentado a ella) Siento que mañana no voy a poder ir a ningún lado…. Que no voy a poder hacer nada.
Pedro- ¿Vos queres seguir así?
Paula- No, no puedo más así…
Pedro- Entonces vas a ir, vamos a ir.  (Suspiró) Y ahora descansas antes de morir deshidratada, o de tanto darte máquina. (Apoyó su cabeza en mi pecho y yo agarré las mantas que estaban a mi lado y nos tapé, abrazándola)
Paula- Te deberías ganar un premio por haberte enamorado de una mujer tan complicada.
Pedro- (Reí) Me enamoré de la mejor mujer de la que me pudiera haber enamorado. El único problema es que no me gusta verla triste, y que muchas veces deseo que no todo en su vida, o en la nuestra, sea tan complicado… Pero es lo que nos tocó y hay que pasarlo, seguro que después de tantas cosas feas se viene algo hermoso.
Paula- Enseñale ese optimismo a esa mujer, porque no lo tiene.
Pedro- ¿Cómo?
Paula- Si supiera… (Dijo y suspiró. Sentí que él comenzó a masajear mi nuca y yo cerré mis ojos) Lo peor de todo es que mañana no me van a decir nada.
Pedro- Capaz que sí. Tranquila, que ahora todo esto no te sirve de nada. (Apagué la luz) Descansa…
Paula- Lo veo imposible.
Pedro- Sh… (Dije y comencé a mimarla, acción que repetí durante demasiado tiempo)
Paula- Lo del premio ya lo digo en serio.
Pedro- (Sonreí) Al menos ya no lloras. Surge efecto.
Paula- No podes ser tan lindo, ni tan tierno. (Besó mi cuello) Te amo mi amor.
Pedro- Te amo hermosa. (Besé su frente y ella volvió a acomodarse sobre mí, y después de otro largo rato, por fin, se durmió)

Al día siguiente, después de llevarlo a Tomi al jardín, al cual, por suerte, se adaptó súper rápido, volví a casa y preparé un desayuno, lo dejé en la bandeja y fui al cuarto. La bandeja en la cómoda y yo acostado a su lado, acariciando suavemente su espalda, con mi cara a centímetros de la suya.

Pedro- Buen día… (Susurré cuando sentí que su respiración cambió, se había despertado)
Paula- Hola. (Respondió desganada y yo la besé)
Pedro- Buen día…
Paula- (Sonrió) Buen día.
Pedro- Ahora me gusta más… (Acaricié su mejilla) Preparé el desayuno, y antes de que me digas que no, ayer no cenamos, asique vamos a desayunar.
Paula- Prefiero empezar el día comiendo, y no llorando.
Pedro- ¿Te contagié un poquito el optimismo?
Paula- Puede ser…
Pedro- Capaz fue el poder de todos mis mimos.
Paula- Puede ser… (Dijo y acarició mi mejilla) Gracias por siempre saber cómo tranquilizarme.
Pedro- Nada que agradecer. (Volví a besarla) ¿Desayunamos?
Paula- Dale.

-

Me sentía al borde del abismo, a punto de caerme. Me sentía flotando en el medio de la angustia, del miedo.

Mis pasos eran inestables, lo sentía, lo sabía. Y así estaba yo, inestable, y podría definirme así porque no sabía cómo explicar todo lo que me pasaba por la mente, y por el corazón.

Como para variar un poco, retraso de una hora y un poco más… ¿Cómo soporto tanta espera? ¡No puedo más! Nos alejamos de toda la gente, sentándonos en el suelo, en un costado, contra la pared.

Paula- Exlicame como hago para aguantar una hora y media más.
Pedro- Si lo supiera, te diría. (Tomó mi mano) Yo también quisiera saberlo.
Paula- (Suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro) Siento que en cualquier momento caigo al vacío.
Pedro- Sh… (Tomó más fuerte mi mano) No te dejaría caer.
Paula- Te amo.
Pedro- Te amo. (Y nos besamos)

miércoles, 24 de abril de 2013

Capítulo 31


Esa noche, ellos vinieron a cenar a casa, sería una especie de reencuentro entre mamá y Pedro, porque en Buenos Aires no se habían visto, y ambas, mamá y Valen, conocerían a Tomi. Además, ambos conocerían al novio de mamá, Pablo.
Paula- Hola... (Dije abriendo la puerta, le di un beso a Pepe y saludé al enano)
Pedro- Hola. (Dijo sonriendo y preguntó al oído) ¿Mejor?
Paula- Sí... Pero no hablemos ahora, por favor.
Pedro- Solo quería saber si estabas un poco mejor.
Paula- Un poco, gracias. (Volví a besarlo) Pasen... (Dije invitándolos a pasar. Fuimos hasta el comedor, tomados de la mano y Tomi se escondía detrás de él, con verguenza)
Pedro- Buenas... (Dijo y se acercó a saludar a Valen, Tomi seguía atrás mío) Hola hermosa. (Y la abrazó) Yo ya sé que sabes que sé todo, pero tranquila que no te voy a juzgar, ni a retar. Solo sabe que contas conmigo.
Valen- Gracias Pepe. (Y después de escuchar aquellas palabras, sonreí)
Paula- Veni Tomi. (Dije tomándolo de la mano y acompañándolo a saludar. Una vez pasadas todas las presentaciones, nos sentamos a cenar y noté como Valen jugaba con la comida, pero no comía...)

Terminamos de comer, y estábamos en el living, tomando café, Tomi se había quedado dormido y lo llevé a mi cuarto, momento en el cual pase por el de Valen, y toque la puerta.

Paula- Valen… (Dije entrando)
Valen- No, andate Pau.
Paula- No comiste nada, me di cuenta.
Valen- No quiero hablar ahora, anda para que no se preocupen.
Paula- Pero yo estoy preocupada por vos.
Valen- No tenes que preocuparte porque lo único que voy a hacer es dormir ahora. (Dijo sobrándome)
Paula- (Suspiré) Hey, no me hables mal. Si queres estar sola, te dejo.
Valen- Perdón, no quiero tratarte mal. Estoy enojada conmigo, no con vos.
Paula- Tranquila… ¿Queres estar sola?
Valen- Por favor.
Paula- Cualquier cosa me mandas un mensajito al celular y yo vengo. ¿Sí?
Valen- Gracias…
Paula- No agradezcas hermosa. Y no te olvides sí, yo pongo alguna excusa y vengo. No te encierres en vos misma si necesitas hablar. (Ella no dijo nada, solo se acercó a mí y me abrazó, yo también lo hice) Tranqui. ¿Sí?
Valen- Gracias, de verdad. Pero ahora quiero pensar un poco, o no sé. Ordenar o entender lo que me pasa.
Paula- (Me separé un poco de ella) Entonces te dejo hermosa. (Besé su mejilla) Solo sabe que contas conmigo, a la hora que sea, y esté acá o en lo de Pepe.
Valen- (Sonrió, solo un poco) Gracias por darme tanta confianza Pau, de verdad.
Paula- (La abracé) De nada Valen, te entiendo más que nadie… Y por eso quiero ayudarte.

Paula- (Volví a sentarme en el sillón, al lado de Pepe) Amor… ¿Qué arreglaste con el estudio? (Pregunté, ya que mamá y Pablo hablaban entre sí)
Pedro- Me dijeron que nos citan a los dos en una reunión, que tienen una propuesta para hacernos, y ahora que me doy cuenta se me re paso decirte.
Paula- Menos mal que pregunto entonces… (Reímos)
Pedro- Perdón es que…
Paula- Te estoy jodiendo tonto, tenemos la cabeza en otro lado los dos, lo sé… (Hice una pausa) ¿No te dijeron que tipo de propuesta?
Pedro- No, ni idea.
Paula- ¿Y cuándo tenemos que ir?
Pedro- Mañana, a la tarde.
Paula- Está bien… Amor… ¿Te queres quedar a dormir hoy acá? Y mañana si queres te ayudo a acomodar toda tú casa.
Pedro- ¿Por Valen? (Preguntó susurrando)
Paula- Sí…
Pedro- Si no molestamos.
Paula- Nunca. (Lo besé)
Eugenia- Perdón que escuche… Pero Pablo y yo nos vamos, pueden dormir tranquilos… Pero. ¿Qué pasa con Valen?
Paula- Nada ma, está un poco mal por un pibe, y me da cosa dejarla sola.
Eugenia- ¿Segura, no?
Paula- Sí mami.

Tomi nunca más se despertó, asique Pepe lo cambió dormido y lo metimos en mi cama, Valen se había quedado dormida y mientras Pedro estaba en el  baño yo prendí la computadora, decidida a pedir un turno para ir al médico.

Pedro- ¿Qué andas haciendo? (Preguntó posando su mentón en mi hombro, abrazándome por la cintura)
Paula- Estoy pidiendo un turno…
Pedro- (Besó mi mejilla) ¿Estás segura, no?
Paula- Sí, no puedo vivir con esta duda.
Pedro- No quiero que lo hagas por mí… Y además, no sé si es el momento de tener un hijo, ahora, ya.
Paula- Lo sé, y no es eso lo que pretendo… Pero no puedo más así.
Pedro- Si es tú decisión y lo queres hacer, sabes que tenes mi apoyo.
Paula- Gracias…
Pedro- (Volvió  a besar mi mejilla y me abrazó más fuerte) Siempre juntos. Siempre.
Paula- Te amo. (Giré un poco mi cabeza para poder besarlo)
Pedro- Te amo. (Volvimos a besarnos)

Conseguí turno para dentro de dos semanas, lo cual no sabía si era bueno o malo… Pero conciliar el sueño aquella noche era imposible. El tema no dejaba de dar vueltas en mi cabeza, me levanté a tomar algo y me encontré con Valen, quien hacía lo mismo.

Paula- Veo que el hacerse la cabeza de noche es de familia. ¿No?
Valen- Parece… (Reímos)
Paula- No dormí nada anoche, y por lo que veo, hoy tampoco.
Valen- Al menos nos hacemos compañía…
Paula- ¿Vamos a tu cuarto? Acá hace frío, en el mío está Tomi y en el de mamá, Pepe.
Valen- Creo que nos invaden. (Reímos)

Fuimos a su cuarto, y nos metimos en la cama….

Paula- ¿Queres arrancar vos?
Valen- (Rio) No sé qué decirte igual… No vale la pena que lo haga por ellos.
Paula- Me hace bien saber que lo entendes.
Valen- Me siento rara igual.
Paula- Es raro…
Valen- También. Pero no quiero, no quiero entrar de verdad ahí.
Paula- Y no vas a entrar. No estás sola.
Valen- ¿Sabes que nunca me podría haber tocado una hermana mejor? Aunque me cargosees…
Paula- (Reí) ¿Mucho te cargoseo? (Dije y besé su mejilla, reiteradas veces)
Valen- Demasiado Paula… (Volvimos a reír) Pero sos lo más, y por eso, ahora vas a hablar vos.
Paula- Es un quilombo mi cabeza… (Suspiré) Saqué turno para ir al médico.
Valen- ¿Para hacerte los estudios?
Paula- Sí…
Valen- Está buenísimo que lo hagas Pau, es hora que lo hagas.
Paula- Pero me llena de miedo.
Valen- Y si no te llenas de dudas. Además, ahora lo tenes a Pedro con vos, que sé que es mejor que mamá y yo juntas.
Paula- No seas tonta.
Valen- Te jodo, tenes los ojitos tristes y no me gusta.
Paula- Y a mí no me gustan los tuyos tristes.
Valen- Creo que las dos mal nos caemos en picada…
Paula- (Reí) Me da bronca estar así, tanto espere volver a tenerlo cerca…
Valen- No, no arranques con la culpa.
Paula- Es lo que me sale…
Valen- Bueno, que no te salga.
Paula- Eso intento, pero se complica.
Valen- Pau, sí Pepe se vino para acá, es porque te ama, a pesar de todo.
Paula- Lo sé, lo siento… Pero el miedo es por mí también. No quiero saber la verdad, no estoy preparada.
Valen- Tranquila… (Dijo y me abrazó)


martes, 23 de abril de 2013

Capítulo 30

Pedro- Me duele escucharte así.
Paula- A mí estar así, y cargarte con todo esto a vos.
Pedro- Deja de preocuparte por mí, porque así es como vos te dejas como último orejón del tarro y seguís estando así.
Paula- (Suspiré) Te juro que no sé qué hacer… Tuve todo esto guardado mucho tiempo, el extrañarte era la excusa para estar mal, pero a lo demasiado que te extrañaba se le sumaba todo esto. Tengo muchas cosas acumuladas que, como siempre, recaen en vos.
Pedro- ¿Sabes que en cierto modo me gusta que recaigan en mí? Porque eso quiere decir que te doy la confianza y la contención suficiente, si no, no lo harías.
Paula- ¿Por qué siempre sos capaz de rescatar algo lindo de todo?
Pedro- Mmm… No sé. (Rio) Cuando vos quieras, sientas y estés preparada, vamos a un médico, médica o lo que quieras…
Paula- Te amo. (Dije y hundí mi cara en su cuello)
Pedro- Te amo Pau. (Besó mi frente y me abrazó más fuerte) Mucho.

-

Un rato más tarde, Tomi se había despertado y cuando salió de bañarse, preguntó.

Tomás- Pa… ¿Qué le pasa a Pau?
Pedro- Está un poco triste…
Tomás- ¿Por qué?
Pedro- Son cosas de grandes Tomi.
Tomás- Pero quiero saber… ¿No le gusta que estemos acá? (Preguntó algo desilusionado)
Pedro- No enano, no es eso. Te lo aseguro.
Tomás- ¿Y entonces que es?
Pedro- A ver… (Dije sentándolo sobre mis piernas) Cuando Pau y yo nos conocimos ella estaba enferma, de algo que es difícil de explicarte, pero eso que ella tuvo, hoy en día, todavía, le hace un poquito mal… Y por eso está así.
Tomás- Pero… ¿Sigue enferma?
Pedro- No, ella ya está bien. Solo que un poquito triste.
Tomás- Ah…
Pedro- ¿Y sabes que podes hacer ahora?
Tomás- ¿Qué?
Pedro- Ir a buscarla al cuarto, que debe estar acostada, darle un abrazo y llenarla de mimos. (Él solo sonrió y corrió a buscarla)

-

Tomás- Pau… (Escuché que dijo desde la puerta, escuché porque estaba a oscuras) ¿Puedo pasar?
Paula- Sí, pasa lindo. (Dije intentando disimular mis lágrimas) ¿Qué pasa? (Pregunté y él prendió la luz del velador, para sentarse a mi lado)
Tomás- Que no me gusta que estés triste…
Paula- (Sonreí) ¿Me das un abrazo bombón? (Él no dijo nada y se acostó sobre mí, abrazándome)
Tomás- Yo estoy feliz de estar acá con vos… ¿Vos no?
Paula- No mi amor, no es eso…
Tomás- Papá me dijo que estuviste enferma, antes… Y que ahora estás triste por eso.
Paula- Sí, algo así… (Dije un poco aliviada, no sabía cómo explicárselo)
Tomás- Pero si ya estás curada, no tenes que estar triste Pau.
Paula- (Mordí mi labio muerta de amor) Las cosas cuando creces suelen ser un poco más complicadas.
Tomás- ¿Por qué? ¿No pueden hacer todo fácil como nosotros, los nenes?
Paula- Ojala pudiéramos enano, ojala… (Lo abracé más fuerte)
Tomás- Yo te quiero mucho Pau, y me encanta que seas la novia de papá, que nos hayamos venido a vivir acá, y que estemos los tres juntos.
Paula- Te quiero mucho Tomi. Mucho.
Tomás- Y quiero que seas mi mamá, y la mamá de un hermanito, o de una hermanita… (Sonreí, intentando disimular mis lágrimas, y en ese momento Pepe entró al cuarto, quien estaba observándonos hacía un rato)
Pedro- Uia, me parece que me están invadiendo el terreno. (Dijo y él y yo reímos)
Paula- Veni que te hacemos un lugarcito.
Tomás- La podemos compartir. (Dijo y largué una carcajada)
Paula- ¿Qué sería yo entonces? ¿Un juguete que comparten?
Pedro- (Rio) No, sos la mujer más importante de nuestras vidas. (Dijo ya acostado a mi lado y yo sonreí) Somos una famila, rara, atípica, golpeada y recién arrancando… Pero una familia.
Paula- (Giré mi cabeza, solo un poco, para poder depositar un beso en su nariz) Los amo, a los dos. Y me hace muy bien saber que ahora tengo un lugar en su familia.
Pedro- Un lugar fundamental en nuestra familia. (Sonreí)
Tomás- Sos la que nos cuida, papá hacía un lío cocinando, lavando y esas cosas… (Reímos) Por eso, vos nos cuidas.
Paula- Toda la vida hermoso. (Besé su frente y Pedro apagó la luz)
Pedro- ¿Podemos dormir una siesta los tres juntos?
Paula- Por favor, que no dormí nada.

Nos dormimos los tres abrazados, y en medio de mimos. Me desperté con el sonido de mi celular, lo agarré y salí con cuidado del cuarto para no despertar a nadie.

Paula- Hola…
Valen- Pau. ¿Podes venir? Por favor. (Escuché que dijo en medio de lágrimas)
Paula- ¿Qué pasa hermosa? (Pregunté preocupada e intentando despertarme)
Valen- Veni…. Te necesito.
Paula- Ahora voy. Tranquila. (Me calcé y salí corriendo para mi departamento, cuando entré busqué a Valen por toda la casa y la encontré en mi cuarto, hecha un bollito en un rincón de mi cama, abrazando un almohadón) ¿Qué pasa? (Pregunté sentándome a su lado, acariciando su pelo)
Valen- Que vomité de nuevo, eso pasa. (Dijo titubeando su voz, temblando)
Paula- (Suspiré) Tranquila mi amor….
Valen- Te juro que desde la vez que hablamos no lo hice de nuevo, hasta recién. Es que….
Paula- No intentes justificarte, porque no te voy a retar. Muchas veces ni tiene explicación. Lo único que puedo hacer ahora, y lo mejor que puedo hacer, es contenerte. Y acá me tenes…
Valen- Abrazame, por favor. (Pidió sentándose, con las pocas fuerzas que tenía, y yo la abracé, lo más fuerte que pude)
Paula- Tranquila chiquitita, no va a ser la última vez que lo hagas. Es muy poco probable que lo sea, porque es difícil de un día para el otro pensar o creer que no lo vas a hacer nunca más. Pero tranquila que no estás sola.
Valen- Gracias Pau.
Paula- Sh… No tenes nada que agradecer.

Un rato después, cuando ella estaba un poco más tranquila, sonó mi celular.

Paula- Hola.
Pedro- Amor. ¿Qué pasó que te fuiste?
Paula- Perdón que no te avisé, es que Valen me llamó y no me di cuenta…
Pedro- ¿Segura, no?
Paula- Sí Pepe, de verdad.
Pedro- ¿Me puedo quedar tranquilo por vos entonces?
Paula- Sí mi amor, gracias.
Pedro- ¿Y por Valen?
Paula- Mejorando…
Pedro- Te dejo entonces. Cualquier cosa que vengas, avisa porque ahora me voy con Tomi al estudio.
Paula- ¿No queres dejármelo?
Pedro- No amor, quédate con Valen que te necesita. Hablamos o nos vemos más tarde.
Paula- ¿Seguro?
Pedro- Sí amor… Un beso.
Paula- Otro para vos, gracias por lo de anoche, lo de hoy… Te amo.
Pedro- Sabes que no tenes nada que agradecer, yo también te amo. (Sonreí y cortamos)

Valen- Perdón, estabas con Pedro y los interrumpí.
Paula- Solo estábamos durmiendo una siesta los tres, no interrumpiste nada, tranquila. (Tomé su mano) Y no te preocupes por eso ahora. ¿No queres descansar un rato así cuando vuelve mamá no te ve tan angustiada? Aunque en realidad yo no debería estar aconsejándote esto, mamá lo debería saber.
Valen- No Pau, por favor no. (Dijo muerta de vergüenza y recordé la charla con mamá de hacía tantos años, cuando le confesé todo… Moría de vergüenza, de miedo)
Paula- Está bien, si nada empeora, y mejoras, no lo va a saber. Entiendo la vergüenza que sentís, y tenes la suerte, o eso creo, de tener una hermana mayor que quiere y puede hacerse cargo de vos.
Valen- Gracias. Sos la mejor, lo sabes.
Paula- Te quiero mucho enana, ya no enana. (Reímos)
Valen- Te quiero hermanita. (Y volvimos a abrazarnos)


lunes, 22 de abril de 2013

Capítulo 29


Paula- Me da mucho miedo. (Dije intentando contener mis lágrimas)
Pedro- (Tomó mi mano más fuerte) Pero… ¿No es más sano saber la verdad?
Paula- Puede ser. No sé.
Pedro- Yo estoy con vos. ¿Sabes?
Paula- Gracias. (Y lo abracé, hundiendo mi cara en su pecho, él me abrazó también) No hay nada que quiera más en la vida que formar una familia con vos.
Pedro- Y la vamos a formar, te lo prometo.
Paula- Te amo con toda mi alma mi amor, y lo que menos quiero es hacerte sentir mal con todo esto, sentirme más amada por vos ya sería un exceso.
Pedro- Te amo mi amor, y prefiero que me digas todo a que te lo guardes y te hagas mierda. (Me abrazó más fuerte y me deje vencer en sus brazos, descargando todo lo que tenía adentro mediante lágrimas, nunca había podido abrirme con alguien respecto a este tema, y en cierto punto sentía que me estaba quitando una enorme mochila de la espalda) Con todo el amor que tenes, es imposible que la vida te quite la posibilidad de entregarlo.
Paula- (Sonreí, solo un poco, muerta de amor  y ternura, y me aferré aún más a él) Sos demasiado tierno, espero poder entregártelo a vos...
Pedro- Todos los días. (Depositó un beso en mi frente y yo erguí mi vista, mi cabeza en realidad, para poder darnos un beso) Te amo.
Paula- Te amo. (Volvimos a besarnos y yo me hice un bollito, apoyando mi cabeza en sus piernas)
Pedro- No llores más... (Dijo comenzando a acariciar mi pelo, y así estuvo por un largo rato, hasta que yo me tranquilicé un poco y empecé a bostezar) ¿Vamos a dormir amor?
Paula- Bueno... (Dije y me levanté, él secó mis lágrimas y me besó) Voy a lavarme la cara y vengo... (Me levanté y fui al baño, cuando volví él me esperaba apoyado en el umbral de la puerta. Me abrazó por la cintura y nos acostamos, él en el medio, lo acomodamos a Tomi a su lado, y yo del otro)
Pedro- Descansa, y no te des máquina.
Paula- (Reí) Te amo Pepe.
Pedro- Te amo hermosa.
Él me mimaba, aunque en un momento dejó de hacerlo porque se quedó dormido, y fue en ese instante en el que me sentí más vulnerable que nunca, me sentía sola y con la libertad de llorar sin que nadie seque mis lágrimas.
Con cuidado, me levanté, tomé una manta que había suelta en la cama, me enrosqué en ella y salí al balcón. Sentándome contra la pared y observando el amanecer, sin dejar de llorar. Sin poder dejar de recordar cada cosa que había pasado a partir de esa maldita enfermedad, años, casi una década, que había entrado en este pozo oscuro, del cual nunca termino de encontrar la salida, nunca logro encontrar la luz completa. Siempre creí que encontrando a Pedro toda ésta angustia iba a cesar, pero no, no fue así. Quizás un poco, un poco bastante, pero esta inquietud mezclada con angustia seguía latente, más que nunca.

Pedro- Creí que íbamos a dormir… (Dijo sentándose a mi lado, envuelto en otra manta)
Paula- Eso intenté…
Pedro- (Posó su mano sobre la mía, que estaba debajo de la manta, yo apoyé mi cabeza en su hombro) Te dije que no te maquines eh.
Paula- (Reí) No puedo más así. ¿Vos me acompañas en serio?
Pedro- No me lo tenes ni que preguntar, obvio que voy con vos mi amor.
Paula- Gracias. (Suspiré)
Pedro- Yo voy a estar con vos, pase lo que pase. (Me abrazó por el costado y acarició mi brazo)
Paula- Quiero poder tener una familia, es simplemente eso. Lo que desea cualquier persona, cualquier mujer.
Pedro- Y la vas a tener, la vamos a tener. Y en cierto punto, lo que tenemos, es una especie de familia, algo rara, sí. Pero el enano te ama, lo sabes.
Paula- Lo siento… Pero no es lo mismo. Sea como haya sido, vos tenes a tú propio hijo, de tú sangre, es tú hijo, no es que te esté echando la culpa a vos, pero vos sabes lo que es eso, yo no. Y no sé si lo voy a saber. ¿Entendes?
Pedro- Lo entiendo, te juro que te entiendo, pero te estás haciendo la cabeza por algo que no sabes.
Paula- Es casi obvia la realidad Pedro.
Pedro- No mi amor, no.
Paula- Sí Pedro.
Pedro- No Pau. Tene fe.
Paula- Ya la perdí, hace demasiado tiempo.
Pedro- Creí que el reencontrarnos te la había despertado de nuevo.
Paula- (Suspiré) Lo que menos quiero es que vos te sientas mal con todo esto mi amor. Vos no tenes la culpa de nada, y no es que no me haya hecho bien que vuelvas a estar conmigo, sabes que es todo lo contrario. Pero es un tema que me angustia y me inquieta desde que tuvimos una relación formal, y sé que nos peleamos por esto, y por eso muchas veces me da temor mencionarte algo sobre esto… No sé, es raro. Es un embrollo lo que me pasa.
Pedro- Pero escuchame mi amor, eso pasó hace años, los dos crecimos, maduramos, cambiamos. Creo que ahora no te irías a la mierda después de discutir conmigo. ¿No? (Yo negué con mi cabeza) Y, te juro que no me haces sentir mal con todo esto, siento que te hace bien estar conmigo, que nos amamos, como siempre, o más que antes… Y a los dos nos  hace bien estar juntos de nuevo, porque estar separados era totalmente inútil.
Paula- Sí… (Suspiré) Pero de verdad, vos no tenes nada que ver… Y perdón si te hice sentir mal por lo que te dije de Tomi, y perdón si te transmito mal las cosas, yo no es que no lo quiera, lo adoro, pero me muero por ser mamá, mamá de verdad, y con vos.
Pedro- Tranquila, que te entiendo, todo. (Besó mi mejilla) Y ese sueño se nos va a cumplir.
Paula- Es lo que más quiero…
Pedro- Y cuando uno desea mucho algo, se cumple.
Paula- (Entrelacé mis dedos con los suyos y levanté mi cabeza, para poder mirarlo) Gracias, gracias por escucharme, por entenderme, cuidarme, mimarme. Gracias por amarme, así como soy, con mis embrollos, mis problemas… Gracias mi amor. (Dije en medio de lágrimas) Te amo, más de lo que pueda explicarte.
Pedro- (Secó mis lágrimas) Te amo con mi vida Paula. (Rosó mi nariz con la suya y me besó, tomándome por la cintura, yo por su cuello, pero no soporté el aguantar las lágrimas y lo abracé. Él me abrazó muy fuerte y beso mi cuello, mientras acariciaba mi espalda)
Paula- Te amo. (Dije abrazándolo lo más fuerte que podía, dentro de las pocas fuerzas que tenía)
Pedro- Te amo mi amor. (Nos separamos un poco y volvimos a besarnos) ¿Queres bañarte y preparo algo para desayunar?
Paula- Mmm… Bueno. Y perdón, no era esta la bienvenida que quería darte.
Pedro- Sh… (Volvió a besarme) Anda, dale.  Y no te enrosques.
Paula- Eso intento. Me voy a casa y vengo.
Pedro- Apurate, o en otras palabras, no te quedes llorando sola. (Sonreí)
Paula- Me conoces demasiado. (Reímos)

Llegué a casa, con cuidado porque eran las seis y media de la mañana y después de buscarme algo de ropa fui a bañarme. Bajo la ducha fue inevitable no volver a llorar, pero cuando salí me propuse tranquilizarme y dejar de llorar.
Tanto extrañarlo, tanto desear volver a verlo, tanto querer volver a iniciar una vida a su lado y yo ¿Llorando? Era igual que siempre, yo arruinando todo con mi llanto. Quería cambiar mi actitud, al menos por hoy.
Toque timbre en su casa y él me recibió ya bañado y con un desayuno bastante improvisado, con lo poco que tenía...
Mientras levantábamos las cosas del desayuno....
Pedro- No te creo que ya estás bien, ni esa actitud de que nada paso eh. Te lo aviso para que no sigas esforzándote.
Paula- Odio que me conozcas tanto. (Suspiré) Me cansé de arruinar todo con mis llantos, mis lágrimas... Siempre termino cagando todo, y me da culpa. No quería recibirte así, no quería que nuestro reencuentro sea así, yo no quiero ser así, quisiera no haber pasado por todo lo que pase, y no se... Siempre terminamos igual. Yo llorando y...
Pedro- Y nada. (Secó mis lágrimas y me abrazó)
Paula- Deseaba reencontrarnos para que la angustia se vaya y no... ¿Estoy destinada a no saber que mierda es la felicidad? (Pregunté en medio de lágrimas y sollozos)
Pedro- Hey... no. ¿Cómo vas a decir eso?
Paula- Es lo que siento. La mierda que siento... Y ahora vuelve esa angustia y esa culpa de que vos tengas que bancarme así, y no quiero que así sea, y no se...
Pedro- Creeme que
si yo no quisiera bancarte, como decís vos, no hubiese iniciado ésta conversación. (Se separó un poco de mí, yo cerré mis ojos con fuerza para dejar que las lágrimas salieran con libertad, él las seco con sus pulgares y yo abrí mis ojos) ¿Vos te acordas que yo te prometí que íbamos a ser felices?
Paula- Sí, y me encanta creer en esa promesa, pero tampoco tiene que ser responsabilidad tuya.
Pedro- No es responsabilidad mía, es de los dos.
Paula- ¿Y si yo no puedo cumplir con mi parte de la promesa?
Pedro- ¿Y si confías en que sí?
Paula- ¿Qué era la fe? Ya la perdí hace tiempo.

domingo, 21 de abril de 2013

Capítulo 28


Me instalaría en España por tiempo indefinido debido a trabajo. Por eso me iría, para mi familia. Claro está.

Mi casa era un caos (O más que eso) ¡Un desastre!

Fede se mudaría para acá, asique solo debía guardar ropa y ese tipo de cosas, aunque no todo, no me tenía que olvidar que viajaba en avión.

‘Explicame como te organizaste para mudarte de un continente a otro. Esto es un desastre’

‘Jajajajajjaaj, mi amor! Eso es porque sos hombre!’

‘Qué mala! Jajajaja’

‘Tampoco te traigas todo porque no subís al avión! Ajajajajajaj’

‘No te rías de mí!’

‘Bueno che! Te extraño, quiero que llegues ya!’

‘Faltan solo horas mi amor!’

‘Que se me están haciendo eternas…’

Dejar todo atrás, dejar Argentina atrás. Empezar una nueva vida, la vida que yo quiero. La única que quiero, al lado del amor de mi vida y con mi hijo.
Tomi durmió todo el viaje, pero yo no podía dejar de pensar en la locura que estaba por hacer… O que ya estaba haciendo… Aunque, no me arrepentía de nada. Era lo que esperaba, lo que soñaba desde el momento en que la conocí, pasar mi vida junto a ella.

El avión aterrizó y ahí la vi, sonriendo. Baje del avión, con Tomi de la mano y corrimos a abrazarla.

Pedro- Hola mi amor. (Dije y la besé)
Paula- Hola. (Dijo y sonrió, volviendo a abrazarnos los tres)
Tomás- ¡Al fin!
Pedro- Al fin los tres juntos, y para siempre. (Volvimos a besarnos y noté que Pau tenía los ojitos llenos de lágrimas, la abracé más fuerte) No llores. (Ella rio) Te amo. (Susurré en su oído)
Paula- Te amo. (Susurró también en mi oído y besó mi cuello)

Después de retirar el equipaje y hacer trámites, fuimos a nuestra nueva casa, o departamento, ya que Pau ya lo había alquilado para nosotros. Eran las cuatro de la mañana, Tomi se durmió en el viaje, asique cuando llegamos, Pau armó su cama, le quité el abrigo y lo dejamos durmiendo.

Pedro- ¿Te quedas ésta noche?
Paula- Todas las que quieras. (Me besó) Voy a casa a buscarme algo para dormir y vengo…
Pedro- ¡No! Sigo amando como te quedan mis remeras. (Ella sonrió y yo la abracé por la espalda) Veni, que te extrañé mucho y necesito sentirte cerca. (Fuimos, así, abrazados hasta la habitación, nos cambiamos y nos metimos en la cama)
Paula- Descansa mi amor.
Pedro- Vos también hermosa. (Nos abrazamos, acomodándonos para dormir, pero ninguno podía hacerlo)
Paula- ¿Vos te diste cuenta de la locura que estás haciendo, no?
Pedro- ¿La verdad? No. Pero me encanta.
Paula- (Sonrió y se sentó en la cama, ella lo hizo frente a mí) ¿Te das cuenta que te viniste a otro continente Pedro?
Pedro- ¿Estoy medio loco, no? (Rio y asentí con mi cabeza) En realidad estoy muy loco, por vos… (Ella sonrió y la abracé por la cintura, atrayéndola a mí) Muy, pero muy loco me tenes eh. (Ella volvió a sonreír) Esa sonrisa es la que me vuelve loco.
Paula- Te amo tanto. Tanto, tanto. (Rosó mi nariz con la suya, y rodeó mi cuello con sus brazos)
Pedro- Y yo te amo a vos, demasiado. (Nos sonreímos y nos besamos, pero nos interrumpió Tomi que vino corriendo) Hey. ¿Qué pasa? (Pregunté mientras Pau se corría de encima mío. Tomi se acostó a mi lado y me abrazó, estaba llorando) Tomi… ¿Qué pasa?
Tomás- Soñé que mamá me venía a buscar y me llevaba, y yo me quería quedar con ustedes.
Pedro- (Suspiró) Tranquilo enano, que fue solo un sueño…
Paula- (Acarició su pelo) ¿Queres un poco de agua?
Tomás- Bueno…
Pedro- Fijate que en el bolso de mano hay una botella, llenala, porque no tengo nada todavía.
Paula- Ok… (Y se fue)
Pedro- Tranquilo hijo, nada nos va a separar. Te lo prometo.
Tomás- Fue horrible papá.
Pedro- Pero fue un sueño. Solo eso. Mira, estamos acá juntos, los tres. (Y en ese momento noté que Pau estaba en el umbral de la puerta, observándonos. Acaricié su espalda y lo tapé) Yo te voy a cuidar siempre, siempre, y nadie nos va a separar.
Tomás- Vos sos mi superhéroe…
Pedro- (Sonrió) ¿Tengo capa? (Tomi rio y me abrazó) Siempre juntos enano.
Tomás- Te quiero papi.
Pedro- Yo te amo hijo. (Nos abrazamos más fuerte y noté que Pau estaba emocionada, algo le pasaba, lo sabía) Veni… (Dije mientras me separaba de Tomi y ella entró)
Paula- Toma hermoso. (Dijo y le dio la botella, él tomo un poco y la dejé en la mesita de luz)
Tomás- ¿Puedo dormir con ustedes?
Pedro- Obvio hijo.
Tomás- ¿A vos te molesta Pau?
Paula- ¿Cómo me va a molestar bonito?
Tomás- ¿Y por qué lloras?
Paula- Porque se me metió algo en el ojo… (Dijo intentando disimular) Descansa hermoso… (Y acarició su pelo. Los dos lo mimamos hasta que se quedó dormido, Pau estaba acostada, con sus ojos cerrados, pero claramente, no dormía)
Pedro- Se te metió algo en el ojo, sí, claro. (Acaricié su pelo, pero ella no respondió) Amor, ya sé que no dormís, y ya sé que algo se te pasa.
Paula- Ya está Pepe, quiero dormir.
Pedro- Y yo quiero saber qué pasa. (Dije quitando con cuidado a Tomi de encima de mí, me paré y me senté detrás de Pau, volviendo a acariciar su pelo) Dale, contame.
Paula- No Pepe.
Pedro- ¿Por qué?
Paula- Porque tengo miedo de que termine todo en una discusión, porque me siento muy vulnerable. No sé.
Pedro- No me hagas preocupar mi amor.
Paula- Dormí entonces.
Pedro- Confía en mí, dale.
Paula- Basta Pedro.
Pedro- Paula, no quiero discutir.
Paula- Por eso, es mejor que no te cuente nada.
Pedro- Gorda. Dale, veni. (Hice que se dé vuelta y me mire) No me gusta que estés mal Pau. (Ella suspiró y se sentó en la cama)
Paula- ¿Vamos allá?
Pedro- Sí. (Tomé su mano y salimos de la habitación, quitamos la sábana que cubría el sillón y nos sentamos allí. Prendí la luz y corrí el pelo de su cara, estaba llorando, otra vez) ¿Me contas que pasa gorda? No me gusta verte llorar así, tan angustiada. (Dije y sequé sus lágrimas)
Paula- Es que… (Suspiró) Te vi así con Tomi, y no sé, pensé en nuestra propia familia, te imaginé así con un hijo o una hija, nuestra, nuestro… Y no saber si eso va a poder pasar es algo que me duele demasiado. Y el fantasma de que capaz me dejes por eso sigue existiendo, no es que no adore a Tomi, o que no sienta que me amas. Es algo mío, es algo que me duele, que me da miedo. ¿Sabes que nunca me animé a hacerme ningún análisis? Prefiero vivir con el miedo, con la angustia, a saber la verdad. Ya no tengo veintitrés años, tengo veintiocho…
Pedro- Dejemos en claro algo, si me vine hasta acá, fue por vos y nada más que por vos, porque vos sos mi mujer, mi amor, y quiero que lo seas, para siempre. (Acaricié su mejilla) No me gusta que sientas eso.
Paula- Es algo mío igual. Es mi inseguridad, que es peor que antes.
Pedro- (La tomé por sus mejillas) ¿Segura, no? A veces tengo miedo de que no sientas lo mucho que te amo.
Paula- Eso sería imposible, te viniste hasta acá solo para estar conmigo Pepe. (Me besó) Es algo mío, de verdad. Pasa por no sentirme del todo mujer, o algo así, por no saber si voy a poder tener un hijo.
Pedro- ¿Y no es mejor que te hagas esos estudios a vivir así?

sábado, 20 de abril de 2013

Capítulo 27


Paula- Valen… (Dije entrando a su cuarto con la cena, ya que mamá no volvería hasta mañana, deje la bandeja en el escritorio y me senté a su lado, acariciando su pelo) Hermosa. ¿Cenamos?
Valen- No, quiero seguir durmiendo.
Paula- Valen, dale. Comemos y si queres seguís durmiendo. Aunque lo que vos queres es no hablar. Dale, te prometo que no te digo nada.
Valen- (Abrió sus ojos, dándose vuelta para mirarme) ¿Por qué es tan difícil ser adolescente?
Paula- Si pudiera responderte eso... Capaz sea porque es la edad donde hay que crecer.
Valen- ¿Y cómo se crece bien?
Paula- No sé si hay un modo de hacerlo bien, cada uno crece como puede. Quizás exista lo sano y lo no sano, pero no lo bien o mal… No sé.
Valen- (Suspiró) ¿Y yo?
Paula- ¿Vos qué….?
Valen- ¿Por dónde tengo que ir?
Paula- Por lo lindo, lo sano, por el disfrute.
Valen- ¿Y cómo hago? Te juro que no sé para donde disparar.
Paula- Por la música, que es algo que te apasiona, que te hace bien. Por tus amigas, o conmigo. Con mamá. Crecer duele y cuesta, pero hay que hacerlo, y siempre hay alguien que está con vos en ese camino.
Valen- Quiero que seas vos ese alguien.
Paula- Valen. ¿En serio te tengo que decir que podes contar conmigo cuando quieras y para lo que necesites?
Valen- Me hace bien que me lo digas, me siento muy sola. Está todo mal Pau.
Paula- ¿Qué sería todo mal?
Valen- Todo.
Paula- Explicate mejor Valen, así no puedo ayudarte.
Valen- En la escuela, entraron en la onda de que los que estudiamos somos unos pelotudos, y Cata y yo nos quedamos solas, nos bardean todos. Matías me hizo creer que me quería, y me dejo por una hueca.
Paula- ¿Y cuál sería la solución para eso? ¿Seguirlos a ellos? (Ella negó con su cabeza)
Valen- No sé cuál sería Paula, si no, no hubiese vomitado. (Me respondió de mal modo)
Paula- Hey, no te la agarres conmigo, lo único que quiero es ayudarte.
Valen- Perdón… (Dijo casi llorando y yo la abracé, contra mi pecho)
Paula- Sh… No me gusta que estés mal Valen, y menos que menos que se te haya ocurrido vomitar.
Valen- Es que no tenía con quien hablar, vos no estabas, con mamá hay cosas que no puedo hablar y…
Paula- Pero me llamabas hermosa, nunca te voy a negar una charla. Lo sabes.
Valen- Pero estabas con Pedro…
Paula- Y nada Valen, me llamabas, me mandas un mensaje o lo que sea. Por favor Valen, contas conmigo siempre, y más con esto, sé cómo te sentís, porque lo viví y sé que es una mierda, y sé que ahora lo vas a poder revertir, pero si seguís, vas a terminar como yo, y no te lo mereces, te mereces tener una adolescencia linda, todo lo que me planteas está dentro de lo normal de la vida del adolescente Valen, pero vomitar no.
Valen- No quiero, y la primera vez que lo hice llore por horas y no sabía qué hacer, no entendía nada, pero necesité hacerlo de nuevo y…
Paula- Es adictivo. (Ella asintió con su cabeza) Lo sé Valen. ¿Me prometes algo?
Valen- ¿Qué?
Paula- Que me vas a llamar cuando sientas la necesidad de hacerlo. Por favor mi amor. ¿Me lo prometes?
Valen- Sí, te lo prometo.
Paula- (La abracé más fuerte) ¿Queres comer algo?
Valen- Lo único que quiero es llorar.  (Me apoyé contra el respaldo de la cama, haciendo que ella quede con su cabeza sobre mi pecho) Me muero de vergüenza Pau.
Paula- ¿Conmigo? Sé que da vergüenza y que lo único que queres es encerrarte y no hablar con nadie, pero eso lo único que genera es que sigas y sigas. Hablando, descargándote con alguien, compartiendo lo que te pasa con alguien… Así se hace todo más fácil, te lo aseguro.
Valen- No quiero que lo sepa nadie más.
Paula- ¿Te enojas si te digo que Pedro lo adivinó cuando me llamo hoy? (Pregunté con culpa)
Valen- ¡Paula! (Se levantó, gritándome)
Paula- Para Valen, para.
Valen- No paro un carajo Paula. (Y salió corriendo al baño, yo la seguí y la agarré del brazo)
Paula- ¡Valentina!
Valen- ¿Por qué mierda se lo dijiste? Creí que me entendías…
Paula- Valen. (Suspiré) Te juro que no se lo dije, me llamó y yo estaba llorando… Y le dije que era por vos, que no se lo quería decir porque te respetaba y me lo preguntó, y yo no supe que responderle… Y me lo saco, me conoce demasiado. (Suspiré)
Valen- Claro. ¿Y así también se va a enterar mamá, no?
Paula- No Valen, no.
Valen- ¡Paula! No podes ser tan hija de puta. Me dijiste que me entendías, creí que podía confiar en vos… (Y salió corriendo a su cuarto, yo patee la pared con bronca y me deje caer en el suelo, llorando. Valen pegó un portazo y escuche que gritó, golpeando su cama. Yo abrí la puerta, despacio. Ella lloraba en el suelo, escondiendo su cara en sus brazos que estaban sobre la cama)
Paula- Valen…
Valen- Paula. ¡Andate!
Paula- No, no me voy a ir.
Valen- No quiero hablar con vos.
Paula- No me hables si no tenes ganas. Pero me voy a quedar acá.
Valen- ¿Para?
Paula- Porque en cuanto me vaya vas a terminar en el baño. Lo sé, y no voy a dejar que lo hagas. ¿O no? (Ella asintió con su cabeza) Perdón, te juro que no quería. Pero… No podía dejar de llorar y si no lo atendía iba a ser peor.
Valen- Perdoname vos a mí, me fui al carajo.
Paula- (Me acerqué a ella para darle un abrazo) Ya está.
Valen- No pienso eso de vos, perdón.
Paula- Ya está, no te hagas problema. Pero deja de llorar, por favor. (Ella rio) ¿No queres que vayamos a algún psicólogo? Yo te acompaño y lo pago si queres.
Valen- No sé Pau. No sé, no soy consciente de lo que hago.
Paula- Pero. ¿Me dejas ayudarte?
Valen- Por favor. (Besé su mejilla) Quiero dormir, necesito tranquilizarme.
Paula- Come algo antes, dale.
Valen- Emmm….
Paula- Un poquito. (Me levanté y le di la mano, para que también lo haga. Agarré la bandeja y fuimos a la cocina, calenté los tostados mientras ella no decía nada) ¿Comemos en el balcón así tomas un poco de aire?
Valen- Bueno…

Valen- ¿Puedo dormir con vos?
Paula- ¿En la cama de mamá? (Sonreímos) Tengo chocolates si queres.
Valen- ¿Qué haría sin vos? Explicame.
Paula- ¿Qué haría sin vos yo? Esa es la pregunta. (Volvimos a sonreír)

Apagué la luz, después de comer los chocolates y escuché que ella comenzó a llorar de nuevo. Acaricié su brazo y comencé a hacerle cosquillas.

Paula- A tú edad tenes que reírte, no llorar.
Valen- ¿Y cómo hago?
Paula- Así… (Volví a hacerle cosquillas y ella reía)
Valen- Perdón por lo que te dije hoy, sos en la persona que más confío.
Paula- Perdoname vos a mí. No quería que lo sepa, de verdad.
Valen- Ya está. (Me abrazó) Gracias hermana. Te amo.
Paula- Te amo hermosa, mucho.
Valen- (Se separó de mí y se acomodó para dormir) Me siento una nena de nuevo, quiero tus mimitos en el pelo.
Paula- (Sonreí) Siempre vas a ser mi nena. Lo sabes. (Ella sonrió y yo comencé a acariciar su pelo) Descansa, te va a hacer bien.
Valen- (Tomó mi mano libre) Sos de oro Pau. Gracias.
Paula- No agradezcas nada Valen…. Descansa. Dale.
Valen- Hasta mañana.
Paula- Hasta mañana.

viernes, 19 de abril de 2013

Capítulo 26


Lunes, en el aeropuerto.

Tomás- (A quién tenía a upa) Te voy a extrañar mucho Pau.
Paula- Dentro de poquito tiempo nos volvemos a
ver enano. Te lo prometo.
Tomás- Me gustó mucho conocerte, me encanta que seas la novia de papá, que me cuides. Te quiero mucho Pau.
Paula- (Mordí mi labio muerta de amor) No podes ser tan lindo Tomi, te quiero mucho. Y me encanta cuidarte. (Nos abrazamos, muy fuerte)
Pedro- (Quién se unió al abrazo, después de un rato) Che, yo también me quiero despedir… (Dijo en tono gracioso) Tomi… (Dijo pero él no se separaba de mí)
Paula- Lindo… ¿Qué pasa? (Pregunté cuando lo escuché sollozar)
Tomás- Que no quiero que me abandonen de nuevo.
Paula- No mi amor, no. (Hice que se separe un poco de mí) Te prometo que no, nos vamos a volver a ver, muy pronto. Muy.
Pedro- (Acarició la espalda de Tomi) Nosotros nos vamos a ir para allá enano, es una promesa. Los tres vamos a volver a estar juntos, para siempre.
Paula- No llores lindo. (Besé su mejilla y volví a abrazarlo, Pedro también lo hizo)
Pedro- En menos de un mes estamos los tres juntos de nuevo enano. Tranquilo. (Se separó de nosotros y yo besé la mejilla de Tomi)
Paula- Te quiero mucho hermoso.
Tomás- Te quiero Pau. (Sonreí y nos separamos, yo lo bajé pero él me abrazó por la cintura)
Pedro- (Se agachó a la altura de Tomi) ¿Me dejas un ratito con ella? (Él asintió con su cabeza) Mira, anda a sentarte allá. (Señaló unas sillas a un par de metros de nosotros) Llevate esto. (Y le dio un chupetín que llevaba en su bolsillo, Tomi lo agarró y se fue, e inmediatamente, Pedro me abrazó por la cintura) Cuando menos lo pensemos, estamos juntos de nuevo. Te lo prometo a vos también.
Paula- (Lo abracé por el cuello) Te amo con todo mi alma.
Pedro- Te amo muchísimo mi amor. (Nos besamos) Qué tengas buen viaje.
Paula- Gracias. (Sonreí, emocionada)
Pedro- No, no llores. (Dijo y me abrazó) Porque no te suelto más. (Reí)

Algunos días después, cuando entré a casa, escuche ruidos en el baño, me acerqué a éste lugar y toqué la puerta.

Paula- Valen... ¿Te sentís bien? (Ella no respondió) Valen... (Y de nuevo no hubo respuesta) Voy a entrar. (Dije preocupada, por favor no)
Valen- No, andate Paula.
Paula- Valentina. ¿Qué pasa? (Dije abriendo la puerta y me encontré con una imagen que me partió al medio y provocó que mis ojos se llenarán de lágrimas, por ella y por mí) Valen... ¿Qué estás haciendo? (Pregunté llorando y me senté atrás tuyo, abrazándola) Valen... No. Por favor. (Dije y ambas llorábamos)
Valen- No me retes.
Paula- No mi amor, no. Sé que es lo peor que puedo hacer, porque genera el efecto contrario. Pero vos y yo vamos a hablar. Veni. (Dije levantándome y le di la mano para que ella también lo haga, pero no dejaba de temblar, la abracé contra mi pecho y ninguna de las dos podía dejar de llorar) Lavate la cara, la boca...
Valen- Perdón.
Paula- Sh... No tenes que pedir perdón. (La separé un poco de mí y después de que lavó su boca y su cara, fuimos a su cuarto. Ella se acostó en su cama, hecha un bollito y sin dejar de temblar. Busqué una manta, la tape y me arrodillé frente a ella) ¿Cuántas veces lo hiciste?
Valen- Hoy...
Paula- ¿Estás segura? Podes confiar en mí, necesito que lo hagas.
Valen- (Suspiró) Muchas, no sé... (Dijo y tapó su cara con la manta, pero yo la corrí) Me da vergüenza.
Paula- Sé que la da, muchísima, pero yo pasé por lo mismo, y nunca podría reírme o juzgarte. ¿Puedo preguntarte por qué lo hiciste? 
Valen- No sé... Porque me dicen gorda, porque Matías no me da pelota por eso.
Paula- (Suspiré y acaricié su pelo) Hermosa, ese chico no va a ser el último de tú vida, y si no te quiere así, hermosa como sos, es porque no vale la pena. El amor y el enamoramiento pasa por algo más allá de lo físico. Y... ¿Quiénes te lo dicen?
Valen- En la escuela.
Paula- Valen, sabes que no tenes que dar pelota. Que no te tiene que importar. Sos hermosa Valentina, hermosa.
Valen- No me ven así.
Paula- Pero no importa cómo te vean los demás, importa cómo te veas vos... Y te aseguro, que si seguís te vas a ver mucho peor. ¿Vos te ves gorda?
Valen- No...
Paula- ¿Y entonces? ¿Te vas a enfermar por lo que dicen los demás? ¿Realmente vale la pena? Valen, te aseguro que es un infierno. Es una mierda. Y llegas a lugares o a cosas donde la vas a pasar mal de verdad. Yo no sé si alguna vez te lo conté, pero cuando estuve internada, intenté matarme con una sobre dosis porque no tenía más ganas de vivir. ¿Vos de verdad queres llegar ahí? ¿Queres pasar por toda la mierda que yo pase? (Ella negó con su cabeza) ¿Y entonces? ¿Qué estás haciendo?
Valen- No sé.
Paula- Y si seguís no lo vas a saber por mucho tiempo, hasta que un día se te caiga toda la realidad encima y... volver a la normalidad, si se le puede decir así, es un camino difícil, complicado. Horrible. (Me acosté a su lado y la abracé) No quiero que pases por dónde pasé yo. No quiero que sufras todo eso. No lo quiero ni lo voy a permitir. (Acaricié su pelo y ella me abrazó)
Valen- No le digas nada a mamá, por favor.
Paula- Si no volvés a hacerlo, no.
Valen- Gracias... Te amo hermanita.
Paula- Sh... Te amo hermosa. (La abracé aún más fuerte) Prometeme que cuando quieras hacerlo me vas a buscar o me vas a llamar. Si no dejas avanzar nada, va a pasar rápido. En serio...
Me quedé con ella hasta que se quedó dormida y salí del cuarto, largándome a llorar, no podía permitir que pase por lo que yo pasé.

Sonó mi celular, era Pedro. Suspiré y atendí.
Paula- Hola... (Dije intentando disimular el llanto)
Pedro- Hola Pau. ¿Qué pasa? ¿Estás llorando?
Paula- Sí, pero no importa.
Pedro- Sí que importa mi amor.
Paula- No, porque no puedo contártelo.
Pedro- ¿Te pasó algo?
Paula- A Valen.
Pedro- Pero... ¿Ella está bien?
Paula- Emm... Sí.
Pedro- Pau, contame. Dale, bastante me cuesta estar lejos y no poder darte un abrazo.
Paula- Pepe, no puedo. Tengo que respetarla.
Pedro- Pau... ¿Valen... (Suspiró)? (Y yo no pude responder nada) El que calla otorga amor.
Paula- Pero no, no quiero que lo sepan. Porque la entiendo.
Pedro- Tranquila. Nadie va a saber que yo lo sé...
Paula- Gracias.
Pedro- Nadie la va a poder contener mejor que vos.
Paula- No sé, no sé ni lo que le dije. Tengo miedo Pepe.
Pedro- Pau, que tengas miedo no sirve de nada, simplemente tenes que estar con ella.
Paula- Pero me da miedo que avance y termine como yo. Solo vomitó algunas veces.
Pedro- Entonces, si estás con ella, nada va a pasar más allá de esto. Pero tenes que estar con ella, más que nadie sabes, que estando sola es imposible.
Paula- Sí…
Pedro- Entonces tranquila. Que vos te pongas mal o nerviosa, no sirve de nada. 
Paula- Puede ser.
Pedro- Es amor. Lo entendí después de un tiempo. Tranquila.
Paula- ¿Podemos cambiar un poco de tema amor?
Pedro- Justo te llamaba para contarte que en diez días exactos andamos por allá.
Paula- ¿En serio?
Pedro- Muy en serio.
Paula- ¡Al fin! No veo la hora de tenerte conmigo.
Pedro- Falta poco…
Paula- Te amo. ¿Te lo dije, no? Era lo que necesitaba saber en este momento.
Pedro- Me lo dijiste, pero me encanta que lo hagas.
Paula- Te amo.
Pedro- Te amo mi amor.

------------------------------

Hola, hola! Por si alguno no se enteró de lo que pasó ayer, lean acá http://www.twitlonger.com/show/n_1rjrcd5 porque si no, se van a perder un cappp!